REflexiones y cronicas
                           Los caminos en la montaña...                             Antonio Machado dijo: Caminante no hay caminos, sino estelas en la mar...                                                  Y las estelas en el mar... 

 

-1.Amor de madre - 2.La navidad, pregón a los mayores - 3.Compras, regalos y solidaridad - 4.La amistad - 5.Ceuta, crisol de culturas - 6.Dos Continentes - 7.Mi niñez - 8. Mis sueños -

- 9. Paseo por el Hacho - 10.Niños de ojos negros - 11.San Valentín - 12.Justicia - 13.Carnaval - 14.Mi amiga - 15.El sol salió para nuestro carnaval - 16.¿Cuántas veces me pregunto? -

-17.Día internacional de la mujer - 18.Sentir de madre - 19.Niña de ojos transparentes - 20.Recuerdos - 21.Gabriela - 22.La noche del nacimiento - 23.El paseo - 24.Un día soñé... -

-25. La Naturaleza - 26.Riachuelo y mi yo - 27.El don de la bondad - 28.Cielo gris de otoño - 29.A los que ya no estais... - 30.El destino está escrito en las estrellas -

-31.La noche de San Juan - 32.¿Qué está pasando? - 33.Un año después... - 34.La desolación - 35. Entre el ayer y el hoy - 36. El Universo - 37. Caminante del camino de la vida -

- 38. Mi caminar, mi yo - 39. El verano se retira - 40. La vida - 41. El mayor tesoro, los hijos - 42. La generosidad - 43.Navidades preteritas - 44.Haití, el terror de lo inconcebible -

- 45. De la vida aprendi... - 46. Nuevamente - 47. 8 de marzo, día de la mujer tranajadora - 48. Aguaceros, terremotos y más... - 49. Un día emprendimos el camino... - 50.El ocaso -

- 51. Un mundo de ensueño - 52.El pastor poeta - 53.Quizás algún día - 54. Entre dos ciudades - 55.Comienzo de semana - 56. El tiempo - 57.San Antonio - 58. Luna llena -

- 59.¡Viva la Roja! - 60. El secreto - 61. Helen Lieberman - 62. Miedo -  63. Hay veces... - 64. El verano se agota... - 65. El antes y el después - 66. Ausencia - 67.Te pienso -

- 68.Vientos y Huracanes - 69.La esperanza - 70.La niña creció - 71. Estrella fugaz - 72. Sentimientos entrelazados - 73. Comportamientos humanos - 74. Mi tierra - 75.LaVida, la tristeza...-

-76. El reloj de la estación del tren-

 

     

Dentro en el vergel moriré.

Dentro en el rosal matarm´han.

Yo m´iba, mi madre, las rosas a coger;

hallé mis amores dentro del vergel.

Dentro en el rosal matarm´han.

En la fuente del Rosal,
lavan la niña y el doncel.

En la fuente de agua
clara, con sus manos
lavan

la cara él a ella y ella a él;

lavan la niña y el doncel.

En la fuente del rosal,
lavan la niña y el doncel.

<---Volver
Rosa unica, mistica, roja, de sangre: sin embargo, mañana, sólo un efímero instante...
 
     

 

AMOR DE MADRE

    Que felicidad siente una mujer cuando quiere ser madre y se le confirma el embarazo. Es tal la alegría que es indescriptible. Desde ese instante, ya se siente distinta, lo primero que hace es tocarse  el vientre, como si quisiera comprobar que la diminuta semilla estuviera ahí. El primer impulso es, compartir la noticia con el futuro papá y posteriormente gritar, y decirle al mundo entero su estado de buena esperanza, esa noticia maravillosa la quiere compartir también con sus seres más queridos.
    Día a día, su ilusión crece junto a su vientre. A partir de los cuatro meses de embarazo,  ya empieza a notar ciertos movimientos dentro de ella, y se pregunta, ¿será él o ella?, y a partir de ahora estará pendiente a cada momento, a cada  instante  de todos los movimientos que se producirán dentro del vientre, y si por espacio de un tiempo, no sintiera nada, empieza la preocupación, ¿le habrá pasado algo a mi niño o a mi niña? Muévete corazón mío y dejaré de preocuparme. ¡Uf ¡ por fin se mueve.
    Que dichosa se siente una mujer, cuando alberga en su seno tan preciado regalo de Dios. Se hace mil preguntas, ¿cómo tendrá el pelo?, ¿que color de ojos?,¿a quién se parecerá? y tantas y tantas preguntas. ¡Que largos se hacen los días!, parece que el embarazo nunca tendrá fin. Al final son tan fuertes los movimientos del nuevo ser, que cuesta trabajo incluso dormir, la espera ya es insoportable, Tiene tantos deseos de tener a su bebe entre los brazos y acurrucarlo y comérselo a besos. ¡Cuanto te quiero corazón mío!, te quiero tanto, que no lo puedo expresar con palabras, me moriría si te ocurriera algo.
    El día del alumbramiento se acerca, tiene muchas contracciones, hay que ir al hospital para comprobar si ha llegado ya el momento. ¡Si!  El bebe está aquí. Después de un buen rato de sufrimiento, ¡ha nacido la criatura! La madre está exhausta, pero mira a ese trocito de corazón que le han puesto entre los brazos, con tanto amor, que sería imposible describir el momento, solo ella sabe la magia del instante.
    La pequeña, porque ha sido niña, se engancha al pecho como cualquier animalito que acaba de parir madre, ¡que ternura!, ¡que momento! Como una cosa tan pequeñita, sepa dirigirse sin más al pecho  caliente y lleno del néctar blanco de su madre. Que puzzle tan perfecto, madre e hija encajan con total perfección; la imagen refleja un cuadro pintado por el mejor pintor.
    Ese sentimiento de amor, de la madre hacía su hija, va a existir siempre, por los siglos de los siglos. Hay un amor más desinteresado de una madre hacía su hijo/a. Que madre no daría sin dudarlo la vida  por su retoño; no importa la edad que tengan; para una madre los hijos no tienen edad, solo son sus hijos y por ellos se hace el mayor de lo sacrificios, además con el mayor de los placeres. Hijo mío, hija mía, tened por seguro que por vosotros no daría la vida, sino mil vidas que tuviera, porque desde vuestro nacimiento, mi vida os pertenece a vosotros.  
              
            Ceuta, 18 de Febero 2008 

                                                                        Fini Castillo sempere.

 

                                                                                                                             

                                                                                 

                                                                                                              LA NAVIDAD, PREGON  A LOS  MAYORES 

            Hoy me he permitido escribir unas palabras especialmente para vosotros,  porque os admiro, admiro vuestra fuerza y vuestra ilusión en hacer cosas, y quiero recorrer con vosotros la navidad de antaño, así que cerrar los ojos y trasladaros a los años cincuenta, cuando erais unos jóvenes y yo una niña, cojámonos de las manos y mirar a través del tiempo, esa era vuestra Navidad de entonces.
         La Navidad palabra grandiosa para los cristianos, porque se conmemora el nacimiento del Niño Dios, del niño Jesús, de nuestro redentor.
      Antes de llegar a ese día tan señalado, voy a hacer funcionar mi memoria evocativa  y me voy a trasladar  a los años cincuenta,  voy a imaginar que acaba de comenzar el mes de diciembre, si señores y señoras, ya escucho por las esquinas a los vecinos, a los coros, a la buena gente ensayando villancicos como:
    En el Portal de Belén hay estrellas sol y luna la Virgen y San José y el niño que está en la cuna. Ande, ande, ande la Mari Morena, ande ande, ande que es la Noche Buena….…… 
     ¡Pero mira como beben los peces en el rió, pero mira como beben por ver al Dios nacido……..!
    Campanas sobre campanas y sobre campanas una, asómate a la ventana y verás al niño en la cuna……
      La costumbre de celebrar la Navidad viene desde muy antiguo, es a partir del siglo VIII cuando progresivamente empieza la iluminación y decoración en los templos, los cantos y lecturas relativos a la Navidad. Se pone en escena representaciones en las calles del nacimiento, se simula un  Portal de Belén y así sucesivamente, años tras año hasta el día de hoy, donde hay lugares que se representa en vivo el nacimiento de Jesús. Recuerdo que en la barriada de Villa-Jovita durante muchos años se hacía una representación en vivo y acudían muchas personas   de toda la ciudad a contemplarla. Me vais a permitir que personalice solo para poner un ejemplo,  este año, mis nietas de cinco años representan en el colegio un nacimiento, donde una de ella hace de Virgen María, y otra de presentadora; el año pasado actuaron de pastorcillas, junto a otros compañeros del colegio. Como veis desde muy pequeños se les enseñan a los niños el significado de la navidad.
       Ahora vamos a recorrer las calles y vemos como los   empleados encargados de la ornamentación para estas fiestas, trabajan sin descanso para adornar la ciudad,  todos estamos pendiente de la finalización de los trabajos y esperamos que llegue el día de la inauguración de las luces, porque así Ceuta se viste cada año con el mejor de sus trajes; se viste de mil colores y se adorna con los villancicos que se cantan en las calles, en las casas, y en cada rincón de nuestra tierra.// Se acerca el día grande y todos estamos atentos a la de decoración de la Ciudad,  -Ella  tiene que lucir más bonita que ningún día del año-, porque es el Día más esperado para nosotros, es el cumpleaños de nuestro Dios Jesús, hijo del padre Celestial.
        Aquellos años de los cincuentas, años de mi infancia; los recuerdo llena de emoción y nostalgia, realmente era una festividad religiosa; arraigada tradición católica del día 24 de Diciembre, donde las familias se reunían a celebrar la llegada de Jesús, -Él era el invitado de honor en las mesas de todos los católicos. Todos estábamos contentos, desde los más pequeños hasta los más mayores. Se cantaban villancicos y se vivía el espíritu navideño, las familias y allegados se reunían en estas fechas tan entrañables;  se disfrutaba de los dulces típicos de Navidad, preferentemente los confeccionados por nuestras madres.// A las doce de la noche de ese día se celebraba la misa del Gallo en todas las iglesias de la ciudad. Una vez terminada la cena, partíamos a la iglesia más próxima, y allí los católicos celebrábamos oyendo misa el nacimiento del Niño Dios.
    Hoy cierro los ojos y me traslado a la Navidad de mi niñez, y allí está mi madre, atareada en el salón de la casa, haciendo los preparativos en el lugar más preferente del salón, para colocar allí el Portal de Belén; mis hermanos han ido a buscar en la plaza González Tablas el verdín que nace entre loseta y loseta, para simular en el nacimiento el verdor del campo,// también han ido a la librería Alcántara a comprar pliegos de colores, para simular el cielo azul, //el color plata de las estrellas que alumbran la noche, los ríos. La playa nos proporcionas los chinitos que pondremos alrededor del río de nuestro nacimiento. 
    -¡Hijo no te olvide de encontrar corcho!, también hay que traer un poco de paja, pregúntale a Andrebe, el de la tienda de comestible, igual él tiene de las cajas de bebidas y te puede dar un poco, y así terminaremos el Belén - decía mi madre a mi hermano-
    Como cada año mi padre sacaba  una caja guardada en un  armario,// esta cajita  no se habría desde el día 7 de enero, día que se guardaba todos los motivos del Belén del año anterior- //de ella se iba sacando todas las figuritas de barro que posteriormente darían vida al nacimiento, cada año se iban agregando algunas nuevas que mi padre compraba; todos en casa estábamos ansiosos para ver que figurita nueva entraría a formar parte de nuestro Belén.
    En aquellos años en mi casa no era habitual poner el árbol de Navidad, era costumbre poner el nacimiento, hasta que un día  apareció mi padre con un gran árbol al hombro, y todos los chiquillos del patio, donde nosotros vivíamos, corrían detrás de él, fue un acontecimiento en mi casa. Ese día por la tarde fuimos a comprar con mi madre bolas de colores, una gran estrella y las luces para adornarlo, pero como el árbol era tan grande, no era suficiente las bolas compradas, así que nos pusimos a hacer cajitas que envolvíamos con papeles de colores; ese día lo recordaré siempre, estábamos orgulloso de nuestro primer árbol de Navidad, los vecinos venían a ver el gran árbol, que lucía esplendoroso al lado del nacimiento de todos los años.
    Vosotros que estáis ahí sentados, mayores de pelo blanco, y de corazón radiante, con vuestras sonrisas y vuestras ganas de participar en estos actos navideños, nos llenan de alegría y de contento, porque mejor que vosotros nadie puede hablar de estas navidades que estoy describiendo ¿Os acordáis de las postales navideñas?  Se mandaban y recibían cientos y cientos de ellas, era algo tan arraigado a estas fiestas. Los amigos tenían la oportunidad de desearse ¡felices Pascuas y próspero año Nuevo! Que bonita costumbre que hoy ya se ha perdido, ¿yo me pregunto y por qué? Porque lo bonito, lo entrañable se pierde,// ya es hora que volvamos a las antiguas tradiciones,// hace poco buscando algo en un cajón de casa de mis padres, encontré una caja llena de antiguas felicitaciones dirigida a ellos, me quedé un rato leyéndolas, y verdaderamente eran entrañables; hoy día hemos dado paso a los mensajes del móvil, y yo pienso que aunque esté muy bien y sea un adelanto muy acertado, nunca, nunca serán como aquellos preciosos  crismas que hoy han quedado trasnochado.
    ¡Venga, venid, venid!,  decían los vecinos, y allí en el patio se reunían, aquellos vecinos entrañables, con las panderetas, las zambomba el almirez, cantando y cantando los villancicos de la época. ¡Que tiempos  de hermandad y vecindad! Donde una copita de anís y unos rosquillos hacían de la Navidad algo tan especial, así se compartía la alegría ¡cantando villancicos!, realmente se vivía la Navidad,  esos valores deberíamos   que recuperarlos,// la Navidad no significa regalos, ni comprar, ni despilfarrar el dinero,// la Navidad es algo tan grande para los cristianos, es la venida de nuestro Redentor que vino a la tierra para salvarnos a través de su sacrificio, por eso el amor, la hermandad, la solidaridad, el respeto y el agradecimiento, debe ser el verdadero espíritu de la Navidad.// ¡Él es! el único protagonista en ese día, y tenemos que sentarlo a nuestra mesa, abrirle nuestra casa, pero sobre todo abrirle nuestros corazones,  esos son los verdaderos valores, algunas veces nos olvidamos del verdadero motivo de tanta alegría y de tantas fiestas y  regalos, Él nunca debe entrar en nuestras casas como invitado de piedra, porque dejaría de ser Navidad.
    Mi madre, como todas las madres, como cada año  nos está arreglando para salir a la calle, es el día de la inauguración de las luces, cuando estamos todos preparados, salimos  junto a nuestros padres; //es la hora del encendido de luces- ¡que bonita está Ceuta- de pronto como un milagro se encienden miles de luces de colores, además forman motivos navideños: campanas, lazos, velas, árboles de navidad ¡que bonito, que bonito!  –le grito a mi madre emocionada-// Por la calle viene un grupo de jóvenes cantando villancicos, por la otra esquina aparece otro grupo, y otro, Dios mío, ¡Ceuta está en Navidad! ¡Ceuta está en fiestas! Las canciones se escuchan por muchas calles de Ceuta: la calle Real,  la  Marina, en la Plaza de África;  // suenan, suenan las panderetas, las zambomba, //el joven que toca el bombo le da con toda sus fuerzas, parece que de un momento a otro se va a romper, sigue tocando con más fuerza cada vez..  Los villancicos no paran de escucharse, uno detrás de otro,// los jóvenes van de aquí para allá;// ahora, toca visitar las casas, y tomar alguna que otra copita de anís y algún pestiño que con todo amor han hechos nuestras madres, -y ahora es el momento de catarlo-, pero eso sí, previo canto de un villancico //Era  la costumbre en aquellos años maravillosos, donde la gente sencilla, se visitaba en Navidad, las puertas de las casas estaban abiertas para recibir a cualquier amigo, vecino o grupo de cantarines que no dudaban en cualquier momento cantar el repertorio de villancicos que tenían preparado.
    -Dime niño de quien eres todo vestidito de blanco, soy de la Virgen María y del Espíritu Santo. Resuenen con alegría los cánticos de mi tierra y viva el niño de Dios que nació en Noche Buena….
    -La Virgen está lavando y tendiendo en el romero, los pajaritos cantando y el romero floreciendo, ¡pero mira como beben los peces en el río!, ¡pero mira como beben los peces en el río, por ver al dios nacido…
    ¡Venga, venga esos pestiños y esos rosquitos!,  que están que quitan el hipo y una copita de anís, hay que calentar la garganta,- decían entre risas y entre villancicos y villancicos. //Después de un rato cantando, partían para otras calles, otras casas, //así era la Navidad de aquellos años.
    Mi madre, al igual que las demás madres, elaboraban los dulces caseros,// el primer paso era preparar un lebrillo, de aquellos antiguos color amarillo que  eran de cerámica, La cocina la preparaban entre ella y mi abuela para después ponerse  mano a la obra; se colocaban sendos delantales blancos, espolvoreaban la mesa de trabajo con harina y lista para preparar la masa,// por supuesto yo andaba siempre en medio, con la idea que me dejaran participar en tan ansiado trabajo. Al final de la tarde los lebrillos estaban a rebozar de: rosquillos, y de exquisitos pestiños que una vez hecho lo pasaban por miel, poniéndoles posteriormente unas bolitas minúsculas de colores, eso le daba una imagen increíble, y un sabor inmejorable// ¡que orgullosa me sentía de mi madre!, que hacía esos dulces tan exquisitos,// esa tarea la tenía que hacer más de una vez, porque los sabrosos dulces se agotaban con rapidez.// Si, verdaderamente, el hogar olía a Navidad. Hablo de mi casa, pero así eran todas las casas en aquellos años.// Aquí presente están los testigos que pueden corroborarlo.
            El ambiente navideño era exquisito, solo había que pasear por las calles adornadas con motivos navideños, para ver la alegría que las personas desprendían, la gente se paraban y se felicitaban, ¡felices pascuas! Se decían de continuo cuando los conocidos se encontraban, incluso no hacía falta ser conocido para obsequiar con una felicitación. También era costumbre que algunos empleados de servicios felicitaran la navidad, con unas tarjetitas que representaba su profesión. Los niños buscábamos “el aguinaldo” de nuestros abuelos y familiares, que consistía en el obsequio de algunas monedas, y esto nos hacía especialmente felices. En las casas ya se preparaban las panderetas, que duraban de un año para otro, se preparaban untándole ajo a la piel,  los más entendido decían que así el sonido era mejor.
       La cena de Noche Buena era especialmente esperada, se reunía toda la familia, ¡era la noche grande!, la noche esperada del año. La casa se adornaba con guilnardas y motivos navideños,// se sacaba el mejor mantel y se ponía una gran mesa. Era costumbre comer esa noche pavo o pollo, además de otros alimentos que se preparaban especialmente para esa noche. Todo se regaba con vino, y para los postre el clásico turrón de Jijona, del duro y del blando, además de los dulces caseros, polvorones, roscos de vino y alfajores, //para beber, sidra o licores. ¡Que Navidades aquellas! Navidades de villancicos,  panderetas y alegrías, Navidades de historia y tradiciones.
     Todos los que estáis aquí, un poquito más mayores que yo, pero peinando ya canas y con el sobrenombre de abuelos, estamos orgullosos de las navidades que se quedaron atrás hace ya muchos años, porque eran días donde los vecinos se reunían en las casas, en los patios, se contaban sus  cosas y sobre todo se ayudaban.// Los hogares se compartían de otra manera, no se si mejor o peor que ahora, pero diferente, es otro momento, es otra época.//Hoy los vecinos casi ni se conocen, algún que otro saludo al cruzarse en el ascensor. Entonces no había tanto adelanto, tanta tecnología, no existía la sociedad de consumo, // nosotros  nos entreteníamos con otras cosas, nos relacionábamos de otra manera  con nuestros vecinos. A mi me tocó vivir en mi primera infancia en un patio, un patio donde vivían personas entrañables, gentes trabajadoras y con unos corazones increíblemente grandes. En estas fechas, éramos como una gran familia; aunque era pequeña recuerdo a aquellas personas con tanto cariño, además mi madre, siempre nos cuenta, una y otra vez como se vivía en aquellos días, y como se ayudaban unos a otros en aquellos tiempos difíciles. En Navidad había una unión aún más especial, porque desde principio de mes de diciembre, en el patio se empezaban a ensayar los villancicos, entre rosquillos y copitas del famoso “anís del Mono” Risas, alegría, canciones eran días de fiesta, eran días felices. 
     Últimamente, ha habido años de pérdida en cierta manera de tradiciones, ahora es el momento de recuperarlas, porque vosotros los mayores estáis  presentes, y debéis contar vuestras vivencias, debéis  sacar del baúl de los recuerdos las tradiciones; es el momento de volver a vivir la Navidad  como antaño, hay que contarle a los más jóvenes, lo importante del espíritu Navideño, decirles a las nuevas generaciones, lo importante  que es relacionarse más con la familia, y dejar el día 24, un día tan especial para estar con ella . //Hay muchos días en el año para ir a “la movida”, y es muy necesario, aunque sea ese día, no perder la tradición de la cena de Noche buena y la comida de Navidad. Ahora lo más jóvenes   acostumbran a  hacer la movida y beber y beber el día 24 de Diciembre durante el día, y cuando se llega a casa para cenar, además de no participar en los preparativos, y dejarlo todo en mano de los padres, están hecho polvo y cansado porque han bebido durante el día, y están esperando que la cena pase rápido para ir otra vez a la movida.  Debéis hacer un parón,  y pensar: “hoy es Noche Buena, noche santa y sagrada, noche de compartir con la familia, entrelazar lazos de amor e ilusión, //hablar con los más mayores, con los abuelos, disfrutar de ellos; ayudar a los padres en los preparativos, en definitiva pensar que sois miembro de una familia y ésta necesita de vosotros ¡los más jóvenes! Porque a vosotros os toca construir el futuro de vuestra historia,// no dejar pasar las tradiciones más hermosas delante vuestra y no retenerlas como el mayor de los tesoros. 
    Vosotros mayores, contarles a vuestros nietos, pedirles que os escuchen y contarles con entusiasmo como eran las Navidades de antaño, seguro que os escucharán, ¡intentarlo!, vosotros mayores sois responsable de aquellas Navidades preciosas, donde existía realmente el espíritu Navideño, ¡contarles, contarles a vuestros nietos! y ellos de seguro que os escucharán. Decirle el significado de la Navidad, decirle que es una fiesta donde los valores familiares tienen que estar por encima de todo, que no debe prevalecer en estas fechas solo el espíritu comercial, intercambios de regalos y diversión, que hay cosas muy importantes como son las relaciones familiares, el amor al prójimo, ser solidario con los que menos tienen  ¡Contarles a vuestros nietos!¡contarles! porque seguro que no saben como se vivía la Navidad en vuestra juventud, en vuestra madurez, tan distintas a la actual, en la que prevalece el consumismo.
    Ahora, y desde hace varios años, una mujer entregada a las costumbres y tradiciones, un día tuvo un sueño, y quiso hacerlo realidad- esta mujer luchadora y de ideas claras- reunió a un grupo de personas mayores y no tan mayores y con su batuta empezó a dirigirlas; se embarcaron en el navío de la nostalgia y ella llevando el timón, emprendió el viaje junto a su tripulación, ¡y llegó!, desde luego que llegó al puerto de la ilusión, de las tradiciones y todas estas personas se fueron a la calle y cantaron, cantaron la Navidad, y seguirán haciéndolo, y nosotros los caballas podremos decir: ¡gracias, gracias por sacar las tradiciones a la calle! Ya era hora que alguien se atreviera a cantar villancicos a golpe de pandereta, bombo y zambomba bajo el cielo estrellado de nuestra tierra. ¡Gracias Blanca por devolver la ilusión a muchos!
            Solo me queda desearos Feliz Navidad junto a vuestros seres querido.

                En Ceuta, 1 de diciembre de 2008

  
                                                                                              Fini Castillo Sempere

 

COMPRAS, REGALOS Y SOLIDARIDAD

    Nuevamente hoy es Domingo, día que dedico desde muy temprano a recorre caminado el Monte Hacho o  la playa. Hoy circunstancialmente no he podido deleitarme con la belleza del paisaje, mi estado de salud no me lo ha permitido, pero no importa, hoy escribiré lo que se me ocurra, porque ya es una necesidad sentarme delante del ordenador y coordinar los dedos de las manos con la mente, para escribir algún que otro pensamiento en una hoja en blanco de Word.
            En estos días muy cercanos a la Navidad, todo es distinto, cuando sales a la calle en cualquier rincón de la ciudad nos encontramos algún motivo navideño, las gentes van y vienen, las tiendas están repletas de  personas que buscan regalos para obsequiar en estas fechas, a veces son regalos inútiles, pero que sacan del aprieto. Otras veces se buscan regalos con mucho esmero y dedicación, sobre todo los enamorados que quieren impresionar a sus respectivos amores, o esos padres que quieren sorprender a sus hijos, tengan la edad que tengan.
            Las tiendas dedicadas a la venta de juguetes están a rebozar, parece que se va a  acabar el mundo, cada vez hay más juguetes para los pequeños, y los padres se lo quieren llevar todo, no importa lo que cueste, los pequeños deben tener ese día más regalos que nadie y, si hay algún juguete de la carta de reyes que ya esté agotado,- por supuesto es el juguete que más se ha anunciado en televisión- los papás quedan desolados, pensando a quien se lo pueden encargar en la península, para que su pequeño no se sienta desilusionado con los trescientos juguetes que los Reyes Magos les dejarán esa noche.
            Me pregunto si nosotros los padres o abuelos, le hemos hablado a los niños del verdadero Espíritu de la Navidad, si le hemos dicho a nuestros pequeños que se celebra la venida de Jesús, nuestro Redentor; si le hemos dicho que son días de alegría con la familia y amigos, que son días   de solidaridad y que hay en el mundo niños que no solo no tienen un juguete, sino que no tienen ni siquiera alimentos para comer, ni agua para beber. Bien es verdad que la solidaridad no tiene fecha, que debe ser permanente, pero en estos días especialmente hay que recordar con más énfasis el despilfarro en cosas inútiles, cuando con una mínima parte de lo que invertimos en mil cosas innecesarias podríamos hacer llegar a los que no tienen nada, la ilusión de poder comer caliente. Ese es el verdadero espíritu de la Navidad.
            Navidad, Navidad, Navidad, si ya está cerca ese gran día para los cristianos, llevamos celebrando el adviento y preparándonos para el nacimiento del Salvador el día 24 de diciembre. Es hora de reflexionar y de fraternidad, tenemos que aprovechar lo que se denomina el Espíritu Navideño y pensar, tener un punto de encuentro con nosotros mismos y sacar a flote nuestros miedos, rencores, y todo lo que nos pueda perjudicar. Es hora de reiniciar lazos que se habían roto, no importa el tiempo; familias que no se tratan desde hace tiempo por antiguos rencores. La vida pasa muy rápida y hay que pararse y pensar que mañana igual ya es tarde para el arrepentimiento y para el perdón. Cada año, en estas fechas parece que todo es más fácil, por eso debemos aprovechar como se suele decir la coyuntura y sacar lo bueno de nosotros, y extender las manos a los que las necesitan; eso es Espíritu Navideño.
            Aunque haya hablado del Espíritu Navideño, que es verdad que en esos días nuestro talante es más afable con los demás, por eso de felicitarnos por las calles y desearnos salud y prosperidad para el nuevo año y cosas por el estilo, yo sigo pensando que el año tiene 365 días, y en cada uno de esos días debemos  pensar en los que menos tienen y ser solidarios, luchar porque los gobiernos dediquen más esfuerzos en la Cooperación Internacional, en Políticas Sociales, así las riquezas estarían más repartidas y en definitivas todos seriamos más felices.

            Ceuta, 21 de Diciembre 2008-    

                                                                             Fini Castillo Sempere.

                                                                  

 

                                                                                                                           LA AMISTAD

 

    Me he tomado el trabajo de buscar en el Diccionario de la Real Academia el significado de la palabra amistad y dice así:
“La amistad, es el afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato.
¡Qué sencillo parece!, ¿verdad?, y para mí, es el sentimiento más difícil de conseguir, la amistad surge cuando ambas partes quieren realmente entrelazar unos lazos de unión desinteresada, y que estos lazos perduren hasta el infinito... Considero que esta tarea a llevar a efecto, es muy difícil y complicada, por muchas razones:
    Existe la envidia, que carcome sin piedad el alma de quien la padece, y como una mala yerba no deja en muchas ocasiones, que salga a la vida, ese sentimiento bueno y honorable como es: “la amistad”
    El camino hacia  la amistad, es largo y tortuoso; “ella” en sí es maravillosa, pero la comparo con un campo abonado, perfecto para ser sembrado, y de pronto viene una riada y, hace desaparecer esa tierra, se hace fango y barro, y no hay ya manera de sembrar nada; habrá que esperar hasta el próximo año, a ver si hay más suerte.  Al año siguiente, se siembra de nuevo la tierra, pero cuando está creciendo la cosecha, aparece una plaga de zánganos, y lo destruye todo, y así sucesivamente. Alguna vez, todo es perfecto y es ahí cuando puede surgir la verdadera amistad.
    Los conocidos, y/o falsos amigos, se unen normalmente, por aficiones, trabajo, y otras causas, al principio, todo parece bien, pero si en el trabajo uno de ellos adquiere más protagonismos,  o uno es mejor en cualquier cosa, esto puede traer como consecuencias, celos, incomprensiones, etc….. Y ahí ya empieza de alguna manera, a romperse lo que parecía perfecto.
    Bien es verdad, que para que exista amistad se tiene que dar varias circunstancias, la más importante a mi entender, sería: que ambas partes que quieren unirse en amistad, lo deseen de verdad, que fluya como una corriente eléctrica la asertividad, comprensión, la ayuda mutua, el espíritu de sacrificio, la sinceridad, el estar ahí incondicionalmente; ayudar en todos los sentidos, tanto espiritual como económicamente cuando la amistad lo requiera.
    Muchas veces, se da el caso que se tienen muchos conocidos, pero ningún amigo, son muy frecuentes los amigos de diversión, pero que a la hora de la verdad, no puedes contar con ellos para nada, solo para que te critiquen con el otro conocido de turno. A este tipo de conocidos hay que guardarles el aire, porque a veces pueden ser muy dañinos, y pueden unirse con otros para destruir, sobre todo si por cualquier causa, uno está, en un mal momento emocional. Los que se llaman amigos y no lo son, a veces son como hienas, que cuando pueden te meten la dentellada.
    La palabra amistad es tan grandiosa y vale tanto, es tan limpia y blanca, ¡la amistad! Es una joya, y no tiene precio, su precio…… no hay en el mundo dinero para comprar la verdadera amistad, porque un amigo/a aunque lo/a maten, ¡nunca, nunca! va a traicionar la amistad.
    Cuando la amistad te sonríe, no hay penas, y si las hay, compartidas se sobrellevan; estas,  se sufren, apoyadas en el hombro de un amigo/a; ese sufrir es diferente, es compartido con alguien, que está ahí, que te comprende, que te quiere de verdad, sin condiciones,  ¡si, verdaderamente es muy diferente!
    ¡Que sabrán algunas gentes de la amistad!, tener a alguien, que  sabes que, con solo mirarlos/as están ahí, te devuelven la mirada, y en ella, te dan animo, te dan confianza, te dan valor, te dan vida, y sobre todo consuelo y esperanza, y te dicen, simplemente con los ojos; ¡tranquilo amigo/a aquí estoy yo para levantarte cada una de las veces que te puedas caer! Alguien que te escuche cuando necesites hablar, alguien que te comprenda cuando le cuentas tus temores, alguien……. Esto debe ser maravilloso, ¿me equivoco?
    ¡Oh, bendita amistad!  Que te deseo con toda mi alma, de deseo como el niño quiere el pecho de su madre, como el sediento desea el agua, como el amante busca el rincón prohibido para poseer a su amada, como el alba quiere al sol, como la noche persigue a la luna.
    ¡Oh, amistad!, abre los corazones de las gentes, y arráncales de cuajo: la envidia, la ingratitud, la soberbia, la calumnia y todos esos pecados capitales que te destruyen día a día.    
    ¡Oh, inalcanzable amistad! Yo te quiero a mi lado, quiero ser amiga de mis amigos/as, de mis amigos/as de verdad, no me importa tener solo uno/a, pero lo quiero sin caretas, lo quiero con el alma al descubierto, transparente como un manantial de aguas cristalinas.
    ¡Oh, amistad sólo quiero tu verdad! ¿Es mucho pedir? Me conformo sólo con uno/a, prefiero eso, a miles de conocidos, ¿amistad pido mucho?

 

…ASI TE LLAMAS
Sentimientos del alma,
enredados  entre corazones,
imagen fiel y de esperanza.
¡Me han dicho que amistad te llamas!
¡Yo por ti!, me desnudo el alma,
Te entrego mis secretos, y mis añoranzas,
Mis inquietudes, y mis devociones.
¡Me han dicho que amistad te llamas!
Unamos nuestras miradas,
Fundamos nuestros corazones,
elevemos juntas una plegaria,
¡Me han dicho, que amistad te llamas!
Sentimiento puro de esperanza,
Alegrías y penas compartidas,
Almas fundidas al rojo fuego.
¡Amistad, hoy sé que así te llamas!

 

                                                               Ceuta, 19 de octubre 200

                                                                     Fini, castillo Sempere
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                                                                                                                CEUTA CRISOL DE CULTURAS

      Que puedo decir de ti, Ceuta, que tu gente ya no sepa, eres antigua y con solera, moderna y con estilo, te abraza el mar Mediterráneo demostrándote su amor como un amante fiel. Tu eres “la Emperadora” y nosotros somos tus hijos, te queremos y admiramos; tu silueta  encandila a los foráneos, tu gentileza los envuelven.  Tus 19 kilómetros son pura belleza: tus playas, tus montes, tus calles, tu mar, tus plazas, tus jardines……Eres la reina del Estrecho, la joya más preciada, la más rica en sabores y olores diferentes, amalgamas de colores; ¡eres especial! Por tus cantos, creencias, ritos, indumentarias, colorido; eres la más grande de las reinas, tu corona es de estrellas y tu manto de nubes blanca de los cielos, tu trono son los montes: EL Hacho y García Aldabe. Tu fuerza la tienes en las Murallas Reales y el Foso de San Felipe, también tu reino posee un faro que a ti te quiere: “El Faro de Punta Almina” 
         ¡OH Ceuta! Eres capitana, de tu historia, de tu pasado y de tu presente, la gente que te conoce de ti dice - que eres la más bonita perla que tiene el mediterráneo-. Acoges a los extraños y los deleita con tu encanto, tu himno lo dice: “cuando a tus playas llegan encuentran aquí su hogar”, así eres tú mi Ceuta, acogedora, amable, entregada; de ti podría decir todos los calificativos que existen y me quedaría corta. A tus nativos les entregas el corazón de madre, nos cuida y nos quiere y si no tenemos la suerte de vivir en esta tierra, la nostalgia nos invade, y de ti siempre hacemos bandera, de ti españoles somos, porque tú eres ¡España!  
 Tus piedras resuman historia: La fortaleza del Hacho, El Castillo del Desnarigado, Basílica Tardo-Romana, Murallas Merínidas ,  Baluartes, Baños Árabes…………………. ¡si ellas hablaran!.... Historia de mas de dos mil años, Ciudad privilegiada por sus dos mares, por rozar dos continentes, por ser cuna de antiguas y nuevas civilizaciones. Ciudad de leyendas, leyendas preciosas como la de las “Columnas de Hércules”,  que separa los continentes europeo y africano. Ciudad de antiguas civilizaciones: Fenicios, cartagineses, vándalos, visigodos………… en definitiva ciudad con historia.
         Ceuta querida y hermosa, bonita eres y preciosa; te adornas todos los días, con las flores de tus jardines: geranios, margaritas, jazmines blancos,
Rosas rojas, amarillas y blancas, lirios y azucenas, además con las flores silvestre de tus campos. En tu pelo prende cada noche a la luna, sus reflejos dorados te embellecen, tu señorío se nota a través de tus gentes.
         Cada vez que te miro Ceuta, más caballa yo me hago. Me encantan tus playas, desde la Ribera hasta Calamocarro, sin dejar atrás el Chorrillo Benítez y Fuente Caballo. Espuma de olas, donde juegan los chiquillos cada  verano. Las gaviotas revolotean cada mañana, en la arena   de esas playas. Los pescadores pescan, en la orilla con sus largas cañas, las mujeres se broncean con el sol que el cielo nos regala. ¡Cuanta luz, cuanta fascinación! tienen nuestras playas…. 
         Ceuta tienes encanto, tus gentes las de esta tierra, a ti, con locura te adoramos, te llevamos dentro del alma, en el corazón y en la mente gravado tu nombre llevamos y siempre dicimos: Yo-de Ceuta soy- de la Ciudad más bonita y hermosa. Caballa- ¡yo soy caballa!- de la tierra donde hay un puente, y en él un Cristo, un Cristo que nos defiende.  Está la Iglesia Santa María de África, en ella se encuentra  la Patrona: “La Virgen de África”. También está  la  Mezquita de Muley el Mehdi, y la Sinagoga Bet El, El Templo hindú recientemente construido, ¡que bien protegida esta nuestra tierra!
         Ceuta, crisol de culturas diferentes, religiones distintas, olores y sabores occidentales y orientales, diversidad de formas y estilos, rincones típicos, esencia  de multiculturalidad; por eso eres especial y bonita, ¡Ceuta eres preciosa!, te adornas de mil formas diferentes, de cada cultura te impregna y da la talla y te enorgulleces de ellas. Tus hijos te sienten madre, todos y cada uno de ellos, sea de la cultura que sea, todas somos iguales ante ti ¡madre Ceuta!, tú nos pertenece a nosotros y nosotros somos parte de tu alma. ¡Ceuta que bonita eres!
                   El cielo que nos ampara, el sol que nos da calor, la luna y estrella que nos alumbra, los jardines que nos  adorna, también te pertenecen, ¡son tuyos! y por ende nuestro. Esta tierra española  y sus gentes, sus culturas y religiones formamos tu nombre, tu esencia: ¡Ceuta! 

 

                                      Ceuta, 22 de Noviembre 2008

 

                            Fini Castillo Sempere

 

 

 

MIS SUEÑOS

 

    Cada vez que puedo me escapo a la nostalgia, al recuerdo de aquellos años, donde siendo aún muy niña, pensaba mucho; me encantaba echarme en la cama cerrar los ojos y dejar que mi imaginación volara a gran velocidad a otros mundos, mundos mágicos y llenos de colorido. Mi madre siempre comentaba que era  una niña muy fantástica, y me gustaba mucho  oír cuentos; cuentos que a posteriori introducía en mi imaginación creando un mundo lleno de fantasías. Cada tarde como de costumbre, mi madre me obligaba a dormir la siesta,- ella decía que me hacía bien- pero lo que menos hacía era dormir, cerraba los ojos y me trasladaba a la velocidad del rayo a mi mundo mágico de hadas, duendecillos, animales habladores y un sinfín de personajes que embelesan a las niñas soñadoras como yo.
    Según iba creciendo seguía soñando, pero ya no soñaba con ese mundo fantástico de los cuentos; ahora tocaba la hora de soñar, soñar con la libertad, soñar con la libertad de expresión, decir a boca llena que todas las personas somos iguales, soñar con un mundo de igualdad, donde hombres y mujeres tuvieran los mismos derechos civiles, laborales y de participación en una sociedad donde el cincuenta por ciento son mujeres, soñar con una sociedad paritaria, equitativa, justa.
    Cuando me hice mayor y los años pasaron, seguía soñando, porque aunque ya existían leyes donde se recogían todos los derechos de los ciudadanos de este bendito país,  seguían existiendo las desigualdades entre seres humanos, seguía existiendo la violencia de género, seguía existiendo personas sin hogar, niños maltratados, mayores en el olvido en alguna residencia o aún peor, en la soledad de una casa, o en el olvido de su propia familia.
    Ahora ya puedo decir de que ideología política soy sin esperar represalias, pero aún tengo que seguir soñando con la existencia de un   mundo de iguales sin discriminaciones de ningún tipo, tengo que soñar  que cada uno de los que vivimos en el territorio tenemos una casa digna, debo de soñar en que no existe el paro, que todos tenemos  un empleo y además  bien remunerado. Tengo que soñar con tantas cosas.. Ojalá algún día mis sueños dejen de ser sueños y se conviertan en realidades.
 

     Ceuta, 26 de Diciembre 2008   

 

                                                                                     Fini Castillo Sempere

 

 

 

 

      

DOS CONTINENTES

 

    Cuando pienso de donde soy, siento en mi interior una sensación muy agradable y de agradecimiento; he tenido la suerte de nacer en África y pertenecer a Europa, vivir la experiencia de dos mundos diferentes, pero a cual más interesantes. Esta parte de España anclada en el comienzo de otro continente; continente con historia donde se presume que en ella apareció por primera vez el ser humano. África de mil colores y olores a especias a granel;  esta nuestra tierra, se perfuma de África, y se adorna con culturas diferentes, así es nuestra esencia, impregnada de la magia, del misterio del continente africano.
    Europa, cuna de la cultura occidental, es el continente que ha tenido más influencia en la historia del mundo (descubrimientos, conquistas, colonizaciones, movimientos y revoluciones,) A este maravilloso lugar también pertenezco. ¡Si! Soy una privilegiada de pertenecer a dos mundos tan diferentes y a la vez tan hermosos.
    Cuando me asomo a mi ventana, por una parte observo el comienzo del Reino de Marruecos, empezando por Castillejos, Kabila, Rincón; las lucecitas de esos pueblos adornan  el paisaje, como si fueran estrellas bajadas de los cielos para alumbrarnos en la oscuridad de la noche Cuando miro al otro frente; percibo el sabor de mis raíces, veo la península, la otra parte de mi país que unido a este trozo de tierra buena forman mi Estado: ¡España!! La mitad de mi sangre Alicantina y la otra mitad andaluza, y el privilegio de haber nacido entre las columnas de Hércules, entre puente y puente  de mi querida tierra, en aquel patio, donde la fragancia a jazmines, madre selva, geranios, azucenas, dama de noche impregnaban el ambiente. Allí nací, entre algodones, en los brazos de una gran familia, con la mirada cariñosa de unos buenos vecinos, que hoy con el paso del tiempo llevo en mi corazón.
    Hoy, en el presente, unos cuantos niños de los cincuenta hemos querido nadar y bucear en los recuerdos de aquellos días felices de antaño; recordar todo lo bueno de una época ya pasada, pero no olvidada, porque cada día, cada hora de aquellos momentos, quedaron registrados en el disco duro de  nuestra alma. Amigos cerrar por un momento los ojos y sentir aquellos atardeceres de invierno, cuando nuestras madres encendían los braceros en el patio, con la música de las radio novelas; preparaban juntas el calor del hogar, ¡que tiempos tan entrañables aquellos! Recordar también aquellas primaveras, cuando florecían las flores que con tanto mimo cuidaban y desprendían   ya avanzado el crepúsculo,  ese olor majestuoso  de los jazmines y  la dama de noche.
     Recordar aquellas risas que hoy impregnan nuestros recuerdos. Recordar cuando erais niños y jugabais a las bolas, vuestro territorio era la calle, y de ella disfrutabais, en cambio ahora…… recordar aquellos momentos mágicos de las noches de verano, cuando los mayores sacaban su silla al patio y hablaban y hablaban de sus cosas y nosotros jugábamos libre con la compaña de los muros de nuestro patio.
    ¡Si! Hemos tenido suerte de nacer entre dos continentes, entre dos mares, entre diversas culturas y credos ¡y en esta tierra! que huele a limón especias y canela;  a esta tierra adornada por el Hacho, Benzú y García Aldabe; en esta tierra que tenía un patio entre muchos, que tenía un jazmín, el jazmín de mi madre. ¡Si queridos vecinos hemos tenido mucha suerte de nacer en nuestra Ceuta! 
                

Ceuta, 27 de Diciembre 2008    
                                                                       

  Fini Castillo Sempere.

 

 

 

MI NIÑEZ

 

          Hoy quiero acercarme a mi niñez, época pérdida en mi memoria, en mis recuerdos, en mis sueños; quiero desempolvar días felices que viví junto a una niña  llena de ilusiones, alcanzarla y cogerle la mano y vivir junto a ella esos recuerdos, saborearlos lentamente, disfrutar de los instantes vividos en esos días con mi padres, mis hermanos y los seres más queridos. Quiero recordar mis fantasías, mis  ilusiones de castillos encantados, hadas, seres muy pequeños, casi diminutos: enanos, duendecillos, elfos, brujas malvadas, madrastras crueles, gigantes, animales bondadosos, pájaros cantarines, bosques llenos de misterios, lámparas maravillosas y  príncipes azules, fantasías de una niña, que hoy ya es mujer madura, y vuelve a ser niña al bucear en los mares de los recuerdos, de la nostalgia...
 ¡OH! niñez de niña, inocencia y pureza; hoy me pregunto -por qué quiero traer a mi memoria aquellas tardes de invierno-, cuando me asomaba a la ventana de mi habitación, y llovía, llovía con rabia, y yo solo pensaba en mis botas de agua, quería jugar en los charcos, salir de mi casa a hurtadilla de mi madre, e ir corriendo  y mojarme con el agua bendita de la lluvia, mirar al cielo y dejar que el agua transparente y clara chapoteara en mi cara; como recuerdo aquella sensación maravillosa, inexplicable, mi mirada se perdía en la inmensidad del cielo gris. Cuando me sentía lo suficiente mojada, volvía a la realidad, y era entonces cuando pensaba en mi madre y en lo que se me avecinaba, se enfadaría mucho cuando me viera de tal guisa, pero bueno merecía la pena haber vivido ese momento mágico, esa comunión con el cielo.¡Si realmente merecía la pena la regañeta de mi madre!
 En este instante llueve, miro desde la ventana a la calle y contemplo la lluvia- como me gustaría ser niña y correr y brincar bajo la lluvia, bajo el agua bendita que Dios nos regala- no me importaría que hoy mi madre ya muy anciana, me obsequiara con una de aquellas regañetas que también desde hace muchos años quedaron aparcadas en lo más profundo de mi memoria.  Eran juegos inocentes de niños; éramos tan felices,  reíamos, disfrutábamos con solo mojarnos en aquellos charcos que se formaban con agua de lluvia. Al día siguiente, seguíamos jugando, esta vez a tirarnos bolas de barro, alguna vez también salíamos llorando al ver el destrozo hecho en nuestras ropas, y sobre todo al pensar en el enfado de nuestros progenitores, pero bueno, -“que nos quitaran lo bailado”- como se dice ahora coloquialmente.
         ¡Dios mío! Como se ha ido la vida, lentamente, sin casi darme cuenta he crecido, he crecido tanto, que mi cabello se ha vuelto blanco, casi como la nieve de un día frío de invierno, cierro los ojos y me parece que solo  hace media hora que estaba jugando alrededor de mi casa, en la calle; nosotros los niños de mi época, además de nuestra casa, como patrimonio teníamos la calle, ¡oh tesoro infinito de nuestra niñez! allí pasábamos las tardes, jugando sin peligros, nos sentíamos niños libres. Si teníamos sed, llamábamos a una puerta, y cualquier vecina, cualquier madre nos daba agua, u otra cosa que necesitáramos, así éramos en aquellos días; ¡eran días felices, era nuestra infancia, era nuestra libertad! Los mayores sin embargo, tenían presa las ideas, la palabra, no podían expresarlas según sentimientos, y si alguno osaba en hacerlo, la represalias tendrían como premio; para ellos no existía la libertad, no eran libres de expresar sus opiniones, ¡que tiempos aquellos sin libertad para los adultos!,¡que tiempos estos sin libertad para vivir la calle! Demasiados peligros ya no solo para los más pequeños, para todos en general.
         Nuestro mundo del ayer hoy ya ha desaparecido, fue patrimonio nuestro, de nuestra niñez, ahora solo y para siempre estarán en nuestros sueños, en nuestra memoria, en nuestros recuerdos; quizás también en nuestros corazones, y el día que emprendamos el camino, los llevemos anclados en el alma, y donde quiera que estemos, vendrán con nosotros como parte de nuestra historia. Cuando pienso en aquellos días, me regocijo porque fui una niña feliz, sentía la sensación de ser niña y poder correr, y saltar y brincar, sin miedos a ser atropelladas, ni violentada, ni víctima de un pederasta; nuestros barrios eran seguros, y en ellos crecimos, nos hicimos mayores y sobre todo vivimos la cercanía y el cariño de la vecindad. Nuestros hijos,  han tenido una niñez distinta, quizás han poseído más cosas materiales, más caprichos, pero no han tenido la calle, los juegos infantiles en la libertad de la intemperie, en definitiva ¡la vecindad!  Nosotros como padres también lo hemos vivido de otra forma a como lo vivieron los nuestros; ellos tenían la tranquilidad de la hermandad, del respeto, y la seguridad de nuestras calles y barrios. Nosotros como padres hemos vivido el cambio: la inseguridad, la desconfianza, el peligro,  sobre todo el miedo por ellos,- por nuestros hijos.
         Hoy, ya abuela miro mi entorno y me horrorizo, tengo muchos miedos, las ciudades se han convertido en inseguras, hay que tener mil ojos con los pequeños, hay tantos peligros inexistentes en mi niñez, que me pregunto ¿Qué ha pasado?, ¿por qué los niños no pueden estar seguro?, ¿por qué ha cambiado todo tanto? Realmente tengo muchos miedos, por mis hijos, por mis nietos, por los hijos de los hijos, por tanta gente………
                  

Ceuta, 25 de noviembre 2008  

Fini Castillo Sempere

 

 

 

                              PASEO POR EL MONTE HACHO

 

            Esta mañana, me levanté muy temprano y como todos los domingos, me preparé con mi chándal, cogí  la gorra que uso para estos menesteres, busqué mi pequeña radio y salí a la calle, dispuesta a dar la vuelta al Monte Hacho. Esto para mi, es como un ritual que desde muy pequeña hacía con mi padre. Ahora, a la vuelta de los años siempre que salgo a caminar, recuerdo todos esos momentos que hace tantos años, compartíamos  en nuestro caminar.
            Mi padre, siempre ha sido un gran deportista; los deportes siempre han formado parte de su vida, sin decir la dedicación que año tras año llevaba a cabo como árbitro de fútbol. Como decía, cuando era pequeña me encantaba que mi padre me invitara a dar la vuelta al Monte Hacho; él lo hacia prácticamente todos los días que podía. En ese camino me contaba muchas cosas, sobre todo el tiempo que vivió en Linares cuando era pequeño, yo me quedaba embelesada con sus historias. Él adoraba su tierra natal, pero por vicisitudes de la vida tuvieron que trasladarse con su familia a Cádiz, para posteriormente venir a Ceuta. Tierra que él quería con pasión. 
            Tomo fuerza al empezar el camino, en la lejanía aprecio que voy a necesitar  energía para ascender la pendiente, que  se me antoja un poco dura. La vista que se aprecia a la subida, es fantástica; a la derecha el mar; pareciendo un gran espejo que refleja siempre el estado de ánimo del cielo. Los rayos de sol parecen lanzas de plata que atraviesan el océano sin ningún remordimiento. Cuando miro hacía arriba, me da la impresión que se va a abrir una ventana en el cielo, y desde ella se verá la imagen  de  Dios, que se asomará  a trasmitir algún mensaje; son momentos de magia. Es ahí, cuando siento lo pequeña que soy, me siento tan diminuta y desprotegida; miro hacía arriba y compruebo la grandeza de ese cielo, que no se, si es el que me contaron de pequeña  u otro, pero lo que si siento, es que, me impresiona. El sol saliente parece reírse de mis pensamientos, a él no lo puedo mirar, me cegaría.
Las gaviotas van y vienen bailando una danza salvaje, con sus graznidos enloquecidos. Sigo mirando hacía la derecha y el mar, con su vaivén meloso, se besa con el cielo resplandeciente en un punto, donde mi vista se pierde, perpetuando su amor para siempre; su amor verdadero, ¡mar y cielo!, ¡cielo y mar!, que combinación tan mágica. Los pajarillos revolotean aplaudiendo a los enamorados. La brisa del mar me llena de felicidad, me llega al rostro, ¡que agradable sensación! Estoy empezando la cuesta, todavía queda mucho camino y a la vez, muchas sensaciones por sentir en este día de domingo.
Miro hacía el suelo y veo como un caracol quiere cruzar la carretera. A lo lejos se ve venir un coche, posiblemente el caracol necesite de mi ayuda, para no morir aplastado bajo los neumáticos de ese vehículo veloz. Lo cojo y lo cruzo, dejándole entre unos matorrales, lugar seguro hoy, mañana Dios dará…
Miro hacía mi izquierda y le doy gracias a Dios por permitirme ser testigo de tanta belleza. ¡La naturaleza va a explosionar de hermosura! El monte está adornado con los mejores vestidos de colores: margaritas, amapolas y tantas y tantas florerillas que están naciendo en esta estación maravillosa, llamada “primavera”. ¡Dios mío, cuanta belleza!, todo está verde; mires, donde mires, los colores hacen maravillas: azul cielo, blancas nubes, plata de los rayos de sol reflejados en el mar, amarillas margaritas, rojas amapolas, mil colores entremezclados de las flores, ¡que hermosura! Un remolino de color, pasa delante de mi, ¡ah!, dos mariposas preciosas, juguetean entre tanta beldad.
Caminando, pienso en mi ciudad, la visualizo  de mil sabores, colores, culturas diferentes, esta mezcolanza la hace especial, la enriquece. Nosotros los ceutíes nos enorgullecemos de este pedazo de tierra tan especial, anclado en el lugar que le corresponde. También pienso en todos aquellos que por circunstancias de la vida, se han tenido que marchar y vivir fuera de aquí, pero estoy segura que Ceuta siempre, siempre estará en sus corazones y, en la historia de esta tierra,  gravada  a fuego  sus vivencias.
¡Por fin! llego a la cima del monte, que sensación de libertad se vive aquí arriba, a izquierda y derecha se ve el mar, apacible y calmado, su  carácter hoy es bonachón, hay una calma chica que relaja a cualquiera, realizo varias respiraciones profundas y el aire puro del monte y mar entra en mis pulmones…Estas sensaciones son indescriptibles, verdaderamente merecen la pena, con razón mi padre adoraba este monte, estas vistas, esta beldad.
Atrás he dejado el faro; éste, siempre al acecho observando  con su luz parpadeante en semicírculo; queriendo descubrir en un instante los misterios del mar. ¡Oh! ¡Faro misterioso del monte!, ¿cuantas veces has alumbrado a los buques; para que te vieran y se orientaran?, ¿cuantos encallamientos has evitado? Esas respuestas quedan en el aire; quizás las pueda contestar el “Rey Neptuno” testigo de todas tus hazañas.
 Ahora empieza el descenso, es más cómodo, sobre todo para mí; que ya hace rato pasé los cuarenta. Sigo teniendo a mi derecha el mar. ¡Que bonito día hace! ¡Que luminosidad!, corre una brisa tan agradable. El mar esta plácido, algún barquito rompe su monotonía, dejando una estela de pequeñas olas a su paso. Casi al final del camino aprecio como una gaviota se pasea tranquilamente por el mar, de inmediato se  introduce completamente de cabeza en el agua, supongo que su objetivo será,  buscar algún pescado para su almuerzo; de pronto, con una gran rapidez  vuelve a salir a la superficie del agua ¡Que misterio tiene la naturaleza!, el ciclo de la vida continua para todos.
Al final del monte, se me viene al  pensamiento algunos amigos que ya no están, me es  triste y a la vez gratificante,  recordarlos en este lugar; lugar con tanto significado para mí, y para ellos. Don Manuel, cuantas veces nos hemos encontrado haciendo el camino, siempre tenias una palabra cariñosa para mí y mi familia; seguro que donde estés, recordarás esos largos paseos por tu monte preferido; tu imagen ¡ahí! ya es parte del paisaje.
 ¡Monte Hacho! eres una maravilla del mundo, te agradezco de corazón que pertenezca a nuestra tierra; ¡eres parte de todos nosotros!, de los presentes y de los ausentes.

 

                        Ceuta, 30 de Marzo 2008  
                                                                                              Fini Castillo Sempere

 

 

 

NIÑO DE OJOS NEGROS

“A vosotros los de corazones abiertos al mundo, a los que escucháis las voces más profunda de los corazones de las buenas gentes”

 

Realmente nos encontramos en un momento de expectativas, todas las miradas están puestas en ese hombre de cuarenta y siete años, de ascendencia irlandesa y africana, en ese hombre que ha encandilado al mundo con sus formas, con su espíritu dinámico. Todos esperamos con incertidumbre, esperanza y cierta curiosidad su gestión.
Yo diría que el mundo está cambiando, hace unos años, no tantos, era impensable que ocurrieran ciertas cosas, que por otro lado a mi me parece increíblemente positivo; es justo que no se mida a los seres humanos por colores, ni creencias, solo por valía personal. El nuevo Presidente de los Estados Unidos, lo ha demostrado con creces. Barach Obama, ha sido y es, un hombre implicado en las causas sociales, al igual que su madre, ejemplo vivo de solidaridad y lucha por los más deprimidos. No puedo dejar de mencionar y hacer un reconocimiento en estas líneas, a tus abuelos maternos, ellos que se dedicaron a cuidarte y quererte e inculcarte una series de valores…que han florecido con creces.
Ahora le toca señor presidente, ahora le toca luchar por los más débiles, por evitar en la medida de lo posible, todo aquello que destruya la convivencia del ser humano, ahora es el momento de empezar una “nueva era” llena de ilusión y esperanza. ¡Suerte, mucha suerte señor presidente de los Estados Unidos de América!

 

 

NIÑO DE OJITOS NEGROS…

 

Mirada pérdida en la lejanía de dos mundos,
sangre roja y caliente de aquel continente.
Sangre generosa y valiente de tu buena gente,
la mano tendida de tu sangre, tu cuido, su amor.
No importa el color, niño nuestro
Niño de ojitos muy negros. 

El universo te ofrecí, mi cielo;
tu mirada me llenaba el corazón;
tus llantos me dolían tanto, mi amor;
Tu piel me enorgullecía, cada día;
su color me daba fuerza, mi vida;
tu dolor, impregnaba mi alma.
Niño de ojitos negros.

Canciones que cantamos juntos,
de protesta a las desigualdades.
El pueblo es de los hombres,
la razón de los pueblos;
hijo mío, esta es tu historia,
de ti depende escribirla.
Niño de ojitos negros.

Ángel mío, algún día tú serás,
ese hombre de los sueños;
sueños de un mundo mejor,
tu nombre hijo mío, sabrán…
y esa piel tan generosa,
justicia un día impondrá.
Niño de ojitos negro.

 

 

27 DE Enero 2009 

 

Fini Castillo Sempere

 

          

 

 

        Catorce de Febrero

 

    Esta mañana, al alba, y aún en la cama, pensaba en muchas cosas. Mi pensamiento se distrajo en el día de hoy; un día muy especial por estar dedicado, a los enamorados, al menos así está marcado en el calendario, y ahora más, con la sociedad de consumo en la que estamos envueltos. “Los grandes almacenes” ya se han encargado de recordar a todos aquellos enamorados, e incluso a los que no lo están, de hacer un gasto extra en este día, no importa la crisis. Hay que comprar un regalo; desde hace días las televisiones no tienen descanso, nos bombardean con anuncios,  y esto lleva al desespero de los/as personas que estén en paro, o su economía no sea muy boyante. Ya queda atrás el romanticismo de años pretéritos, en los cuales se hacía entrega de una flor a la enamorada, eso ahora, sería insignificante; el obsequio debe ser cuantioso, y si no es así se tacha de ridículo, o aún peor, se puede pensar que el amor va decayendo.
    Hoy me pregunto, ¿dónde quedaron aquellos días?, dónde los enamorados se felicitaban, y el único obsequio eran los besos, y una flor, generalmente una rosa para ella, y una colonia para él. No se esperaba más, solo “el amor”, que era el invitado de honor en aquella celebración. ¡Bendito amor y benditos besos!
    Todo ha cambiado tanto, cuando evoco el pasado,  mis pensamientos se trasladan a aquellos días de mi juventud, donde  los detalles pequeños, que para nosotros eran tan importantes, hoy se ha convertido en un negocio. La sociedad actual, al parecer, está encantada con estos cambios. Ahora todo se hace a lo grande, no nos entretenemos en las pequeñas cosas, que pudiendo ser  insignificante hoy, a nosotros –los/as niños/as del ayer- los que ya peinamos canas, e incluso llevamos de la mano a algún que otro nieto, nos parecían maravillosas. Vivíamos tan intensamente aquellos momentos, aquellos besos a escondidas, aquellos olores de flores y agua de colonia entremezclados, a veces con caricias furtivas en la despedida, bajo el amparo del portal de la casa, o de la última fila del cine. En aquellos tiempos, el decoro y las formas, eran base fundamental de la sociedad en que vivíamos. Hoy todo es tan distinto… Puede que sea mejor, no lo sé, pero se ha perdido el encanto, de buscar aquel escondite, para que fuera testigo de aquellos besos a hurtadillas.
            Aquel día, lo guardo en mi recuerdo como uno de los más importantes; como hoy, también era sábado. Mi cita era a las doce de la mañana, estaba muy nerviosa porque era un día muy especial, yo apenas tenía quince años y mi primer “San Valentín”, junto a él. No sabía ni siquiera si él, sabría del significado de ese día; a mi me bastaba sólo con su presencia, era tan significativo que hubiera venido de la península a verme, -porque allí estudiaba-, eso ya era importante. Acudió a la cita, y de su mano prendía una rosa roja, tan roja como mí corazón, que latía a un ritmo alocado… Hoy estoy segura, que aunque me hubiera traído el mejor de los regalos, no me hubiera sentido más feliz, que viendo esa flor prendida de su mano.
            Cuanto significado tiene la entrega de una flor, ese gesto es suficiente para decir a una persona que se la quiere; para ese menester no se necesita grandes regalos, lo único que se precisa son buenos gestos, gestos de amor, de generosidad. El amor nunca se puede medir por cuestiones materiales, cuantas veces se hacen obsequios desmesurados para intentar equilibrar la falta de comprensión, dedicación y cualquier ingrediente que falte a la receta del amor. A mi me dieron una y os la voy a dar.

            Receta para el amor:

            2 kilos de comprensión
            2 kilos de comunicación.
            2 kilos de dedicación
            5 kilos de caricias
            10 kilos de besos.
            2 kilos de paciencia.
            2 kilos de colaboración
            2 kilos de amistad.
            2 kilos de sinceridad.
            2 kilos de entrega.
            2 kilos de sacrificio.
             

    Con esta receta el guiso del amor puede salir exquisito, ¡¡Ah!! Se puede sazonar con alguna flor roja, un puñado de ilusión e imaginación, y si le gusta más concentrado, puede valer con  algún regalito, aunque esto último es a gusto de consumidor.
    Si falta algún ingrediente, puede que los resultados no sean óptimos.
    ¡¡¡Suerte con la receta!!!…

    Consejo: Para que salga bien la receta, hay que mover cuidadosamente, y estar pendiente, para que no se hagan grumos ni se pegue; mantener siempre la llama encendida, para que el guiso se mantenga  en su punto...
    Importante: Si no se sigue las instrucciones, puede que el guiso se queme o se enfríe, y el resultado será un desastre.

 

        En Ceuta, a 14 de Febrero 2009

                                                                                            Fini Castillo Sempere                             

 

 

           

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              JUSTICIA

 

            Hoy el alba no ha cumplido con su misión de despertarme como cada día, hacía tiempo que mi mente estaba centrada en una familia; una familia que sufre la desesperación de haber perdido a su tesoro más preciado, a su querida hija. No hay un rincón de esta tierra, que no llore esa pérdida, hoy todos nos sentimos envuelto en el dolor y desesperación de una muerte inútil,  que se podía haber evitado si no existiera la maldad desenfrenada.
            Ayer por ser un día tan especial para el amor, nos encontramos con un cielo gris, de nubes plomizas y lloronas, un cielo que envuelve la tierra con un manto negro, de luto. Nuestra tierra está llorando esa muerte inesperada, no nos conformamos y clamamos justicia, ¡justicia, justicia, justicia! Todos somos los padres, hermanos, tíos, vecinos, de esa pequeña flor, sesgada sin el menor de los escrúpulos.
            Al caer el sol, Ayer nos quedamos temblando de pena y sentimientos, no se puede describir la pesadumbre, la impotencia al pensar en lo ocurrido. ¿Cómo es posible que pasen estas cosas? Esta pregunta está en el aire. Esta semana pasada otra joven y madre, quedó sin vida por manos asesina, sus hijos se quedaron sin su amparo para siempre.
            Sevilla, está de luto, está muy triste. El Parque de María Luisa no reluce como de costumbre. El cielo llora las pérdidas de dos mujeres inocentes; el único pecado que han cometido ha sido confiar en quien no debían, en amarlos. La vida, y los encuentros desafortunados se convierten a veces en nuestros enemigos sin darnos cuenta.
            La esperanza hoy se despojó de su traje verde  y se vistió de negro, siempre me habían dicho que es lo último que se pierde, y a “lo ultimo” llegamos ayer el 14 de febrero, que cosas tiene la vida: ¡El día de los enamorados! El horizonte, los árboles, las flores, hoy no tienen color, se aprecia desde mi visión en tonos grises, plomizo, yo diría casi negro. La ilusión se ha retirado, no tiene razón de estar en un día triste  como el de hoy. En estos momentos sólo tiene cabida “La justicia”.            
            Es verdad que Sevilla tiene hoy un color especial, un color negro, un cielo gris, unas nubes que lloran la ausencia, un pueblo desencantado, sin esperanza de volver a ver a unos padres sonreír; sus sonrisas quedaron congeladas aquella noche. El sol saldrá nuevamente, pero ya nuca lo verán resplandecer en su intensidad. La vida sigue, no puede ser de otra manera, entre todos tendremos que emprender el camino, y a vosotros coger vuestras manos para ayudaros a llevar esta carga tan pesada.
            Sevilla, volverá a ser lo que era, pero en su memoria, en sus jardines, en sus flores, en sus calles y plazas llevarán el recuerdo de  tus diecisiete años, prendidos  de tus sonrisas y anhelos… Y en esa tierra quedará siempre gravado tu nombre, tu esencia y el sentimiento de todos los que hemos sentido tu marcha…  

           
      Ceuta, 15 de Febrero 2009    

                                                                                               Fini Castillo Sempere

 

    

 

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CARNAVAL

                        “Todo es posible, dejar volar la imaginación…”

           
    Ayer, antes de terminar el día teníamos una pregunta. ¿Lloverá mañana? Hoy lo primero que he hecho al levantarme es mirar por la ventana, y lo que he visto me ha ocasionada tristeza, no por la lluvia en si, sino por las ilusiones perdidas de muchas gentes, porque hoy es un día especial de carnaval. Demos tiempo a ver, si el día se deja querer por el sol, o por la ausencia de la lluvia.
    Si, hoy es un día muy especial en nuestra ciudad; se ha preparando una gran “cabalgata carnavalera”, donde mucha gente participa -si el tiempo lo permite- sobre todo los pequeños que viven este día con una ilusión infinita. 
    No sé que pasará hoy, pero me voy  permitir echar a volar mi imaginación y   escribiré como sería el día, que si Dios quiere, viviremos más tarde.
    Ceuta se viste de carnaval, es increíble el esmero e imaginación que se le echa a la hora de poner en escena la gran cantidad de disfraces, la participación es masiva, se vive en las calles la alegría, los colores, la música. Se canta y se baila al son de las orquestas que se suman a la gran cabalgata.

                        Carnaval, carnaval, carnaval te quiero,
                        Carnaval, carnaval, carnaval te adoro…

            Todo es alegría y contento, un grupo de mayores este año disfrazado de jóvenes, alborotan como los primeros, su alegría se hace notar, y por que no decirlo, su vitalidad es increíble, parecen que poseen en este día el don de la juventud. Cantan, baila, brincan sin cesar. Sus risas vuelan envolviendo las calles, los espectadores disfrutan viendo el espectáculo y se contagian de esta alegría desenfrenada, característica  de los carnavales.
    De pronto como una diosa, aparece la reina del carnaval, envuelta entra plumas de mil colores. Su carroza es espectacular, en ella van las ninfas como apariciones salidas del cuento de las mil y una noches. El colorido y la fantasía es la seña de identidad de esa carroza, sumado a la belleza de esas jóvenes ceutíes que con sus sonrisas alegran el carnaval de esta tierra.
    Numerosas carrozas vienen repletas de niños, sus caritas reflejan la felicidad del momento; saludan con sus manitas a sus padres, que les siguen al ritmo de la velocidad lenta de la carrozas. ¡Qué orgullosos se sienten ellos, de sus hijos!  Una brujita muy pequeña, dice: mamá, papá, y acercando la manita a su boca  tira un beso.
            ¡Atención, atención! Estén atentos, que un poco más arriba, se encuentra  una banda de bandidos y piratas, cuiden de sus bolsos y tesoros, que vienen dispuestos a robar todo lo que se ponga en su camino.
    Cuantas princesas, hadas, ángeles, nomos, duendecillos; pareciera como si la calle se hubiera convertido en un gran bosque. También está Blanca Nieves, la Cenicienta, con sus mejores vestidos; quieren asistir al gran baile de carnaval de nuestra Ceuta, igual allí encuentran a su príncipe azul. Los súper héroes no han querido perderse esta gran fiesta y vienen para la ocasión.
    ¡Sorpresa! la familia real también está invitada, vienen todos, incluso la reina madre; el carnaval lo puede todo, sino dejaría de ser carnaval. Sus majestades nos regalan sus mejores sonrisas y nosotros como buenos españoles les agradecemos su presencia en nuestra tierra.  ¡Qué veo! El presidente de la ciudad, viene bailando a son de la música, ¡ah! Parece que veo visiones porque, Juan Vivas, se ha multiplicado al menos por ocho, ¡cosas del carnaval!
    Pueblo de Ceuta, disfrutar de este día, y si hoy no se puede salir a la calle, por motivos climatológicos, vendrán muchos, muchos años y muchos carnavales y ahí estaremos nosotros, los caballas, viviendo nuestro Carnaval. 
           
     Ceuta, 28 de Febrero 2009 


                                              
                                                                                        Fini Castillo Sempere

 

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                                           Mi amiga, ¡mi hermana!

 

    Ayer no fue un buen día, sonó el teléfono, temblé no quería cogerlo; sabía que ese sonido me traería malas nuevas, tenía el presentimiento de que ese día estaría marcado en mi vida. Ese día lo recordaré siempre, amiga, como la despedida de ti, amiga, con un hasta siempre.
    Quiero reírme al recordar aquellas charlas, éramos cómplices de tantas cosas, amiga, de tantas cosas…Mi casa era tu refugio, aquí juntas como dos niñas alocadas, inventábamos miles de locuras, para después algunas de ellas llevarlas a cabo, me acuerdo de tantas cosas, cosas que algunas se nos quedó guardadas para siempre, en el baúl de las tareas inacabadas. Quizás algún día, allá donde nos encontremos decidamos llevarlas a cabo, quizás algún día…
    Aquel Otoño, con solo veintisiete primaveras, te marchaste de nuestro lado; cerraste los ojos y sin más te fuiste, querías recorrer otros mundos, y no me avisaste, amiga, no me avisaste, te fuiste sola, con tu alegría a otra parte; quizás a los montes, o a los cielos, tal vez al mar, eso solo tu lo sabes, amiga, te fuiste sola, con una maleta cargada de nuestro cariño, amiga, de mi cariño.
    Tu sonrisa ya no estaba, tu cabello negro ya no peinaba, tu olor mi casa ya no impregnabas; mi ropas, amiga, ya no usabas; las tuyas tampoco ya estaban; sólo tristeza, amiga, mi corazón embargaba.
    Mis sueños ya sólo son míos, porque en ellos  tu ya no estabas, ¿te acuerdas de nuestras ilusiones? De nuestras charlas hasta la madrugada. Quise hablarte, amiga, pero tú ya no estabas, me asomé a la ventana y a lo lejos vi una estrella, y ella me guiñaba. Por un momento pensé, que allí, amiga, tu estabas. Te mandé un beso, amiga, cerré los ojos y te sentí, sentí tu aroma, tu fragancia, tu alegría y tus canciones. Ahora estoy segura, amiga, que allí tú te encontrabas… 

 

    En Ceuta, a 29 de enero de 2009
      

                                                                                        Fini Castillo  Sempere

 

 

 

  

 

EL SOL SALIÓ PARA NUESTRO CARNAVAL

 

 

    Todos los ojos de los carnavaleros estaban puesto en el cielo, todos se preguntaban si escamparía; a primera hora de la mañana era una incógnita. Hacía la dos de la tarde, las nubes que tapaban el cielo, se fueron retirando a sus aposentos para el regocijo de todos los ceutíes, que esperaban este milagro con gran ilusión.
    Los teléfonos sonaban sin parar, unos a otros se comunicaban que el cielo estaba abriendo sus puertas y las nubes se desvanecían ¡por fin había dejado de llover! La gran cabalgata carnavalera saldría, porque así lo había decidido la climatología, que había ordenado a la lluvia desaparecer por este día tan especial para todos.
    A primera hora de la tarde empezaban los preparativos para el gran desfile, los participantes y los espectadores se preparaban sus disfraces. Ceuta se torno distinta por unas horas, se llenó de colorido y entusiasmo. Desde antes de la seis de la tarde se empezaba a ver por las calles un desfile de damiselas, princesas, piratas, monstruos, animales, enfermeras, médicos, empleados de la limpieza,  y un sinfín de disfraces que sería complicado enumerar por la cantidad.
    La gran cabalgata estaba lista para salir desde la plaza de Maestranza, allí era el lugar donde todos los participantes se dieron cita para llenar las carrozas dispuestas a tal fin. Cada carroza simulaba un motivo, y así se disfrazaban los que pertenecían a cada carroza. De pronto, aparece un barco pirata, cargado de estos hombres y mujeres delincuentes del mar, sus aspectos asustan, aunque entre ellos destaca alguna bella pirata. Mas adelante otra carroza viene repleta de payasos y de risas, de esos pequeños pertenecientes a un colegio de la ciudad.
    ¡Qué bonito y alegre es el carnaval de esta tierra! La Calle Real está vestida de fiesta, se ha puesto el mejor vestido de luces y está preciosa, aún con su antifaz. Los ceutíes disfrutamos de nuestras fiestas, y participamos de ellas con ilusión. Las calles se llenan de nativos y foráneos que quieren disfrutar de este colorido sin igual. El rey Momo  estará contento, habrá comprobado como se han festejado este año los carnavales, su fiesta. No han faltado tampoco a la cita los gigantes y cabezudos, que han adornado con la gracia que los caracteriza las calles;  algunos chiquillos han llorado al verlos, otros han reído, años tras años se repite la misma historia.
            Los “Popis”, como cada año han animado con su pasacalle estas fiestas carnavalera, es un grupo de hombre, mujeres y niños que cada carnaval se esfuerzan por estar presentes y alegrar en estos días las calles de nuestra Ceuta. Esta vez lo habéis conseguido con creces, sois los mejores por eso lograsteis ganar  “la copa”.
            Las chirigotas y comparsas han llenado con su gracia las plazas y   nos han hecho pasar unos ratitos muy agradables, ¡ah!, sin olvidar al “cuarteto” que este año ha estado genial -es el comentario generalizado-, realmente se han merecido al igual que la comparsa y chirigota los premios obtenidos. El jurado ha estado este año muy acertado en otorgar los reconocimientos.
    Desde estas líneas, quiero dejar constancia el buen trabajo de los comentaristas en la televisión pública durante toda la semana del carnaval 2009, ¡buen trabajo! Gracia a vosotros se ha podido disfrutar no solo del carnaval de este año, sino de años pasados.
    El carnaval 2009 ya ha pasado a la historia, a partir de ahora hay que empezar a preparar el del año 2010, para volver a llenar de sonrisas y fantasías nuestras calles, nuestras plazas y hogares. Hay que empezar a preparar las coplillas de los pasodobles, de los  cuplés y de los popurrís que el año que viene se cantaran por todas las esquinas. Ceuta prende con cariño cada año en su corazón las ilusiones carnavaleras de sus hijos. El próximo año en el mismo lugar nos encontraremos y si Dios quiere, allí estaremos…

 

                       
         Ceuta, 2 de Marzo 2009          

                                                                            Fini Castillo Sempere.

 

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        ¿CUÁNTAS VECES ME PREGUNTO…?

 

 

            Llevo un rato delante del ordenador, y no sé  como empezar a plasmar todas mis preguntas. Sólo hay que mirar la pequeña pantalla, la que se ha adueñado de parte de nuestras vidas, y ver  el telediario y entristecerse; casi nunca hay una noticia buena, pasan tantas cosas malas cada día, que  nos hemos acostumbrado a oírlas, y ya las asumimos sin más. Estamos viviendo unos momentos muy duros y difíciles en todos los sentidos. Una y otra vez me pregunto: ¿Por qué hay tantos maltratadores? ¿Por qué hay tanta ambición? ¿Por qué existen las guerras? ¿Por qué tanta inseguridad ciudadana? Hay tantos por qué, que la lista sería interminable. Mi mundo de la infancia, no tiene nada que ver con el de mi madurez, el momento social que vivimos es tan diferente al de hace casi medio siglo atrás.
            Yo nací a mediados de los años cincuenta, era todo tan distinto. Nuestros padres estaban tranquilos en sus casas, mientras nosotros jugábamos en la calle, ¡benditos juegos y benditas calles! Hoy es casi imposible que nuestros menores disfruten de sus barrios y de sus calles, sin el temor de que les ocurra algo malo o desafortunado.
            Recuerdo aquellos días hermosos de verano, cuando todos los chiquillos nos reuníamos a la luz de las estrellas, sentados delante de nuestras casas; y allí contábamos historias, muchas veces de miedo, que luego al recordarlas una vez en la cama, se nos ponía de miedo, los vellos de punta, y teníamos que taparnos  la cabeza con la sábana, hasta que empezábamos a sudar el calor del mes de agosto. Otras veces jugábamos a las chinas, a los cromos, al piso; juego de niñas. Cuando llegaban los niños, los juegos eran distintos: Pingo;  Pingo número uno…,  al escondite, balón tiro, y otros… Como recuerdo esos días maravillosos y ahora nostálgicos de aquella  infancia feliz; bien es verdad, que se tenían menos cosas materiales, casi ningún juguete, pero contábamos con la luna y  las estrellas que alumbraban nuestros juegos infantiles.
 Recuerdo las voces de nuestras madres que como un reclamo, nos llamaban para finalizar  nuestra estancia bajo el manto estrellado del firmamento.  Era la hora de recogida; a mí, mi madre siempre me llamaba la primera, y como una cantinela le decía: «mamá, déjame un poquito más…», y ella en su generosidad, me contestaba: «bueno, sólo un poquito» No había trascurrido quince minutos, cuando nuevamente oía su voz cantarina llamándome, ahora sabía que era el último repique de su voz en ese día de verano.          
En nuestros juegos, también contábamos con una pelota, ella era inseparable, junto con una cuerda para saltar a la comba, y algún metro de elástico, ¡ah! Se me olvidaba mencionar aquel trozo de mármol, que nos servia para jugar al piso. Cuantas horas de distracción teníamos con esas pequeñas cosas. De vez en cuando nos acercábamos a la playa que había cerca de mi casa, y cogíamos unos chinos, en total cinco pequeñas y redondeadas chinas, las cuales nos servían para jugar con ellas en el suelo, con una habilidad pasmosa. A mí, ese juego me fascinaba, y era casi una maestra en ello; ahora de vez en cuando, cuando voy a la playa, no puedo resistir recoger algunas chinitas, y como una niña traviesa cuando nadie me ve, saco las piedrecitas, me siento en el suelo y durante un rato recuerdo mi tierna infancia.
            Hoy en día, nuestros niños tienen muchas cosas materiales: juguetes de todo tipo que salen al mercado, maquinitas electrónicas, móviles, ordenadores, y un sinfín de artilugios, a cual más sofisticado. Es increíble ver a niños tan pequeños y con unos móviles últimos modelos, realmente es increíble. Me pregunto, serán los niños los que exigen tanto, o seremos los padres que no sabemos que ofrecerles a nuestros hijos, aunque algunos de  éstos críos, no cumplan con sus obligaciones de niños como antaño, tales como estudiar y portarse correctamente. ¿Será que los padres no sepamos educar a nuestros hijos? ¿Será que los padres confundamos disciplina con otra cosas? ¿Será que los padres no sepamos poner límites? Después de hacerme tantas preguntas y meditar mucho sobre ellas, he llegado a la conclusión, no sé si acertada o no, que a los hijos, desde muy pequeños hay que ponerles límites, educarlos con mucho amor pero con disciplina, y sobre todo con valores, a saber: el respeto a las personas, animales, medio ambiente y cosas, tolerancia, diversidad, solidaridad, en definitiva educar en valores positivos, porque ello redundará en que ese pequeño, crezca como persona, beneficiándose de ello, el mismo y la sociedad.

 

    Ceuta, 5 de Marzo 2009-03-05

                                                                                                Fini Castillo Sempere

 

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     DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

 

      Cuantos años y días han tenido que pasar, cuantas reivindicaciones por parte de muchas mujeres, de mujeres luchadoras que han ido a través de los años pidiendo lo que por derecho les corresponde: “la igualdad” con respecto al hombre. Una sociedad necesita para estar sana, que los hombres y mujeres que conforman el todo social, se midan  con los mismos derechos; de no ser así, nunca habrá equilibrio ni equidad, y diremos que la sociedad está enferma, porque no es una sociedad justa.
    Se elige el día ocho de marzo, como recuerdo a aquellas ciento cuarenta y seis mujeres trabajadoras, que murieron quemadas en una fábrica de textil en Nueva York;  este hecho horrible, se produjo cuando este grupo de mujeres, se encerraron en la fábrica para protestar por los bajos salarios y las pésimas condiciones de trabajo que sufrían. La respuesta que obtuvieron fue muy distinta a la que esperaban; les lanzaron bombas incendiarían para que abandonaran el encierro. La crueldad fue manifiesta y estas mujeres, como heroínas perdieron la vida defendiendo lo que creían de justicia.
    Fue en 1977 cuando la Asamblea General de Naciones Unidas a través de una resolución proclamó el día 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer. Y en este día, cada año se llevan a cabo acciones para reivindicar la igualdad de la mujer, y reconocer públicamente el esfuerzo de aquellas otras que con su lucha, han ido alcanzando derechos en iguales condiciones al hombre.
     La mujer ha conseguido avances y conquistas, pero aún queda mucho camino por recorrer; hay que tener presente cuantas mujeres están sufriendo numerosas discriminaciones en diferentes ámbitos: en lo social, laboral, cultural, económico… En muchos países de este mundo actual, la mujer no está considerada, no se les reconoce los derechos más fundamentales, todavía siguen sufriendo las presiones sociales y familiares. Mientras este fenómeno exista en cualquier parte del mundo, las mujeres estaremos sufriendo esa discriminación, porque cuando una mujer es vejada por el hecho de ser mujer, todas las mujeres del mundo nos solidarizamos con ella, esa es nuestra causa: “la igualdad y el respeto”
    A lo largo de la historia hemos comprobado la lucha de muchas mujeres, incluso poniendo sus vidas en peligro. Gracias a ellas, se han conseguido  derechos tan importantes como el voto femenino. Los derechos de las mujeres son inalienables, integrantes e indivisibles de los derechos humanos universales, por tanto no debería existir ninguna discriminación por sexo, ello iría en contra de los derechos fundamentales del ser humano.
     La mujer cada día, sobre todo en los países más desarrollados, van adquiriendo su posición igualitaria en la sociedad, es una lucha constante, porque la sociedad machista lucha para no perder su supremacía; temen dejar de mover el mundo a su antojo, ven a las mujeres como un peligro. Afortunadamente, en los países democráticos, los derechos están garantizados, la diferencia entre hombre y mujeres van desapareciendo, aunque todavía en la realidad hay que limar muchas asperezas, sobre todo en el ámbito de lo privado.
    Mujeres y hombres del mundo, luchemos por conseguir un mundo de participación en la igualdad;  que nuestras hijas tengan los mismos derechos que nuestros hijos,  crear un mundo donde todos tengamos cabida y la igualdad sea nuestra seña de identidad. Luchemos por que las mujeres puedan decidir por ellas mismas, que no coarten  su libertad, que decidan su futuro y su presente.
    Desde estas líneas me solidarizo con aquellas mujeres, que al día de hoy son agredidas por una sociedad injusta, por un entorno lleno de discriminaciones y ataques por el hecho de ser mujer. Me solidarizo con aquellas mujeres que sufren malos tratos físicos y síquicos a manos de hombres despreciables, que usan la violencia para ocultar sus frustraciones y complejos. Me solidarizo con aquellas niñas que sufren de maltrato cultural y desde muy pequeñas sufren las desigualdades en un entorno hostil por motivo de sexo.   
    Hombres y mujeres, hagamos un mundo lleno de ilusión, de amor y solidaridad, donde cada uno de nosotros tengamos nuestro espacio, nos podamos desarrollar en una sociedad libre y paritaria, y donde el respeto al hombre y a la mujer sea la primera piedra para construir un mundo lleno de generosidad e igualdad entre los seres humanos. 

 

         Ceuta, 8 de Marzo 2009              

                                                                                   Fini Castillo Sempere.

 

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EL SENTIR DE MADRE

 

    Cuanto puede sufrir una madre por su hijo es imposible de cuantificar; a lo largo de la vida se sufre mucho por ellos, se tiene mucho miedo a que les pueda pasar algo malo. Cuando  se ponen enfermos, la angustia es tremenda, las noches se hacen interminables y la fiebre es el peor enemigo. Cuando no encuentran  trabajo o  cuando alguien no los mira bien, el corazón se te parte de dolor. Si  por cualquier causa a tu hijo el dolor le alcanza,  ellas, las madres,  como si fueran la misma alma, también sienten  el mismo dolor, que a veces, incluso,  un poco más… Los hijos son los tesoros más preciados, es el alma de la madre, es su esencia, es su ser. Desde el momento de la concepción, la madre ya siente en su seno a su hijito o hijita, y desde ese día como un torbellino de emociones comienza el camino hasta el final de sus días.
    ¡Madre, mamá, que palabra tan grande!, y si os fijáis, sólo tiene cinco y cuatro letras, sin embargo, encierra  todo: grandeza, amor, dedicación, entrega. Otro rasgo de una madre es que nada más  puede “ser ella y sólo ella”. Para reconocernos  debemos necesariamente que acercar nuestra mirada, y ahí en la profundidad infinita de sus ojos, nos veremos reflejados como en un espejo, y ahí en esa cercanía, rozando sus labios, encontraremos nuestras raíces.
    Cuando somos pequeños no valoramos sus sacrificios, solamente  la necesitamos para poder desarrollarnos con normalidad, creemos que siempre van a estar ahí para protegernos, pasan los días y los años y no tenemos conciencia de que sus cabellos se tornan primeros grises y posteriormente blancos. Es un proceso natural pero cuando llega nos coge desprevenidos.
    A mí, ya me ha tocado llegar al punto de contemplarla, y comprobar que sus cabellos ya están blancos y el rostro ajado por las arrugas. La miro, y casi no la reconozco. Está cansada, casi ha recorrido ya su camino, y por ley de vida, y si Dios lo quiere así, a mí me dejará a la mitad del mío, siendo también abuela y en plena madurez. Esta idea me asusta, me ocasiona una sensación desagradable y me pregunto: ¿Qué será de mí, cuando ella se haya marchado? ¿Quién se preocupará de mí como ella? El amor de madre es tan puro, tan de verdad… Hago un movimiento de cabeza con el objeto que esta idea se me desmorone en un instante. La vuelvo a mirar y ella ajena a mis pensamientos, dormita, de vez en cuando abre los ojos nos mira y como la que se le ha hecho tarde, pregunta: ¿Qué hora es?
    Es indescriptible la sensación de ternura que puede ocasionar la mirada cansada de un rostro adornado con mil arrugas. Los ojos empequeñecidos, vidriosos y blanquecinos por el efecto de los años, dan a su cara la majestuosidad de la vejez. Ella ahora se siente tan vulnerable, tanto como cuando era un bebé, la diferencia es que en aquellos años, la cuidaba “sa mare” y ahora la cuida “sa filla.” Lo que estoy segura madre, es que tu amor es insustituible, ningún amor hacía mí, será como el que me has entregado desde el día que me concebiste, estoy segura,  que lo que tú me profesas, nada más y nada menos es “amor de madre,” amor puro, desinteresado y verdadero.
    Cuando era niña, pensaba que mi madre siempre estaría conmigo, nunca la imaginé como niña, pero tampoco como anciana; el tiempo me ha enseñado que estaba equivocada, que cada uno de nosotros emprendemos el camino de la vida, y en cada esquina vamos prendiendo en nuestros cuerpos los surcos del tiempo. Nuestra conciencia va apareciendo lentamente dejando atrás la inocencia de la niñez. Nuestra personalidad se va formando según nuestras vivencias en un ambiente determinado y los ingredientes necesarios para que ésta se consolide, y seamos personas adultas impregnadas de los valores necesarios para desarrollarnos libremente.
    Debemos cuidar y mimar a nuestros mayores con tanto amor como nos cuidaron ellos cuando éramos pequeños, la única diferencia es el tiempo, la textura de la piel, el color del cabello, el brillo de los ojos, porque el corazón es el mismo, no tiene edad, y ese corazón necesita el calor, la dedicación y el amor de los hijos, sobre todo en esa etapa de la vida; es el momento de demostrarles todo lo que ha significado para nosotros su amor desinteresado, su dedicación y su entrega, es ahora cuando realmente ellos nos necesitan.
    Según veamos actuar a nuestros padres con sus mayores, así responderemos nosotros con ellos, por eso es tan importante tener unos buenos referentes, ello es la base de obtener valores que nos dignifiquen como personas. Los padres, siempre va a defender a sus hijos, a consta de cualquier cosa ¿Qué padres abandonan a su hijo voluntariamente? ¿Qué hijo abandona a sus padres?  Supongo que hablaran las estadísticas. Como siempre las acciones califican o descalifican los comportamientos humanos.
    La vida es como un carrusel, da vueltas y vueltas, en cada vuelta nuestros cabellos se van tornando blanco como la nieve, y nuestra piel adquiere la licenciatura de la vida, y qué decir de nuestras vivencias, que quedan guardadas en nuestra memoria y esa será nuestra historia, la historia de nuestras vidas. Cuando cada uno de nosotros emprendamos el largo viaje sin retorno, podremos llevarnos nuestras buenas o malas  acciones, pero nada más, en el equipaje no hay cabida para las cosas materiales. Nuestra alma volará ligera de equipaje.
    Cada día le doy gracias a Dios, por permitirme disfrutar de ella en sus ochenta y tantos años, es muy reconfortante mirarme en sus ojos blanquecinos ya por el paso de los años, me miro y en ellos me encuentro. Cuando mi memoria vuela a los años 60, ella está allí,  y  como la más bella de las mujeres, me embelesa cuando la veo reír, y sobre todo cantar aquellas coplas de “Marifé de Triana, o doña Concha, la Piquer”. Ahora a veces la escucho tatareando aquellas canciones, entonces comprendo que es ella, la misma que me embelesaba con su belleza de treinta y tantos años. Ahora madre, me quedo con tu mirada, a veces pérdida en algún episodio de tu vida, de tu niñez o quizás de tu vida junto a tu amor. Ahora madre, me quedo con tu belleza de anciana, con tus miedos irracionales, me quedo con tus recuerdos de madre cuidando a su pequeña; en una palabra que quedo con tu “amor de madre”..

 

    Ceuta, 23 de Marzo 2009          
                                                                                                      Fini Castillo Sempere

 

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                     NIÑA DE OJOS TRANSPARENTES

 

Ella ya no está entre nosotros, pero si, su recuerdo, sus canciones, su personalidad. Sus ojos claros se antojaban como riachuelos transparentes en un día soleado, ¡que luminosidad desprendían aquellos ojos verdes! Llenos de vida e ilusión. Ella era muy joven cuando se vio envuelta por la fama, era la cantautora por antonomasia, su voz rasposa -como alguien la ha definido-, embelesaba a los enamorados de la época.
            Un día dijiste: “mañana me iré despacio sin dejar ninguna huella” y eso no es verdad; te has ido rápido, volando con tus alas de cristal y dejando una huella muy profunda en los corazones de muchas gentes, al menos en el mío. Cuando era una joven, allá en los años 70 de eso hace ya años, te escuchaba en mi pikú, cerraba los ojos, y me quedaba extasiada ¡que voz tan bonita! Aquellos días, aquellas canciones tuyas, las llevo guardadas en mi memoria, y ahora a los años, te escucho y tu voz me traslada a aquel mundo de adolescente; ya ves, eres parte de mi historia, y tú ni siquiera lo sabías. Ahora siento tu pérdida, como si alguien muy cercano a mí, se hubiera ido a las estrellas.
            El lunes Santo del 2009 quedará grabado en la historia, como el día que te fuiste a formar parte del firmamento; ese día el cielo contó con una nueva estrella, y desde aquí, miraré algunas  noches al cielo y allí te descubriré, memorizaré aquellas canciones que me han encantado cuando jovencita, y me siguen emocionando al día de hoy y para siempre, porque tu voz rasposa ha llegado al corazón de mucha, mucha gente.
            Mujer soñadora y comprometida, te has ido remando, quizás huyendo de la soledad, quizás porque así estaba escrito, quizás porque ya habías escrito todos los poemas que tenías que escribir, quizás porque el mundo ya está en su lugar, quizás porque el amor siempre casa con …¡Oh, oh, oh, oh!
            Niña de ojos claros, escritora de bonitos poemas, y de bonita voz, te has marchado como querías: silenciosa. Tus poemas y canciones las tendremos para siempre, para mí  es un regocijo tenerlas  y disfrutar de ellas, si, indiscutiblemente para mí, es un lujo, ¡gracias por haberme dado tan grandioso regalo!

 

 

            Un día de primavera, el cielo lució una nueva estrella
            Su brillo nos iluminó, y dedicó su mejor canción;
            Canciones de amores y desamores,
            De encuentro y desencuentro, de pasiones

            Sonrisas, nostalgias, recuerdos
            de unos ojos claros, de un sueño
            Una voz inconfundible, unos versos
            De una joven, llena de ilusiones.

 

                En un pueblecito, 8 de Abril 2009              
                                                                                               Fini Castillo Sempere

 

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RECUERDOS

                                       

Al  asomarme a la ventana, tras los cristales, descubrí  el sol que ascendía hacía el cielo con tal rapidez,  que sentí la misma sensación de mareo que, siendo niña, sentía  al dar vueltas y vueltas sobre mí misma. La luminosidad cegó por un momento mis ojos, y al momento noté una sensación de tal calidez, que me trasladé por un instante a  la puerta del comedor de mi casa; a mi patio, donde una estrecha calle separaba la cocina y las habitaciones, y allí sentada, en   mi sillita de nea,  veía el resplandor del sol en el cenit de su locura, en el cenit de su ascensión hacia el cielo, cualquiera diría que buscaba desesperadamente al Creador.
Quizás hoy me embarga la nostalgia, tal vez me haya influido la noticia de la desaparición de la cantautora Mari Trini, aquella muchacha que me dedicó tantas horas con sus bonitas canciones, canciones que salían de aquella aguja de un pikú que mi padre me compró en “Comercial Africana” Recuerdo aquella voz única, era como un bálsamo para mí, y supongo, que para todas las jovencitas de la época; sobre todo cuando se necesitaba oír una voz amiga para que nos consolara del mal de amores de aquellos días. Su voz era como aquella estrella perdida en el jardín de alguna casa. Su voz, recorrerá como el viento el mundo, y su dulzura embriagará para siempre como el mejor licor, el corazón de todos tus seguidores, de todos tus fans. Te has ido, como has querido, sin espavientos; como una estrella, y tu luz, lucirá siempre.
Irremediablemente el tiempo ha pasado, algunas personas amigas ya se han quedado en el camino, y otras seguimos caminando, Dios sabe hasta cuándo; pero lo cierto es que la vida sigue, y nuestra generación  lleva un gran trayecto andado. La juventud actual viene pisando fuerte, tan fuerte que son casi autónomos en la toma de decisiones; no importa que todavía dependan económicamente de los padres, eso ahora no importa. En mi juventud era impensable hacer algo sin el debido permiso, me refiero a cualquier cosa sin importancia, como por ejemplo: salir el día de fin de año a un cotillón,  o llegar un poca más tarde de las diez de la noche a casa. Ahora te dicen: “papis, me voy de viaje a… necesito tanto…”Así es ahora, y claro, como se suele decir: “no hay que poner puertas al campo”, “es otro momento social”; y desde luego que es así, a esta juventud le ha tocado vivir este momento, a nosotros nos tocó el nuestro. ¿Es este mejor o peor que el que nos tocó vivir a nosotros? Pues realmente no lo sé, de lo que si estoy segura es que si me hubiera tocado vivir la juventud actual, hubiera actuado igual que los jóvenes de hoy, de eso no tengo la menor duda.
De lo que también estoy segura, es que los padres padecemos mucho la salida nocturna de los jóvenes, nos asusta la carretera, la inseguridad, la violencia y tantos peligros que nos hacen  vivir sobresaltados; sobre todo los fines de semana. Hoy en mis pensamientos nostálgicos, he descubierto que mis padres, al igual que todos los de aquella época, no vivían tan angustiado, simplemente, porque no existían motivos para estarlo. Bueno tengo que reconocer que la preocupación principal la tenían con las “hijas” por eso del “honor” ¡Uf! Menos mal que ese concepto ha cambiado, ¡menos mal!... Hoy día, los hijos y las hijas se miden con los mismos parámetros, eso denota que vamos caminando hacía una sociedad igualitaria, una sociedad de hombres y mujeres con los mismos derechos y obligaciones, una sociedad libre de ataduras por razón de sexo. 
Ellos, nuestros hijos, algún día comprenderán nuestros desvelos y preocupaciones, algún día, cuando ellos sean padres y les toque ser los guardianes de sus hijos, sus mayores tesoros; se darán cuenta, comprenderán nuestras inquietudes, nuestros miedos, y ese día, seguro que nos abrazarán de una forma especial, comprendiendo que nuestras  únicas intenciones eran protegerlos.

 

            Ceuta, 11 de Abril 2009                 
                                                                                     Fini Castillo Sempere

 

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           OJITOS TRISTES

“A ti, Gabriela, por tu dedicación a una causa justificada, sigue siempre luchado por tus sueños...”  

                               

     Hoy hablando con mi sobrina Gabriela, veterinaria de profesión y de vocación “sus animales”. Mujer entregada en cuerpo y alma a estos seres indefensos del reino animal, que la mayoría han sido abandonados o maltratados por la crueldad de aquellas personas que no tienen corazón, y si lo tienen  son capaces de hacer daño de manera gratuita a algún animal que se les cruce en el camino; yo diría que lo tienen  negro como el carbón.
     Afortunadamente, para compensar la maldad  de algunas personas,  existen otras, que  dedican su tiempo y  de manera altruista al cuidado de esos perros y gatos y otros animales, que han sido abandonados por unos dueños irresponsables. Generalmente, por haber cedido al capricho de algún niño, que en un momento han querido hacerse cargo de una mascota -capricho del momento-, como si éstas fueran un juguete y  posteriormente, una vez cansado del compromiso de cuidarlo, abandonarlo sin más.
     Solo hay que mirar a los ojitos tristes, de esos animales indefensos cuando son abandonados en la ciudad o  en el campo… Ellos no saben porque sus dueños los tratan así, si su único pecado ha sido estar siempre a su lado como el más fiel de sus amigos. De la noche a la mañana, perciben un cambio radical en esos niños y adultos que, pasan   de ser queridos y expuestos como si fueran peluches,  a recibir en algunos casos malos tratos, e incluso abandono por parte de aquellas personas que son tan importantes para ellos. En el caso de los caninos, incluso estarían  dispuestos a dar  la vida por aquellos que son capaces de actuar de una manera inhumana -seguro que sería así-, si los pusieran a prueba. Habría mucho que aprender de las acciones de estos caninos, para la vergüenza de algunos humanos.
      ¿Como es posible, que existan personas tan crueles? Sólo hay que ir en carretera en verano, para ver la cantidad de animales abandonados en ella. Hay veces que ni siquiera se molestan en abrirles las cajitas donde van metidos; los dejan a su suerte  a pleno sol, por supuesto muchos de ellos mueren a las pocas horas de ser abandonados. Otros,  lo hacen abandonándolos sueltos en el asfalto, quedando la mayoría de ellos aplastados bajo los neumáticos de los vehículos que circulan a gran velocidad. El escenario de las carreteras en verano es penoso, por no emplear la palabra “dantesco”.        Esto que estoy relatando, es la pura realidad, soy testigo de ello. Existen  personas que no tienen sentimientos y  dejan a sus  macotas abandonadas a su suerte; a aquellos  animales que han convivido bajo el mismo techo y les han hecho miles de carantoñas y muestras de cariño. Yo me pregunto ¿Es qué estas personas no tienen corazón? ¿No se les mueve nada por dentro del cuerpo, al ver esos ojitos tristes cuando los miran, pidiendo solo un poco de amor? Si, esos ojos están llenos de devoción hacía ellos. ¡Pobres animales inocentes!, que desconocen hasta donde pueden llegar la actuación de dueños sin escrúpulos. ¿Como pueden ser capaces con toda la frialdad del mundo llevar a cabo esa acción? ¿Es qué acaso no tienen conciencia? Seguro que hay soluciones alternativas, pero claro, para eso hay que molestarse, y ellos quieren acabar con el problema lo más rápido, utilizando el refrán: «muerto el perro, muerta la rabia.»  De igual manera os digo que a las personas, se las definen por sus acciones, y si hay algunas que son capaces de maltratar a un animal, quedan por tanto completamente definidas.
      Otro tema preocupante con respecto a los animales, son los malos tratos que sufren algunos, cuando caen en manos depredadoras, que los utilizan para fines lucrativos: cuidados de fincas, caza, etc. Y no los tratan bien,  se creen con derecho de maltratarlos, como si eso fuera una acción normal. ¡Por Dios, es una barbaridad!  ¿Es que ellos, no sienten el dolor, el hambre, el frío? Pues de igual manera sienten esos pobres animales que han tenido la desdicha de caer en sus manos. Sólo pensar por un momento que sentiríais si os vierais amarrados por el cuello con una cadena de escasos metros; pensarlo por un momento. Se me viene a la mente, esos personajes que utilizan a los “Galgos”  y cuando ya no sirven, (algunos propietarios), hacen con ellos lo que ya sabemos; es tan cruel la acción, que no me atrevo ni siquiera escribirlo.
      Hay que parar cualquier abuso que se lleve a efecto hacía   los animales, sea cual sea, y en estos días, se cometen muchos, y lo peor es que se consienten. Queremos ser una sociedad civilizada, y en muchas ocasiones no se actúa como tal; unos por llevarlos a efectos y otros por omisión y consentirlos. Ellos no pueden hablar, pero si trasmitir sentimiento. Hablemos nosotros por ellos, ¡defendámoslos!
      Mi crítica es rotunda a “los desarmados”, a aquellos que no consideran el dolor de los animales y suelen decir “son animales, pues claro que son animales, y como tal hay que tratarlos: con respeto y con amor, o al menos no tratarlos, pero nunca, nunca maltratarlos.
      Sólo os digo, a vosotros, antes de haceros cargo de alguna mascota, pensad las consecuencias;  es mejor que les compréis a vuestros hijos mimados, un peluche. A él no tendréis que sacarlo a la calle a que haga sus necesidades, así no os molestareis, tampoco arañaran los muebles. Y si lo hacéis, antes de abandonarlos, ¡parad un momento! y mirarles a los ojos, seguro que en ellos encontrareis amor, mucho amor hacia vosotros -los que queréis abandonarlo a su suerte. Hacedme caso y mirad, mirad a sus ojos, ellos os enseñaran muchas cosas, especialmente, a ser más persona.
     Mi admiración y agradecimiento a todos vosotros que ponéis un granito de arena, día a día, en esta lucha a favor de los animales; a vosotros, que dedicáis parte de vuestro tiempo y  vida a una causa justa y noble; a todas aquellas personas, que un día mirasteis aquellos ojitos triste y quedasteis  prendados para siempre en ellos.

           

En Sevilla a 6 de Febrero 2009     

 

                                                                                      Fini Castillo Sempere

 

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 LA NOCHE DEL NACIMIENTO
                                       “A ti, mi primogénita mujer y madre”

 

La noche caía y  como una lengua de sombra cubría parte de  la ciudad, las luces de las farolas y los rótulos fluorescentes de los comercios iluminaban las angostas calles. Asomada a la ventana comprobé que la luna en su estado de plenitud sonreía a la noche desafiándola; las estrellas bailaban al son de una música imaginaría. Mis ojos Parpadearon varias veces para dejarlos abiertos unos segundos  e impregnarme de la estampa que tenía delante de mí. Un par de gatos se cruzaron en la calles jugueteando detrás de unas hojas que eran desplazadas por la brisa de la noche.
Aquella madrugada la pasé en la sala de espera del paritorio, allí estaba ella, sumergida en su dolor de madre que espera la llegada de sus hijos. Las contracciones cada vez más seguidas, desfiguraban el rostro humedecido por las gotas de sudor. Al verla sufrir de aquel modo, se me encogía el alma, así es hija mía, no hay vuelta, aprieta fuerte tus manos y piensa en los ojitos que pronto, muy pronto verán la luz de esta noche de primavera, piensa en ello y te reconfortará; sentirás dolores tan fuertes, que creerá desfallecer. No tengas miedo hija mía, sueña tu sueño de madre. Desde el inicio de la vida, las mujeres paren a sus hijos; ese es el ciclo de la humanidad.
Las contracciones llegaban cada vez más frecuentemente, se olía la vida, se palpaba entre el dolor, el sudor y el miedo de aquella cara preciosa de una mujer en su plenitud: rostro resplandeciente y contraído, casi desfigurado de una madre a punto de dar a luz la vida. Aprieta mi mano hija mía, y pídele  a Dios  fuerza para parir a tus hijos. No tengas miedo, suspira, ¡grita si es menester!; que la mujer, la madre que eres, tendrá la bendición de esos dos hijos nacidos del amor, del amor de un hombre bueno, que te seca el sudor del dolor de parir a sus hijos. Dolor y amor, amor y dolor entremezclados, corazones míos, latir al son de su ilusión de teneros pronto a su lado, en su pecho, tomando el néctar blanco que su senos os brindan.
Mi niña me toma la mano, me aprieta, madre esto duele tanto –me dice-  Si, mi cielo duele, duele mucho, ¡se valiente, empuja, empuja, ya vienen! Dos criaturas nacen de las entrañas de una madre: un llanto, otro llanto, la madre también llora; por sus mejillas corren lágrimas de contento, sus hijos ya han nacido; no importan los dolores, ahora solo están ellos: los niños, el padre y ella; y detrás de aquella puerta, nosotros, con nuestra angustia a la espera, momentos indescriptibles, momentos dulces, de alegría al oír la música de los llantos de los recién nacidos. La vida nuevamente lleva a cabo su ciclo: el nacimiento de dos seres inocentes, unos pechos llenos de vida con el néctar del mejor de los alimentos, unos padres llenos de amor por las nuevas vidas, unos corazones contentos de familiares. ¡Dios mío! El misterio de la vida es maravilloso.

 

Sevilla, 18 de Mayo 2009                       
                                                                                        

Fini Castillo Sempere

 

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EL PASEO

 

    Hoy he salido a dar un paseo al atardecer, hacía un día espléndido, el cielo allá por donde se esconde el sol, dejaba ver su cara más complaciente de color coral, parecía que el cielo hubiera sido herido y de él fluyera la sangre roja de sus venas de nubes. El mar en forma de olas, como una gran lengua lamía la arena tostada de la orilla. Alborotaban el espacio aéreo unas pavanas con unos graznidos histéricos que asustaban a una docena de palomas que con una actitud lasciva picoteaban las chinitas de la plaza.
    El atardecer es uno de los regalos de Dios. Cuando hizo el día, pensó en nuestro deleite e inventó el atardecer, hizo que cada tarde el mar se tragará con una ceremonia rigurosa y perfecta al sol; en una entrega una comunión: sol y mar, mar y sol. Ambos,  enamorados, se aman día a día, se acarician y besan en el punto donde el Hacedor los contempla.
     Las pavanas, han proliferado notablemente en la ciudad, quizás desde que desapareció el vertedero de Santa Catalina. Antaño  se alimentaban de las basuras que se vertían allí, pudiéndose contemplar alrededor de aquellos montones de desperdicios orgánicos e inorgánicos, esas aves enloquecidas en su revolotear alrededor del alimento; esta imagen me producía una sensación desagradable, recordando en cierta manera aquella película de  Alfred Hitchcock, director británico de cine de suspense, llamada “Los pájaros” Hoy día al no existir el vertedero, estos animales están dispersos por la ciudad, y en las noches desde los balcones se oyen los graznidos desesperados de la hambruna que padecen estas aves afincadas en las playas de nuestra ciudad.
    A primera hora de la mañana, en el Paseo matutino, recibo el frescor de la brisa del mar. La cuesta del recinto se hace muy fácil al bajarla, sin el cansancio de los kilómetros que han de venir en el trascurso de la caminata. Mi primera mirada es para el mar, a veces de un azul intenso y otras el mar se dibuja en tonos plateados enmarcando el cielo; lugar sagrado, según me enseñaron de pequeña, porque en él habita todo lo divino. Hay veces, cuando camino y mis pensamientos están volando a veces sobre ese mar aturquesado, me siento libre, sin ataduras; ese es el momento donde me encuentro conmigo, donde realmente pienso en la inmensidad del mar, en la profundidad del cielo, en mis sentimientos…¡Dios mío! Tu sabes, que en esos instantes, me encuentro contigo, te hablo desde la profundidad del alma y te pregunto tantas cosas, te hablo de la injusticia, del hambre en el mundo, de las envidias, y de por qué somos tan imperfectos; te pregunto tantas cosas que no entiendo. Algún día podrás contestarme, podrás disipar todas las dudas, toda la incomprensión, quizás algún día…
    A mitad de camino, me paro; necesito parar el tiempo e impregnarme del momento; me apoyo sobre la barandilla de hierro negro que recorre la Carretera Nueva, embelleciéndola y protegiendo a los viandantes de caer al vacío. Respiro profundamente, y veo allí, en la orilla de la playa a aquellas aves reposando su cansancio sobre la arena; es una imagen para plasmar en un lienzo, ¡qué belleza! La luminosidad en este día es realmente espléndida; el cielo se viste con su mejor tul azul. Allá a lo lejos una nube juguetona recorre el espacio aéreo dando una nota de color blanco, rompiendo la armonía azul del cielo. Y mirando aquella hermosura me pregunto: ¿será verdad que allí, en ese mar celestial se encuentre Dios? Cuando era pequeña es lo que me decían: “que en el cielo estaba Él”. Sin embargo, ahora estoy segura que está en nuestros corazones, en los corazones de aquellos que lo quieran recibir y ofrecerles como buenos samaritanos nuestros mejores obsequios: las buenas obras. Siento el viento de levante suave en mi rostro, es una sensación placentera. Se escucha el sonido del mar, divino cántico de olas, que regala a mis oídos. La belleza de nuestras playas es indescriptible: el amanecer cuando el sol presenta su esplendor alcanzando el cielo, para después entregarse como el mejor de los amantes a los brazos del mar. Allí, en nuestras playas se produce este milagro. ¡Dios mío cuanta beldad, cuanta belleza!
    De vuelta y cansada de la caminata por la Carretera Nueva, me doy cuenta que la hora que llevo caminando se me ha pasado en un suspiro, he estado absorta en mis pensamientos íntimos; en mis confesiones conmigo misma. Mañana iniciaré nuevamente el camino, y de nuevo intentaré poner en orden mis cosas. Cuando llego a la Curva del Plátano, me paro un instante y observo la cuesta del recinto; cuesta que subiré ejerciendo un gran esfuerzo porque es muy empinada. Con un impulso de valor inicio el ascenso. Realmente me admira la belleza de esas aguas cristalina que besa delicadamente las piedrecillas de la orilla de   las playas de Fuente Caballo. Mi vista se posa en unos gatos que corretean unos detrás de otros, y me deleita observar a esos felinos que en esos momentos son libres, tan libre como el viento de Levante de este día de primavera.

 

    Ceuta, 30 de mayo 2009         

                                                                               Fini Castillo _Sempere

 

 

 

 

  

UN DÍA SOÑÉ…

 

    Al despertar me di cuenta que había tenido un sueño, soñaba que estaba dormida, y en mi dormir, soñé con la luz del sol, sus rayos como lanzas penetraba en los campos verdes, en el mar, dando vida con su calor dorado. El hielo se entristecía porque los rayos candente de la estrella luminosa, no lo penetraba; los devolvía al cielo, de donde provenían. El hielo lloraba, ¡gemía!, sus venas heladas, sus labios fríos como la nieve, el sol no lo quería, lo hería de muerte con su lanza hiriente.
    Seguí despierta soñando mi sueño, y en mi dormir me veía en la tierra, cogiendo con mis manos esa riqueza. La tierra se habría a la vida, a la siembra cual madre se abre en la concepción de sus hijos. La tierra hermosa, húmeda y fértil regala la vida; de sus poros surgen, mil maneras diferentes de dialogo, de dar por dar, de ofrecer porque para eso Dios la puso a nuestro alcance. El sol acariciaba la tierra candente, el rocío de la noche la besaba, un beso jugoso le regalaba.
    Soñaba mi despertar, despierta dormía mi sueño, quizás algún día sabré si el sueño, era sueño o  realidad. Quizás algún día, despierte mi dormir, o quizás algún día, duerma mi despertar. Quizás, sueñe con el mar pacífico y sereno, o quizás me sueñe envuelta en olas salvajes que me lleve a un lugar desconocido. Quizás sueñe mi despertar dormido, o quizás duerma mi sueño y no quiera despertar; quizás quiera vivir la realidad de mi vida despierta. Quizás el sol me sonría, me quiera, me regale su luz, su cálida sonrisa y acaricie mi piel. Quizás un día, ¡sol!, te sueñe, y en ti despierte…

 

Ceuta, 3 de Junio 2009


                                                          
Fini Castillo Sempere

 

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La Naturaleza

 

    Aquel día tenía la necesidad de mirar al cielo, al mar, a las montañas; no sé qué razón me inducía a ello. Sólo advertía que me sentía viva, y quería admirar las bellezas que me rodeaban; quería sentir la brisa del mar, ver las estrellas e embriagar mis sentidos con las montañas, aquellas que rozaban suavemente el cielo, las mismas que resumían misterio a doquier. Quizás detrás de aquellos montes, esté Él -me pregunté.
    Cuantas veces la naturaleza pasa desapercibida, quizás porque estamos envueltos en tantos problemas, en asuntos que ni siquiera nos concierne, que no paramos ni un solo instante en recrearnos en tan preciado obsequio de Dios.  Olvidamos el color de las flores en primavera, el sonido de las hojas, al moverlas  el viento entre los árboles; el arrollo que pasa caprichoso por el sendero tortuoso de la madre tierra, dejando sus huellas por los siglos de los siglos. Olvidamos sin el mayor reparo, que la luna como una madre cada día nos alumbra, nos regala su luz, sin pedir nada a cambio. Ni siquiera nos ocupa saber que es ella la que tantas veces marca nuestro destino; según su ánimo, así  inducirá nuestros comportamientos. ¿O es que no sabéis, que la luna clama nuestra atención allá en el cielo?, en su esplendor de luna llena.
   ¡ Y tú, sol, protector de los seres humanos, de todos los seres vivos de este planeta!, ¿qué seriamos sin ti?; mi querido sol, ¡que seriamos sin ti! Compadécete de nosotros y no dejes nunca de regalarnos tu vida; porque es también la nuestra. Las playas que adornas, saborean las delicias de tus caricias, cuando te desliza sobre los cuerpos semidesnudos de aquellos que cada verano te desean como cualquier amante desea a su amor. Los campos, las flores, la tierra, la humanidad  te necesita, ¡eres el rey sol!, divinidad y fuerza.
    Aquel día descubrí tantas cosas, fue un parto hacia la naturaleza, nací sobre aquel vergel verde; fue un día  del mes de Mayo en la plenitud de la  primavera; donde el verde claro, el verde aceituna o el verde reventón vestían el campo; era su mejor vestido.  El cielo coronaba aquellos campos hermosos con nubes blancas entremezcladas. Y yo me preguntaba a mí misma, ¿dónde había estado hasta ahora?, como era posible que a mis años, no hubiera tenido un minuto para disfrutar del cántico de los pájaros, del colorido de sus plumas, del azul del cielo durante el día; y del milagro de la noche, cuando aquel azul, por arte de magia se convertía en la profundidad más profunda que jamás hubiera visto.
    Tumbada en la yerba, miraba al cielo profundo y oscuro, pequeñas lucecitas adornaban aquella hermosura, ¡qué bello es el cielo! -pensé- estire la mano para coger una estrella que me hablaba con su parpadear, quería decirme algo. Cerré un ojo y el efecto óptico hizo posible mi sueño: alcancé una estrella con las manos. Ella me habló y escuche en su palpitar todo lo que quería oír. Sentí su brillo, su textura y comprendí su mensaje…
    Aquellos instantes fueron únicos, irremediablemente sentí emociones diversas, entrecortadas con el palpitar de mi corazón enloquecidos por la influencia del firmamento, que me miraba pestañeando su brillo de estrellas; me sentí parte de la naturaleza, me sentí única, confundida con el paisaje, porque era parte de él.
  

Ceuta, 4 de Junio 2009

Fini Castillo Sempere.

 

 

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RIACHUELO Y MI YO…

 

El sonido se acerca, cada vez lo aprecio más cerca, es una melodía melancólica; el agua fluye su caminar sobre las piedrecillas. Al paso por la tierra blanda, se huele la esencia del verdín adherido a las orillas del riachuelo. Quisiera que el arrollo se detuviera por un instante ante mí, y me contara los instantes del día; y me susurrara al oído los amoríos de los amantes que han bañado sus devaneos en sus aguas cristalinas; el jugueteo inocente de los animales del bosque en su salpicar, que enmarca positivamente el cuadro de la naturaleza. Tendrías tanto que contar en tu andadura pequeño río. ¡Oh río de las marismas! Río salvaje de las montañas, que canta tu cantar y anda tu caminar, cuéntame tu saber. Conocerás  de arco iris, de pájaros y sus cantares; sabrás del sol que se deleita en su brillar reflejado en tus cristalinas aguas, haciéndolas parecer río de plata. Sabrás de la luna que en la noche se baña y deleita con la brisa y el hálito del campo. Tus aguas,   manantial de vida, la desean con ardor cada noche, y la poseen  como buenos amantes; la luna –lunera y cascabelera…- que cada noche con amor  se  entrega. Miro al arrollo, y allí está ella, resplandeciente, miro al cielo y también está; ¿cómo es posible luna mía? estás en el cielo,  miro al arrollo y allí te veo, será un milagro. Quiero buscar al sol allí en el arrollo, y no lo veo ¿Dónde está? La luna me dice: no añores, no te aflijas, que él mañana,  allí,  a Levante, donde el  Este se anuncia hora temprana, te espera.
    El arrollo se vuelve negro, profundo, duerme su movimiento descendente buscando el mar; yo le imploro que pare, que descanse, que me hable y me cuente el devenir del día. Quiero sentirlo, deseo retenerlo como una amante retiene a su amor en una noche de pasión. El arrollo no entiende, no para, no descansa; busca desesperadamente al mar, el río no entiende de mis amores, de mis deseos, sólo anhela la inmensidad del mar, irremediablemente se encuentran, se funden en un abrazo. El mar y el arrollo se pertenecen hoy, mañana Dios sabe…
    Me asomo al río y allí esta mi cara, se refleja en el espejo del agua; miro intensamente mi rostro, y descubro tantas cosas; mi cara ya no es mi cara, es mi “yo”, son mis sentimientos que se confunden con el fluir  de esas aguas descendentes, que bajan bailando una melodía melancólica; pero serena. Quizás es la serenidad de la madurez, y pienso en tantas cosas, por mi mente pasan imágenes enloquecidas de mi juventud, y según mis pensamientos se acercan a la realidad actual, las imágenes se hacen pausadas, tan pausadas como mi vida es ahora.

 

  
Ceuta, a 6 de Junio de 2009        

 
Fini Castillo Sempere

 

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         EL DON DE LA BONDAD

                                                                                              «A ti, mujer de raza…»


                                  
Un día, no recuerdo si un martes, o un miércoles; tampoco recuerdo el año, aunque  hace bastante tiempo; llegó con su sonrisa radiante, y como se suele decir de forma poética, llegó como un “rayo de luz”. Si, es verdad que aquella joven de cabello rizado, rasgos árabes, y un corazón más grande que el Monte Hacho, invadió con su vitalidad el centro en el que trabajábamos.
De ella podría hablar mil cosas y todas positivas, así lo corroborarían muchas personas. Es distinta, tiene un don especial que la hace diferente. Es la ayuda por excelencia, de eso doy fe, da igual quien sea; su objetivo es facilitar las cosas a cualquiera que lo necesite, sin pedir nada a cambio. Su trabajo es silencioso y eficaz, cuando se embarca en algo, llega hasta las últimas consecuencias.
Ella un día, se marcho a otro trabajo que le entusiasmaba; se iba a dedicar a cuidar a otras personas que la necesitaban. En su dedicación laboral, encontró un escollo que le marcó; lucho muy duramente por salir de aquella situación. Debido a esta vicisitud que la vida le impuso por decreto, no pudo seguir ejerciendo el trabajo que tanto le gustaba. Esta mujer, con infinita humildad y resignación, sacó fuerzas del fondo de su corazón y siguió luchando hasta conseguir formase en otra disciplina y seguir hacia delante con la cabeza muy alta; dando ejemplo de entereza y superación. Ella consiguió debido a su empeño, un lugar, un espacio en su nueva andadura, y volvió nuevamente con nosotros; al poco tiempo demostró su valía personal con creces. Hoy día es una de las mejores profesionales que conozco en el ámbito de lo social.
Cada sábado a hora muy temprana, al pasar por el paseo de la playa chorrillo, allí está ella, caminando por la arena; es una de las actividades que tiene que realizar para su rehabilitación, y como una niña obediente al reclamo de la responsabilidad, cueste lo que cueste, camina su caminar, su esfuerzo, con el tesón que la caracteriza. Hay veces que te encuentro triste en tu soledad, quizás en esos momentos de recogimiento, de encontrarte contigo misma, tienes un minuto de tristeza en tu corazón. Sé que la vida ha sido dura contigo, pero a la vez muy generosa por haberte concedido el don que tú posees, ¡si, amiga! Inexorablemente has sido bendecida, porque tienes el don de la bondad, y en estos tiempos es difícil, muy difícil encontrarlo. Igualmente tienes el don de la sonrisa, y tu las reparte a doquier sin ningún trabajo, regalas alegría, ¿te parece poco regalo?
Tu caminar es lento, pero firme y seguro, y esa es la forma de hacer camino, ya dijo un poeta en algún momento: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” y tú día a día, pones debajo de tu pies la senda que te llevará muy lejos, sobre todo al corazón de las personas que te aprecian y te quieren por ser simplemente como eres: “una buena persona y mejor amiga”
La diversidad, ¡qué bonita palabra!, es preciosa ¿verdad? Sobre todo el contenido, ojalá este concepto lo expliquen correctamente y los niños se impregnen de él, y todos y cada uno de los ciudadanos de esta bendita tierra, del mundo entero, lo interioricen y respetemos “lo diferente”; porque amiga, los seres humanos nacemos de otro ser, todos por igual, sólo nos diferencia donde nos toca nacer, y eso no lo elegimos nosotros. Por tanto todos los seres humanos nacemos desnudos, al menos en ese instante maravilloso, donde el milagro de la vida se personaliza en cada uno de nosotros, todos somos iguales.

 

                 Coraje  de mujer, mujer de raza,
            ojos negros, piel canela;
            La bondad rezuma en tu ser.
            Tu cara alegre, refleja tristeza,
            tu sueño, se alcanza, se materializa,
            confía mujer, confía…
            Tu estrella está allá, en el cielo,
            y en la tierra amigos eternos, de casta…
            que te quieren, mujer de buena raza. 

 

                Canciones alegres que tú les cantabas
            a tus seres queridos, con toda tu alma,
            en la quietud de aquella  playa.
            Cada mañana al inicio del alba,
            el sol te sonríe, y alumbra tu cara,
            tus ojos negros, ¡un pozo de agua clara!,
            miran a la vida, alegres, en calma…
            Mi manos te extiendo ¡amiga del alma!,
            orgullosa de ti, y de tu buena raza.

 

           


                
    Ceuta, a  12 de junio 2009  

                                                                            
     Fini Castillo

 

 

 

                                 CIELO GRIS DE OTOÑO

 

    La noche está recogiendo con su parsimonia natural a las estrellas; la luna cansada se retira a esperar su nueva oportunidad en la noche. Se repliegan con tristeza  porque su cielo hoy no ha resplandecido, no alumbraba lo suficiente para el regocijo de la tierra; noche implacable de llantos y gemidos, aguaceros, vientos incontrolados. La noche hoy no ha estado a la altura, no ha podido lucir sus adornos más preciados: las estrellas, la luna, las canciones de los enamorados, el pasear  bajo las estrellas… Noche que sin quererlo te has convertido en abatimiento y desazón para muchos. ¡Oh!, noche no te alíes más con tus amigos: los vientos incontrolados, la lluvia torrencial, los truenos y relámpagos; nos asusta cuando lo haces, ellos sin piedad se enfurecen con la tierra, y sin tu luz todo parece estar entre tinieblas. Noche de preocupación para los marineros, para todos los que trabajan en la nocturnidad, para los que no tienen techo; tus aliados cuando se enojan, descargan todas sus fuerzas sobre el mar, la tierra…
    El día se despereza no quiere salir, su amanecer hoy se le antoja lento; el sol sigue escondido, él piensa que hoy no lucirá, y eso le desmorona el ánimo; poco a poco se pone en marcha, pero las mil nubes que hay en el cielo no lo dejan  cumplir con su obligación, esta situación le entristece. A la tierra no le llega su calor, el día se presenta triste, muy triste, en penumbra. El cielo participa de esa tristeza llora, llora desconsoladamente, y de su garganta le sale algún que otro quejido y lamento que estremece a nuestra tierra. 
    Que verdad es que cuando no luce el sol, el día nos trasmite sensaciones diferentes, aparece la nostalgia, tristeza y otros sentimientos que nos embarga en cierta melancolía. Cuando miro al cielo y veo  su tonalidad gris, entre nubes blancas, se me presenta  precioso, pero triste; el mar como un imán atrae su color y su tristeza, y yo también  me siento atraída por esa melancolía,  y al igual que el cielo y el mar, me siento lenta, apesadumbrada, nostálgica, absorta en mis sentimientos de serenidad, quizás mi estado, mi yo se encuentren más acongojado en estos días borrascosos.  Que distinto se ve todo con la madurez de los años;  de pequeña o de más joven, no se me hubiera ocurrido saborear este día, y ahora delante de mi ventana, miro hacia arriba y allí en el cielo, entre nubes blanca, aprecio la grandiosidad del cielo. Entre nube y nube de pronto se proyecta un haz de luz, y es el sol que se quiere hacer presente, atravesando el mar como flecha de cupido; instante de enamorados, en el mar se dibuja un río de plata, espectáculo impresionante; yo me quedo ensimismada, absorta, extasiada, quizás esperando que de un momento a otro entre esos rayos de luz, aparezca un ser omnipotente y me roce con su mirada, la mirada de Dios.

 

Ceuta, 22 de noviembre 2008
   

Fini Castillo Sempere

 

 

 

 

A LOS QUE YA NO ESTAIS...

 

    Alguna vez me he preguntado por todas esas personas caballas, ceutíes, gente buena de esta tierra, que por circunstancias de la vida, han tenido que marcharse a otros lugares, y fuera de esta tierra han construido sus nidos, han creado su familia y viven en otro lugares de España , incluso del Extranjero.
    ¡Pues a vosotros me dirijo!, para contaros cosas de nuestra Ceuta, y desde donde estéis, con estas líneas recordarla con tanto amor, como pongo yo al describirla: Un suspiro me sale del alma, cuando miro por mi ventana y veo enfrente la bahía sur, el mar grandioso se abre antes mis ojos y se besa en el horizonte con el cielo, creando un clímax de amor mágico. Los rayos de sol, como lanzas penetran en las aguas saladas, dibujándose ríos de plata en la inmensidad del Mediterráneo. ¡Qué estampa tan bonita!, cielo y mar, se unifican en un punto, que por más que queramos mirar, no podemos pasar más allá de su unión.
    Os acordáis de esas tardes de verano, a la recogida del sol, cuando el cielo se cubría de nubes rojas. Mi madre a mí me decía ante tal fenómeno de la naturaleza cósmica: «que la Virgen estaba planchado la ropita a su niño, por eso el cielo se enrojecía, y nosotros pequeños, nos creíamos a pie juntilla todo lo que nuestros mayores decían». Bien es verdad, que ese cielo parecía salido de una pintura de algún pintor impresionista; impresionados nos quedábamos nosotros al contemplarlo.
    Hoy muy tempranito, como cada domingo he salido a caminar; he decidido recorrer el camino que rodean  las playas de la bahía sur. Según caminaba, pasé por Fuente Caballos, que por cierto, hay un proyecto precioso para rehabilitar toda esa zona, para que los ceutíes podamos disfrutar de tan bonito lugar. Siguiendo por el mismo sendero, llego a la antigua curva del plátano, desde ahí empieza la playa de la Rivera; y a  los que hace tiempo que no venís por aquí, os comento: que ha cambiado notablemente de fisonomía, no tiene nada que ver con la playa de chinitos de antaño. Ahora la han agrandado y ha pasado a ser una playa de arenita  fina. Hay gusto para todos, a saber: «unos dicen que ahora está mejor y otros que preferían la playa de  chinos». Lo que si es verdad es que se ha hecho con la mejor intención, para   que la ciudadanía esté lo más cómoda posible. Y yo pienso…. que con chinos y sin chinos, la playa de la Rivera es una preciosidad, y además, a mano de cualquiera, por eso de ser una playa dentro de la propia ciudad.
    Sigo el camino,  ya estoy llegando a la playa del Chorrillo, me paro en el Foso, se habrá visto belleza igual; ahí hago  una parada obligada, y siempre, siempre recuerdo a una persona, a mi  “Padre, él adoraba este camino y en  ese punto, en ese instante lo siento muy cerca de mí, me encuentro con él. Después de esta parada, miro al horizonte y nuevamente reconozco a los enamorados: cielo y mar, desvío la mirada hacía otro lugar, para no intimidarlos, y me encuentro con la playa del chorrillo. A esa hora tan temprana, solo se encuentran en su arena, una docena de gaviotas, retozando como si  de sus vacaciones se tratara.
    ¡Qué bonita está Ceuta, vestida de mar y playa!, hoy luce como una reina y de corona se ha puesto, la plaza de África con sus rosales en flor, su palmeras, sus flores de primavera. ¡Si!, queridos paisanos, está ciudad está hecha para vivirla y sentirla. Cada día está más bonita; los años pasa por ella, y en su madurez gana belleza. Ciudad acogedora, y como su himno dice: «Cuantos a tus playas llegan, encuentran aquí su hogar» y desde estás líneas me uno a tu himno y te canto, y le canto a tu sol, a tu alegría, a tu historia, a tus playas, a tus montes, a tu cielo, a tus gentes variopinta!, y sobre todo, ¡CEUTA!, ¡canto a tu alma, a tu esencia…! 

 

Ceuta, 4 de Mayo 2008-05-04                                  

 

Fini Castillo Sempere

 

 

 

                  

EL DESTINO ESTÁ ESCRITO EN LAS ESTRELLAS

"A los que son capaces de pararse y mirar a los ojos, da igual de quien…”


    El verano llega, irremediablemente y por desgracia, como cada año se ven en las carreteras imágenes de animales, especialmente perros y gatos; animales inocentes, que un día creyeron habían encontrado a un “amo”, a un ser bueno y honorable que los defendieran de cualquier calamidad, o situación de peligro, sin darse cuenta que el verdadero peligro lo tenían delante de sus propias narices.
    Era un día de junio, hacía mucho calor y aquel joven de profesión veterinario, se detuvo en una gasolinera a repostar; a lo lejos y debajo de una pequeña sombra causada por un arbusto, vio una pequeña figura negra, y ante la curiosidad se bajo de su vehículo y fue a ver de qué se trataba; sospechaba que se iba a encontrar con algo desagradable. Efectivamente, bajo aquella sombra, una pequeña perrita agonizaba, azotada por el calor de las quince horas de la tarde; su estado de abandono era palpable, las fuerzas la habían abandonado hacía tiempo, y ella sin esperanzas se dejaba morir, para paliar en alguna medida el sufrimiento de la agonía. La situación era límite, había que actuar, el joven se acercó al pequeño  animal y al intentar incorporarla, se percato que estaba muy grave; el cuello sangraba sin cesar a consecuencia de  algún maltrato infringido por dios sabe quién. De igual manera su cuerpecito estaba invadido por multitud de garrapatas que la tenían casi sin sangre. La imagen era  indescriptible;  la perrita, apenas podía abrir los ojos ante las palabras del desconocido. El joven veterinario decidió en un instante, que tenía que actuar de inmediato, no podía dejar morir de aquella manera horrible a aquel ser indefenso; si tenía que morir, que lo hiciera de una manera digna; pero antes, intentaría por todos los medios salvarle la vida, y después ya se vería el futuro de aquella perrita agonizante.
    La pequeña moribunda, tuvo la suerte de ser atendida por siete  jóvenes veterinarios, amigos y colegas del  salvador y, con todos los esfuerzos que pudieron la atendieron, le pusieron un gotero, le hicieron una analítica para ver su estado real, comprobando que estaba muy enferma. La trataron con el mayor de los esmeros;  la desparasitaron, la curaron y le dieron el tratamiento para combatir las enfermedades que traía.  Consiguieron que aquella  perrita dejara a la muerte a un lado por el momento. La verdad es que daba pena verla, su piel destrozada se pegaba a los huesos y en su ojito triste tenía clavado un trozo de madera. Según me han contado la imagen del “can” era impresionante. Descubrieron que poseía un chip, y se pusieron en contacto con aquellos que habían abandonado a aquella preciosidad, convertida ahora en casi un despojo y lo único que consiguieron fueron escusas; pero el joven veterinario, les informo de la situación y la responsabilidad que tenían sobre el animal. De igual manera estas personas se justificaban sobre la actitud impropias de personas: abandonar  a una mascota, a sabiendas el destino tan cruel que le podría aguardar. El “salvador” les pidió la documentación de la perrita, porque la suerte de ella ya estaba echada: “se quedaría compartiendo su vida con ella, después de sentir el sufrimiento de la pequeña, sería imposible abandonarla de nuevo”  El destino, o quizás las estrellas, o tal vez el Hacedor había mirado con ojos piadosos a aquella perrita moribunda, poniéndole en el camino a un “ser humano”
    Después de conocer esta historia y mirar a los ojos a la protagonista de la misma: una perrita adorable, que el único que había hecho era estar al lado de su dueña, quererla y saltar y brincar a la voz de su amo, ser fiel y otras tantas cualidades inherentes a este tipo de animales de compañía, me pregunto: ¿Como es posible que se pueda abandonar a las mascotas así como  así, sin remordimientos?, es posible que el ser humano se esté deshumanizando de esta manera. ¿Como es posible que después de vivir durante meses o años bajo el mismo techo, se pueda abandonar a la suerte a un animal indefenso?, que ésta siempre es adversa, salvo en algunas ocasiones, como en este caso.
    Ahora miro a la perrita, la veo feliz y agradecida, siempre al lado del que veló por su vida, y de seguro que ella siempre agradecerá y querrá  a la persona que la salvó de una muerte segura. También se me viene a la cabeza  la persona  que fue capaz de abandonarla a un destino horrible y pienso “como pudo ser capaz…” Cada año las estadísticas son más al alarmantes sobre los animales abandonados y atropellados en las carreteras, o muertos de hambre o de sed, en verano. Estos son los mismos animalitos que un día fueron regalados en las fiestas navideñas para complacer el capricho de algún niño.
    Los animales, son seres vivos que sufren y padecen, no son “cosas” que se puedan arrumbar; antes de acceder al capricho de tener una mascota, pensar en las complicaciones que pueden acarrear. La responsabilidad de hacerse cargo de una mascota es grande, por tanto, no hacerlo hasta estar seguro de ello, así se evitará males mayores, porque bajo mi humilde opinión, abandonar a una mascota a su suerte es una de las mayores crueldades que se pueden llevar a cabo.

Ceuta, a 12 de Julio 2009      

Fini Castillo Sempere.

 

 

 

 

LA NOCHE DE SAN JUAN

 

Esta tarde el poniente bailaba su mejor baile envolviendo la ciudad, el sol paseaba su languidez sobre el busto duro firme de la mujer muerta, para terminar escondiéndose detrás de sus montañas. La luna perezosa  bosteza,  desespereza  su sueño, se acicala y se dispone como el mejor candil a iluminar las playas de mi tierra. Noche de San Juan; noche mágica del solsticio de verano, noche de hechizos, conjuros e ilusiones de muchos que solicitan con misterio sus deseos. El mar también se viste de verbena e invita a los niños, hombres y mujeres a brindarle sus aguas cristalinas para que mojen sus deseos y en la plenitud de la magia de la noche de San Juan, obtengan de aquella fuerza sobrenatural las peticiones a golpe de trueque de ofrendas a la mar caprichosa.
            La noche embruja, el dicho dice que si a este día le acaricia el “levante”, en el año predominará ese viento tan nuestro como nuestra alma, y si al contrario nos roza alegremente el poniente como esta noche, tendremos más a menudo este aire durante las cuatro estaciones: verano, otoño, invierno y primavera; nuestros pescadores dan fe de ello.
En aquella playa, abandonada por unas horas de gaviotas, se apilaban los troncos, maderas y cualquier cosa que pudiera arder, de esta tarea se encargaban los jóvenes del lugar, ellos que con su juventud están deseosos de brincar sobre el montón de maderos incandescentes para pedir a lo sobrenatural que los amores sean correspondidos. Noche de San Juan, donde las playas se iluminan, el fuego que nace, se crece y muere. Este año el Juanillo se disfraza de demonio alado, y baila sobre las llamas anaranjadas al son de Kin África. La noche embruja con su magia misteriosa y la buena gente se divierte en la orilla de la playa Chorrillo, Ribera y cualquier playa donde los chiquillos quieran celebrar la magia de la noche de San Juan.
Las olas que se diluyen en la orilla se ríen de contento al sentir los corazones acelerados de todo aquel que danza  sobre sus aguas;  los chiquillos en su entusiasmo se bañan en las aguas templadas por el sol del día; las madres protestan, temen que sus pequeños se enfríen con el baño purificador de una noche de San Juan. La alegría se contagia cuando el reloj marca las 12 horas, ¡Ya es veinticuatro de junio! Noche mágica de San Juan.
No se sabe como de pronto, surge una llama, la pira está ardiendo, cada vez con más fuerza, el chipoteo del fuego hipnotiza a los allí presentes, realmente el fuego se despliega con una gran lengua de fuego, las risas y alegría invaden el entorno; los participantes en esta fiesta grandiosa, saltan y  brincan alrededor del fuego  de la noche de San Juan. Los deseos de tantos y tantas persona se entremezclan; según me contó Maruja Cabillas esa noche a la hora de la quema del “Juanillo” hay que hacer una ofrenda: una fruta con hueso, una flor silvestre y una moneda, se arrojan al mar y se piden tres deseos, la opinión popular dice que al menos un deseo de los tres se cumple.
Pin, pan, pun, el cielo se enciende de luces preciosas, torbellino de colores, simulando cascadas doradas, azules, rojas celestes, amarillas, violetas; centenares de ojos observan tan bonito espectáculo. Miro a la lejanía y allí en pleno alboroto, están ellos: mis amigos entrañables los mayores, Maruja, Pilar, el matrimonio Rondón, Carmen, Rosi, María, Esperanza y tantos otros…Ellos en el navío de la vida, aprovechan todos los momentos, disfrutan de las pequeñas cosas, del día a día, y doy fe de ello. Junto a estos amigos tan especiales  no hay penas, cuando disfruto de sus presencias me siento como pez en el agua.
Bendita noche de san Juan, que mis deseos conoces, y te pido desde la magia de esa noche, adornada por las estrellas del cielo, concedas los deseos de todas las madres que desean lo mejor para sus hijos, ¡bendita noche de fuegos artificiales! Noche de meigas, duendecillos y misterio, ¡bendita noche de San Juan! 

 

Ceuta, 24 de junio 2009                                   

Fini Castillo Sempere

 

 

 

                          

                                                                                                                                                                                                                                                                                    
¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

"Unamos nuestras manos y hagamos un mundo mejor”


Quizás algún día, una tarde o una madrugada, haga el camino esperado; quizás algún día, la noche acaricie mi vida y me lleve a algún lugar desconocido; y ahí en ese lugar, pueda pensar de manera coherente en la existencia del mundo; quizás pueda entender desde otra dimensión las luchas humanas, no solo por la supervivencia, sino por el poder,. Quizás cuando me retire a mi descanso eterno pueda comprender los comportamientos, los hechos, las actuaciones de las personas, porque desde este lugar del planeta tierra, soy incapaz de entender tantas cosas…
Últimamente, me crea desazón ver cómo está montada la sociedad, existen tantos miedos, tanta inseguridad, tan pocos trabajos… La comunidad quiere: empleo para todos, seguridad, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, desaparición de la violencia sea de la clase que sea; en definitiva los pueblos quieren ser libres y vivir en sociedades donde el respeto sea la base fundamental de la convivencia. Deseaba intensamente desde muy pequeña que llegara la democracia; pensaba lo maravilloso que sería que cada persona tuviera su espacio y un lugar para decidir su futuro, poder  elegir el partido político a cual pertenecer,-sin ser censurado o castigado por ello- profesar la religión elegida voluntariamente, que las instituciones estuvieran democratizadas, y que los ciudadanos fuéramos libres como el viento, como las olas del mar, como las aves que revolotean el cielo.  Sobre todo deseaba una sociedad en donde el respeto  a las personas, fuera uno de los valores fundamentales, amén de su ideología, raza, religión, o grupo social al que pertenezcan y eso hoy día… ¿Creéis de corazón que se respeta lo distinto? Vemos como se agrede por algunos sectores a lo diferente, no hay más que escuchar los informativos o leer la prensa escrita, y descubriremos como ha sido agredido en los últimos días  un joven por tener la mala suerte de pasar  por algún lugar y encontrar a otros jóvenes que no les gustaba su “vestimenta”. Nada más que hay que ver algunos programas de televisión donde “todo vale”- y yo pienso, ¿todo vale? La audiencia dice que sí, que todo vale. Si es así, tenemos lo que queremos; será que  estoy equivocada, o tal vez que soy del siglo pasado. Es un valor tan importante para mí el respeto a las personas ¿a quién le debe importar la vida de los demás, siempre que no interfiera en nuestras vidas de manera negativa? Pues a nadie, cada cual que se ocupe de sus problemas y sean generosos y respetuosos y dejen a los demás vivir la suya como le plazca, siempre que no perjudique a terceros, ¿es tan difícil? Los derechos civiles nos pertenecen por igual a todos y cada uno de nosotros, da igual la condición sexual, la pertenencia étnica, la religión que procese. ¡Ya está bien de juzgar lo que no nos corresponde!
También soñaba con una sociedad donde tuviera cabida el respeto a los animales, solo por el hecho que son seres indefensos, en manos de los humanos. Por todos los medios se debe evitar que estos sufran de manera gratuita, ellos como nosotros, sienten y padecen frío, calor, dolor y tantas otras cosas desagradables…Ellos no son solo negocio, y si así fuera, evitar el sufrimiento, la dignidad es fundamental, no solo para las personas, también para ellos. No puedo quitarme de la cabeza a esos animales abandonados a su suerte, a otros que van en camiones hacinados sufriendo la incompetencia de algunos especuladores, y tantas y tantas situaciones horribles que vemos día a día. “Habrá que regular estas situaciones, porque los pueblos se definen en parte por las acciones, y el mal trato a los animales no deja de ser una acción abominable”.
¡Por Dios! dejen de luchar por cosas inútiles,  y trabajemos en solucionar los verdaderos problemas que afectan a los ciudadanos, ¡escuchen al pueblo y sus peticiones!, y si es menester, y a quienes correspondan, cambien las leyes, o ajústenlas a la realidad social, y así no se verán en la desesperanzas aquellos padres que hayan perdido a sus hijos a manos de otros; aquellos hijos que han perdido a sus madres en manos de maltratadores. En una democracia se da la oportunidad a todos y todas a desarrollarnos libremente, y quienes no jueguen con estas reglas del juego democrático, debe ser reprendido según leyes justas. ¿Donde sino, quedaría el derecho de las víctimas?  Trabajemos todos unidos, no importa siglas, lo más importante es solucionar los problemas de los ciudadanos de este país; intentemos reducir el paro, mejorar a los mileuristas ofreciéndoles ilusión y perspectivas de futuro. Hay tantas cosas que hacer, que no merece la pena gastar fuerzas en descalificaciones y enfrentamientos, ahora es el momento de aunar los hombros y gastar las energías trabajando para nuestro país llamado “ESPAÑA”
Tu caminar, mi caminar hace el  camino al andar como dijo un poeta, cojámonos las manos y emprendamos el sendero del entendimiento, de la concordia, del buen hacer, de la sensatez, miremos hacia adelante hacia el futuro, construyamos   una sociedad donde los pilares fundamentales sean: “el respeto y la igualdad”, partiendo de estas premisas se podrá llegar al consenso de todas las clases política que forman parte del  tejido social; entre todos y cada uno de nosotros, podremos mirar a un futuro de progreso y crecimiento social.     
“Siempre, siempre, siempre el ser humano está por encima de todo”  y el respeto y la solidaridad se consigue por varios caminos: no querer para los demás lo que no se quiere para uno mismo; tender la mano al que lo necesite y democratizar las instituciones y la sociedad en general, con estas premisas posiblemente viviremos en un mundo más justo.

 

Ceuta, a 6 de junio 2009                    

Fini  Castillo Sempere.

 

 

 

UN AÑO DESPUES…

 

         Cuantas veces hemos revivido, cuántas veces hemos hablado de  aquel día seis de agosto 2008; ya hace justamente un año cuando unos niños de los años cincuenta, llevamos a cabo una ilusión, un sueño que se materializo en un encuentro entrañable de vecinos y amigos del antiguo Callejón del Asilo y aledaños.
         Hace un año que disfrutamos de una jornada llena de emoción y sentimientos, donde personas entrañables se reunieron a la vuelta de cincuenta años. De niños pasaron de un plumazo a personas adultas, la mayoría de ellos ya abuelos y el pelo color de la nieve. Cuantas emociones encontradas solo en unas horas: saludos, abrazos, risas, miles de preguntas, ausencias…
         Hablando con mi primo Pepe, aprecio su emoción al recordar aquellos momentos entrañables. Me  comenta que para él ha sido uno de los días más emotivos que ha vivido a lo largo de su vida; ha sido increíble encontrarse con personas que tuvieron protagonismo en su niñez, y que casi hacía cincuenta años que no veía a algunas de ellas, este encuentro le ha traído recuerdos que ya estaban olvidados en el baúl de su historia.
         Nuestro agradecimiento en especial a todos aquellos vecinos y acompañantes que hicieron muchos kilómetros y otros que vinieron de la otra orilla, para compartir ese día con todos nosotros. Ellos en su residencia habitual en la península, no dejan de llevar a Ceuta en el corazón y quizás con más intensidad, porque cuando se vive fuera de esta tierra maravillosa, la nostalgia es una fiel compañera, haciendo más intenso el amor a esta ciudad mitad litoral y mitad mar…
         El día cuatro de Agosto, camino de la Plaza de África, portando un ramo de flores para nuestra madre la Virgen de África, como es costumbre en ese día, me encontré con varios vecinos  del Callejón del asilo, y todos y cada uno de ellos me dijeron que por qué este año no habíamos preparado otro encuentro, que para ellos fue emocionante y les hubiera gustado que se hubiera repetido este año también. Les manifesté mi agradecimiento por valorar tan positivamente el encuentro del año anterior, y dejé en el aire la posibilidad de hablar con los otros organizadores del evento para tratar con ellos un futuro encuentro; también les dije que el organizar un acto de esas característica conlleva mucho trabajo, pero aún así se vería la posibilidad de repetir  si así lo deseaban ellos. 
         Hace un año justamente, pudimos comprobar cómo las personas con pequeñas cosas pueden vivir momentos inolvidables y sobre todos entrañables. Realmente fue una experiencia fantástica recordar tantas y tantas vivencias de antaño, pero sobre todo recordar a tantas personas entrañables que desde un balcón preferencial desde el cielo siguieron minuto a minuto nuestro encuentro. A estas personas les debíamos el reconocimiento expreso, ellos que fueron parte de una historia de este pueblo estuvieron presentes y muchos de ellos materializados en fotografías, que muy generosamente sus familiares nos hicieron llegar para exponerlas ese día.
Cerrar por un instante los ojos y pensar en vuestros seres queridos, en vuestros vecinos, seguro que el alma se os llena de momentos inolvidables. Sentir el perfume de los azahares de aquellos naranjos amargos de la puerta del Ayuntamiento, sentirlo, porque solo lo podréis hacer en vuestro recuerdo, ¡ya no están! El tiempo también pasó para ellos… Y los jazmines, los jazmines de mi patio también el tiempo paso para ellos; sin embargo, cerrar los ojos, y ahí, a vuestra memoria, llegará el olor infinito de su fragancia…

 

 

¡Jazmines de mi patio,
que me perfumaste el alma!
tu blancura inmaculada,
tu inocencia, tu fragancia,
collares de tu esencia,
pulseras y adornos,
pureza y sentidos.
¡Jazmines de mi patio,
que me perfumaste el alma!
tu eres junto conmigo,
un sueño y una flor,
un recuerdo, una quimera
de aquellos años de niña,
que tú, mi pelo adornabas
 y tu blancura mi cara.
 ¡Jazmines de mi patio,
que me perfumaste el alma!

 

Realmente se vivió un sueño, y ahora después de un año, no puedo dejar de felicitar a todos aquellos vecinos que vivieron un día de unión y concordia; la vida se llena de estas cosas entrañables que nos hace más humanos, porque lo importante, lo que nos llega al corazón son las buenas acciones, y este encuentro fue una buena acción. Solamente  por el hecho de sentir sensaciones y emociones entrañables de todos los presentes que vivimos ese momento y de igual manera el recordar a todos aquellos que un día emprendieron el camino del descanso eterno.

 

En Conil, a 13 de  Agosto 2009

 Fini Castillo Sempere

 

 

 
             

LA DESOLACIÓN

 

    Por mucho que piense, por mucho que quiera comprender  el motivo de las muertes de seres humanos, muertes inesperadas debido a los fenómenos de la “madre naturaleza”   Increíble presenciar las imágenes de estos hechos, y no sentir que el corazón se te para, la respiración se entrecorta; es imposible no mirar al cielo y preguntar; ¿Por qué, por qué Dios mío? Ayer la televisión mostraba el horror humano, aquellas personas que habían perdido la vida bajo los escombros de sus propias casas. ¡Qué horror Dios mío! ¿Cómo es posible que ocurran estas cosas? ¿Cómo es posible?...
    Maremotos, terremotos, los dichosos “tsunamis” y que se yo de maldades de la naturaleza. El mar en su furia descarga con inclemencia sobre la tierra, llevándose todo lo que se cruza por su camino; cuantas familias destruidas y desaparecidas, cuantos huérfanos, cuanta miseria y cuanto horror. La tierra implacable se estremece siempre por la parte más débil, y es allí donde se sufre toda la furia desenfrenada, todo el horror indescriptible; es allí donde en estos momentos todos los corazones de los habitantes de la tierra, llora el desastre, es en ese momento cuando nos vemos insignificante ante el cielo, ante la inmensidad de los fenómenos naturales, que sin avisar se lleva por delante las ilusiones, la vida de seres humanos, sin más. ¿Tan insignificantes somos, Dios mío?
    Samoa, escribirá en su historia, en su negra historia, una fecha fatídica, un día que marcaba el calendario el 29 de septiembre, este día, fue víctima de un fuerte terremoto, y como no había poco, se desencadenó un tsunami que hizo temblar toda la región, ocasionando grandes pérdidas humanas y materiales. No me cabe más que pensar en aquellos archipiélagos del Pacífico, donde el sufrimiento en estos días está presente. Cuántas muertes innecesarias, cuánto dolor, cuanto sufrimiento.  
    Desde estas letras, señalo la labor humanitaria de todos y todas las personas que desinteresadamente ponen sus fuerzas para ayudar en estas circunstancias y a los equipos de rescate que trabajan sin descanso, exponiendo sus vidas.
    Ahora es el momento de llevar a cabo la cooperación Internacional, entre todos podremos aportar nuestro grano de arena para que se normalice la situación en aquella zona. Mi sentimiento más profundo para los familiares de las víctimas, imaginándome por los momentos tan duros que están pasando.
    Descanse en paz todas las víctimas fallecidas  en el seísmo del Pacífico

 

Ceuta, 4 de Octubre 2009      

Fini Castillo Sempere

 

 

ENTRE EL AYER Y EL HOY

 

Cada época, cada momento tiene sus cosas buenas y malas, y en estos días que vivimos indiscutiblemente tiene su parte positiva, pero hay que señalar como negativo la gran violencia que existe  en las calles, en las aulas, en los partidos de fútbol… Solo hay que leer las noticias, escuchar la radio o sentarse delante del televisor para saber de todo este fenómeno, que está machacando a la sociedad. Me diréis que siempre ha existido la violencia, y es verdad;  pero hoy la violencia está en los colegios, en la calle, en el entorno familiar, con la ya conocida violencia de género, donde cada día hay que lamentar alguna víctima mortal.
Me pregunto ¿Qué ha pasado? ¿Quizás sea por la pérdida de valores? No sé si tendrá o no relación, pero lo que sí es evidente que el respeto que antaño les teníamos a los padres, a las personas mayores, a los profesores, hoy día se ha perdido en muchos casos;  ahora no es el momento de buscar culpables, sino de intentar remediar de alguna manera esta sin razón.
Hace unos días, caminando por la ciudad, me cruce con unas jóvenes, no tendrían más de dieciséis años aproximadamente, y al oírlas hablar en un tono bastante alto, me quedé completamente impresionada al oír las cosas que decían y el vocabulario que usaban, a ellas no les importaba lo más mínimo mi presencia, es más creo que gritaban más a postas. La verdad que yo no me asusto de nada, pero si sentí una punzada de tristeza al comprobar las actitudes de aquellas adolescentes. Con  esto solo decir que la sociedad ha cambiado con respecto a la juventud que yo viví.  Antes, cuando veíamos a una persona mayor nos comportábamos con el máximo respeto, porque incluso nos podían llamar la atención y regañarnos, y nosotros no nos atrevíamos a decir ni mu;  esa actitud era generalizada a todos los jóvenes de la época. Hoy se vive un momento tan distinto, y ellos los jóvenes ahora son protagonistas en esta sociedad, y entre ellos hay una gran amalgama de actitudes, por supuesto no todos los comportamientos son iguales. Algunos valores han caído, y otros han prevalecido, cada momento histórico tiene su parte buena y su parte mala, y así será siempre.
Me ha llamado la atención un programa de televisión creo que se llama “Curso del 63”, donde jóvenes de hoy quieren vivir una experiencia de unas generaciones ya pasadas, y es increíble ver como se crea el conflicto el primer día. Se ve como los jóvenes no están acostumbrados a aceptar ninguna norma, y el índice de frustración es tan grande, que no pueden evitar mantener unos comportamientos agresivos y un vocabulario incorrecto; y a la mínima de cambio, de no poder hacer lo que quieren, se derrumban y lloran desconsoladamente, clamando el amparo de sus “Papis”, en cierta manera saben que ellos les van a dar la razón, aún sin tenerla. La diferencia con los jóvenes de antaño es que ni siquiera se planteaban contradecir en lo más mínimo la disciplina impuesta por aquella sociedad; ya nos guardaríamos nosotros decirle a nuestros padres que habíamos recibido un castigo, porque entonces el castigo era doble: el del maestro o maestra, y el de ellos. Mi parecer es que era una disciplina demasiado estricta, pero la de ahora es casi inexistente, y la disciplina en su justa medida y el respeto, son básicos para que exista un orden. Cuando me refiero a disciplina quiero decir a acatar unas normas de convivencia, respeto y aprendizaje. Para esta educación en valores, es imprescindible que los niños y adolescente tengan un entorno familiar donde se inculquen los valores fundamentales del ser humano: el respeto, la solidaridad, la no violencia, la diversidad y otros que incidan de manera positiva en la formación de la persona. Considero muy preocupante el índice tan bajo que tienen hoy día un gran número de jóvenes a la frustración, y no aceptación de límites, pudiéndoles acarrear problemas personales posteriores.
Con esta reflexión, sólo quiero señalar cómo ha cambiado en tan pocos años los modelos de sociedad; la de antes totalmente encorsetada y  represiva, y la de ahora con tanta complacencia, que a veces a los jóvenes inmaduros les hace un flaco favor, y de ahí salen algunos comportamientos nocivos para una sociedad democrática, donde se pone al servicio del ciudadano todos los instrumentos para vivir en libertad, por supuesto sin perjudicar a terceros. Y es ahí donde está la “MADRE DEL CORDERO”  como se dice vulgarmente, ¿Dónde están los límites? A quién corresponda tendrán que reflexionar, y buscar soluciones acertadas para que todos los que conformamos el tejido social, podamos disfrutar del derecho fundamental de la “libertad” sin sentirnos amenazados por los que no se ajustan a las normas

         Ceuta, 8 de octubre 2009

                                      Fini Castillo Sempere.

 

 

 

FUERZAS MISTERIOSAS, PERFECTAS E IMPERFECTAS
                                                                            “A vosotras mis amigas del universo”
                                                                                         

 

Siempre pienso que el universo tiene tanta perfección, un equilibrio exacto, y no todo es casualidad, o quizás sea causalidad, o tal vez lo contrario, en definitiva no lo sé. Hay veces que miro al cielo, y esa perfección me sobrepasa, me llena de desasosiego, y a la vez me hipnotiza, está todo tan medido, y si algo se desequilibrara ¿Qué pasaría? Mejor no pensar en esas cosas, dejémoslo para los sabios, los estudiosos e investigadores, ellos puede que algunas de las miles de preguntas que me hago me la puedan responder algún día.
Querida amiga imaginaria, nuestro mundo; la tierra, es tan pequeña comparada con el universo. Estamos perdido en un sistema solar donde hay millones de estrellas, existen tantas galaxias por ahí perdidas en lo más profundo del universo que me pregunto, ¿existirá vida en otros mundos?, y si existiera, por qué intereses se moverían, serían seres perfectos o tan imperfectos como los humanos.
Me imagino un mundo, donde no existiera la ambición, la envidia, el odio ni el rencor; un mundo lleno de amor, donde las risas fuera la melodía que caracterizaran a los pueblos, donde no existiera el dolor ni las lágrimas, un mundo lleno de seres perfectos que no conocieran la traición. Dios mío, qué mundo  tan maravilloso sería, donde no existiera el maltrato, en ninguna de sus modalidades, y que los animales fueran respetados, y nunca masacrados. Sería un mundo tan perfecto, tan inexistente, tan irreal; sería una utopía perfecta, inalcanzable en las mentes de los seres humanos de este mundo tan injusto y lleno de defectos e imperfecciones.
Si, querida amiga imaginaria, ese mundo perfecto puede que exista en algún lugar del infinito; si, pueda que exista. En  nuestro mundo, el que tenemos, lleno de defectos, porque imperfectos somos los seres humanos; nuestras sociedades se nutren de lo bueno y lo malo de las acciones de millones de personas que pueblan el planeta; a veces el equilibrio entre lo bueno y lo malo, entre lo justo e injusto, se vuelca sobre un lado u otro y es ahí donde influye,  no sé qué fuerzas misteriosas y el mundo se tambalea. Quizás esas fuerzas sean las de las ambiciones humanas, que destruyen poco a poco el mundo, a través principalmente de las guerras despiadadas, donde mueren seres inocentes, niños, mujeres y hombres que no saben ni el porqué de la contienda; esas guerras crueles  son los canceres que carcome la tierra destruyendo todo lo que pilla, y eso sólo es responsabilidad de los seres humanos. A veces, sólo a veces la balanza se vuelca hacía el otro lado, es tan imperceptible…
Algunas noches, en la tranquilidad de mi soledad, miro al cielo, y allí están ellas, las estrellas como cada noche, nunca faltan a la cita; alguna vez juguetean y se esconden entre las nubes; juegan al escondite conmigo, pero yo las siento en lo más profundo de mi alma, y con la confianza de tantas noches de encuentro y mi atrevimiento, siempre les hago la misma pregunta: ¿Estrellas del universo, decidme si allá a lo lejos, en las profundidades de los cielos, hay otros mundos, decidme si es como  éste, decidme…? Noche tras noche espero la respuesta, ellas siempre mudas; quizás no me escuchen, quizás no me entiendan, o simplemente quizás ellas tampoco tengan las respuestas.

           

Ceuta, a 9  de  Octubre 2009                

                                                                          Fini Castillo Sempere

 

 

 

          

                    

CAMINANTE DEL CAMINO DE LA VIDA

 

    Cuando venimos al mundo, somos unas verdaderas incógnitas, nadie sabe qué será de nuestra vida a lo largo de los años; ni siquiera nosotros mismo somos capaces de controlar nuestra historia porque cada día es diferente, y sin darnos cuenta puede ocurrir cualquier acontecimiento que desvíe el camino que nos hemos marcado. El día del nacimiento  es el día señalado, el pistoletazo de salida, se produce en el mismo instante del alumbramiento, y a partir de ese momento, cuantas cosas inesperadas nos ocurrirán,  cuantas personas se nos cruzarán en el camino; unas buenas, otras aceptables y otras mejor ni decirlo, o sí, vamos a ponerles nombres: seres negativos, envidiosos y llenos de complejos, a estos últimos mejor no prestarles la menor atención e intentar sacarlos de nuestro camino a la mayor brevedad posible, lo malo es que muchas veces vienen disfrazados y hasta que los descubres pueden hacer mucho, pero que mucho daño.
    Al inicio del camino, vamos de la mano de nuestros  padres, ellos allanan el sendero, van quitando las piedrecillas para que nuestro caminar sea apacible, y no nos encontremos con espinas que puedan dañarnos. De esta manera nos  sentimos protegidos, seguros, pero poco a poco las alas van creciendo, y tenemos que andar soltando  las manos que nos protegen y seguir  el camino de nuestras vidas  solos, y es ahí cuando encontramos pedruscos tan grandes que nos cuesta mucho trabajo quitar por nosotros mismos,  y es cuando nos damos cuenta que el camino a veces es duro, y hay que enfrentarse a muchos obstáculos y dificultades, pero lo peor es cuando interfieren en nuestras vidas  personas sin escrúpulos, y es ahí cuando hay que encomendarse a dios para que nos proteja.
    Hará aproximadamente dos semanas mientras caminaba por la Carretera Nueva, escuché un programa de radio muy interesante, cuyo tema era  el de “ LOS TREPAS” lo definían muy bien: “Son aquellas personas que por conseguir un puesto,  notoriedad o una calificación superior en el trabajo que  seguro que ni siquiera les pertenece, son capaces de cualquier cosa, incluso perjudicar gravemente a un compañero, sin importarle el daño que pueden ocasionar; son capaces de coaccionar, levantar falsos testimonios ,y cualquier artimaña que le ayude a conseguir el objetivo. En realidad son personas acomplejadas que serían incapaces de conseguir nada por méritos propios, y además la ambición les ciega, de tal manera que ni siquiera tienen remordimiento de conciencia, sino todo lo contrario ¡Pobres gentes, que poca calidad humana! Encontrarse en el caminar de la vida a este tipo de personas es encontrar un gran escollo;  pero la constancia, el esfuerzo, la honestidad, la profesionalidad,  y la ayuda de gente buena, dan energía para quitar ese obstáculo, y lo más importante, que al final cada uno se queda en el lugar que le corresponde, porque la justicia existe, y especialmente la justicia Divina.
    A veces me pregunto ¿Esas personas que hacen daño gratuitamente, tendrán conciencia de ello? No encuentro respuesta, y pienso en el refrán, “Tiene que haber de todo en la viña del Señor”: gente honesta y deshonesta, gente justa y gente injusta, y así podría seguir enumerando  calificativos y sus antónimos. Como he dicho antes tiene que haber de todo, pero que Dios nos guarde, si, que nos guarde de encontrarnos con una de ellas, tengan o no conciencia de ello. En el caso de haberos topado con alguien así, dejarlas correr, porque en el pecado llevarán la penitencia.
    También en ese camino, en el de nuestra propia vida, nos encontramos con gente que merecen la pena: gente que te escucha y te ofrece la mano, gente que pueden convertirse en verdaderos amigos; bien es verdad que abundan pocos, pero alguno seguro que se cruzan en el camino, y te dan ánimo, y te hablan cuando necesitas conversación y enmudecen cuando necesitas silencio. Él o ella, saben escucharte sin reproches, y te ayudan cuando caes, y se ríe cuando la vida te sonríe. Es mala suerte encontrarse en el camino el pedrusco del mal, pero se es muy afortunado si en ese camino encuentras la amistad, porque ella te ayudara a recorrer el camino; como el viento ayuda a un velero  en alta mar  a llegar a buen puerto, o como el agua ayuda a calmar la sed de los pueblos, o como el trigo, con su actitud espigada y noble apacigua el hambre del mundo… Así es la amistad verdadera, la amistad que parte del corazón.

 

Ceuta, a 12 de  octubre de 2009

Fini Castillo Sempere

 

 

 

  
                                                                                                      

MI CAMINAR, MI YO
                         “Mi verdadera amiga, mi yo”

 

         Hoy nace un nuevo día, con la diferencia que es domingo, y voy a disfrutar de mi paseo dominical; para mí este caminar es medicinal, solo con sentir la brisa del mar, el aire del Monte Hacho, ver el color del cielo, da igual sea azul  celeste o azul hielo; puedo sentir tantas sensaciones, solo con mirar el mar se me abre un mundo de fantasías, cielo y mar, como un coctel dulce y meloso, combinación perfecta para soñadores, poetas y escritores. Cuantas cosas se me pasan por la cabeza,  hoy he echado de menos el no haber llevado a cabo el  consejo de mi hermano que me dice que: <siempre lleve en mis paseos, una pequeña libreta y apunte todo mis sentimientos, que anote mis emociones, y hoy era un día especial para haberlo hecho>, estaba el mar impresionante, daba la impresión que la ley de la gravedad que un día descubrió Isaac Newton iba a romper su equilibrio y la masa de agua se desbordaría sobre mí. Sentí miedo, el miedo propio de la inmensidad, miedo al todo poderoso, al creador, miedo a lo grandioso de la propia naturaleza, miedo al sentirme tan pequeña frente a lo infinito, miedo a no sé qué, en definitiva miedo a lo desconocido.
         Como cada día que paso por el Puente del Chorrillo, me detengo, miro al mar que rompe en el espigón, y allí permanezco unos minutos, es un lugar para mi sagrado; miro al frente y en las murallas está la imagen tallada en piedra de la Virgen  Nuestra Señora de África, rezo una oración y siempre hago alguna petición. Hoy me ha distraído una camada de gatos que han hecho de aquel lugar su hábitat; la madre juguetea con los cachorros, se la vez tan feliz con sus pequeños. ¿Habrá una cosa más bella que esa imagen?  De pronto, la madre se tumba y acuden todos en busca del néctar de sus pechos. El más pequeño de color negro, llega rezagado, su paso es lento y discontinuo, la madre que se percata de su torpeza, se incorpora ágilmente, y con sus dientes lo engancha del cuello colocándolo en un lugar preferente, el pequeño mueve su trasero y se acomoda al calor de su progenitora, el resto de la camada aceptan de buen grado la decisión materna y todos empiezan a mamar de la fuente de la vida que les ofrece la madre.
         Sigo mi camino, hoy llevo conmigo a una acompañante, es tan parecida a mí, que casi se confunde conmigo;  le hablo y le pregunto tantas cosas, ella tiene la clave  para que me reconozca tal cual. En mi charla con ella, seguro que descubro algo nuevo; quiero conocerme mejor y en estos paseos me sincero en cierta forma, ella me escucha y no me juzga, su silencio me hace comprender que las cosas mías, son solo mías, ella es solo mi espejo. De todas formas hoy le voy a preguntar varias cosas que me preocupan, a ver que me responde.
         Extraña y silenciosa compañera, tú que me conoces, tú que sientes mis tristezas, tú que alegre estás cuando río, me puedes decir si me conoces; puedes decirme quien soy, que busco y a donde me dirijo; me lo puedes decir. Te confieso que a veces no me reconozco, quizás no encuentre el significado de la vida, me pregunto tantas cosas, no solo de mí, sino del mundo donde vivo, que es  tan injusto y a veces tan cruel. Ese mundo  lleno de espinas donde los que se dicen tus amigos, en realidad son tus enemigos, y en ocasiones lo descubres tarde, muy tarde, y entonces entra en tu alma la desolación, el desasosiego, la traición. Quizás el mundo que nos rodea es así; y me niego a ser parte de este circo, de esta mentira, puede que sea parte de él, pero prefiero ser la burlada, la herida y no la burladora, ni la que hiere; ¡infinitamente lo prefiero!
         Alguna vez en mis introspecciones, te he encontrado amiga sincera, y como  siempre te pregunto por mí misma, en definitiva por ti, tú estás en las profundidades de mi ser y tienes que conocer todos los recodos de mi alma, tú debes tener la sabiduría, el conocimiento de mis  fortalezas y debilidades, tú debes saber tantas cosas que yo desconozco, enséñame el camino, guíame, quiero saberlo todo, para comprender el significado de lo incomprensible…
¡Ay compañera! Me consuela tenerte a mi lado, contigo no me siento sola, a veces la soledad es insoportable y casi necesaria para encontrarte a ti misma; no importa la gente que te rodee, esta soledad es otra cosa, y tú siempre estás atenta, siempre estás a mi lado; me has consolado tantas veces, siempre que me he venido abajo, ahí has estado, te has puesto delante de mí y has hecho que mi ánimo recobrara vida, has hecho resucitar la ilusión en mí; y es ahí cuando puedes apoyarte en los seres queridos -esas personas que te quieren incondicionalmente-, porque sabré lo que quiero. Qué sería sin ti, eres todo, eres mi propia esencia, en definitiva eres mi alma, y con la mayor de las delicadezas haces que me conozca cada día más, me presentas mis defectos, no para herirme, sino para que corrija si así lo deseo, y yo te agradezco tu sinceridad manifiesta, eres mi amiga, eres mi yo, y cada día haces que sea mejor persona.
 

Ceuta, 15 de Septiembre 2009 

Fini Castillo Sempere

 

 

 

                                      EL VERANO SE RETIRA

 

Qué bonito estaba el cielo esta mañana, la luz triste del día me acarició y me invitó a asomarme a la ventana para que la saludara; el cielo hoy lucía un traje gris, adornado con toques blanquecinos. El mar, miraba al cielo, y este re reflejaba en el mar formando un río de plata  que se perdía en la orilla de la playa; el balanceo suave de las olas, acariciaban la arena mojada. La naturaleza es tan extraña y a la vez tan bella; puede ser suave como la brisa del mar en verano y brusca como el sonido de una tormenta en invierno. Cada ciclo trae sus propias características, y nosotros tenemos que adaptarnos a sus caprichos que a veces son agradables y disfrutamos de ellos, pero otras veces son tan abruptas que ocasionan graves deterioros, especialmente en las zonas más débiles a los fenómenos atmosféricos.
 El domingo se desperezó lentamente, el día perezoso no quería despertar. El sol no alumbraba como le correspondía; las nubes juguetonas se lo impedían. El verano se despide, las mañanas se les antoja más fresca y las gaviotas vuelan el aire con rapidez entremezclándose con las nubes; algunas quedan retozando sobre sus  panzas  en la arena de la playa. Si, realmente el verano se despide poco a poco, en  su lenta agonía el otoño abre sus ojos con avidez; cada día más pronto quiere invadir al verano, y eso no es correcto, cada cosa a su tiempo; sino las leyes de la naturaleza perderán su equilibrio natural y el cielo puede enfadarse e incluso llorar una lluvia desgarrada e intensa.
Cada estación debe tener su espacio, su lugar. ¡Qué grandioso espectáculo!, cuantas veces os habréis preguntado por el misterio de la vida, cuantas veces habréis sentido la grandiosidad de las leyes que ordenan el mundo, cuantas veces habréis pensado: “mejor no pensar en esas cosas” todo este misterio es tan enigmático; El Hacedor tiene las respuestas. Él fue, según mis creencias el responsable de esta maravilla; algún día, estoy segura, en algún lugar del firmamento,  posada  mi alma en alguna estrella comprenderé el misterio del mundo, si algún día…
         El pasado año nos sorprendió un septiembre  duro, fueron muchas las ciudades que se vieron invadidas por intensas lluvias, lo que ocasiono destrozos importantes, y como siempre pasa, a los que menos tienen les afecta más, muchas familias sufrieron la pérdida de todos su enseres e incluso de sus viviendas. Qué tristeza, que injusto, que rabia, Dios quiera que este otoño, el cielo nos regale su carácter afable, por el bien de muchos. Qué tristeza observar lo injusto de la vida, qué tristeza ver como las personas más necesitadas son las que sufren la rabia de la naturaleza, qué tristeza… Y sin embargo siempre hay una sonrisa y palabras de agradecimiento, cuanto nos enseñan, cuanto…

 

En Ceuta, a 15 de Septiembre 2009

Fini Castillo Sempere

 

 

                  


LA VIDA

“Dedicado a todos/as los que aman la vida, y se sienten parte de ella”

 

    La vida, que palabra más abstracta, ¿Que es en realidad la vida? Es el camino que cada persona emprende durante su existencia, valdría esa definición -me pregunto- o quizás sea el tiempo desde que nacemos hasta que morimos, tal vez es el regalo que nos hacemos nosotros mismos, y debemos de cuidar, mimar e instruir para que esta sea lo más apacible posible. No sé en definitiva como definirla, lo que si estoy segura que la vida es una situación diferente para cada persona, y jamás se repite; se puede asemejar, e incluso copiar, pero por miles de causas y casualidades, cada ser humano vive su propia vida. La vida es un concepto tan subjetivo que es imposible que dos personas vivan la misma; porque los sentimientos de cada uno, ante una misma situación son diferentes, cada cual tiene sus señas de identidad, y eso es inamovible.
    Otro factor diferencial entre los humanos es el componente genético que llevamos impregnados en cada célula, en cada milímetro de nuestro ser; y esa dotación genética tendrá que ver mucho en nuestro desarrollo; ella marcará casi como una mano del destino parte de nuestra propia vida. Aunque queramos o no, nuestros padres y antepasados tienen mucho que ver en nuestro sino. No solo  el destino marca nuestro camino; influyen muchas más cosas, que inexorablemente llevaremos colgadas en no sé qué lugar, pero seguro que están esperando la oportunidad de hacerse presente.
    Hay tantas definiciones sobre la vida, la filosófica: “Actividad natural  inmanente auto perfectiva”.  La religiosa: “La vida humana es un paso que conduce al alma de la inexistencia a la plenitud eterna en un periodo de tiempo”. Religiosa Budista: “La vida es cada uno de los estados de reencarnación de los seres sintientes en el samsara”. Fisiológica: “Un organismo vivo es aquel compuesto por materia orgánica capaz de llevar a cabo funciones como el comer, metabolizar, excretar, reproducirse, crecer, respirar y responder a estímulos externos”.  
    Ante tantas definiciones que pueden ser acertadas o no, yo me quedo con las pequeñas cosas que nos envuelven y casi son imperceptibles; pero que están ahí, y solo a veces las descubrimos. “La vida es el  rumor del viento al acariciar los montes y montañas”, “la vida es el arcoíris en un día de invierno”, “la vida es el murmullo del agua al caer entre las rocas”, “la vida es la explosión de los campos en primavera”,” la vida es el cielo estrellado en una noche de verano”, “la vida es una madre amamantado a su hijo con el néctar de sus senos”; “la vida es esa palabra amable cuando se necesita oírla”.” La vida es tantas cosas que tardaría horas en describirlas”. La vida para mí, son sentimientos, porque sin sentimientos no seriamos personas, y la vida no tendría ningún sentido.
    Uno de los mejores dones del ser humano es  sentir la vida con todas las fuerzas, disfrutar de cada flor, de cada gesto de amor, disfrutar del día y de la noche, del cielo, del mar, de las estrellas. Disfrutar de la amistad, y brindarla de corazón a los  amigos, y a los que no lo son aprovechar para tender la mano; esa acción hará  que nos sintamos mejor; porque en definitiva todos y cada uno de nosotros, venimos a la vida para disfrutar de ella, pero al final, ella majestuosa y risueña, se queda aquí, esperando nuevas esperanzas y nosotros llegamos a la meta para iniciar el camino, quizás a otra vida; porque ésta incuestionablemente la dejamos en el punto de llegada y ya se encargarán otros de iniciar el recorrido  en el ciclo de sus vidas.  
    Hay que tomar la vida de frente, y vivirla siempre en positivo, porque es como un río, que recorre sus caminos; al principio lentamente con  su pequeño  caudal de agua, pero cada vez la cantidad de agua es mayor y corre y corre cada vez más deprisa, para llegar cuanto antes al mar, a su destino. Nosotros nos asemejamos al río, cuanto más peso llevemos de negatividad nuestra vida recorrerá el camino deprisa sin disfrutar del recorrido maravilloso de la vida; por tanto solo llevar la carga de las cosas buenas, que esas no pesan; se llevan prendidas en el alma que es inmortal, sin embargo los pedruscos pesan mucho  y harán que nuestro recorrido por la vida no sea bueno, estará lleno de negatividad y cuando lleguemos al final de la vida nos encontraremos con una realidad nada agradable. Mirar a la vida a la cara y sonreírle, será como mirar en un espejo  y allí estará ella, la vida, regalándoos la mejor de sus sonrisas.

 

En Ceuta, a 15 de Noviembre 2009

Fini Castillo Sempere

 


           

 

 

   

                                                                                         

EL MAYOR TESORO, LOS HIJOS
                                                                             “A los padres que velan el sueño de sus hijos” 

 

            Ella era todavía joven, pero deseaba con todas sus fuerzas ser madre. Esa noche la inquietud la poseía, a la mañana siguiente descubriría si en su vientre había germinado la semilla del amor; ese pensamiento la abrumaba, y a la vez se ilusionaba solo el pensar que en unos meses podría tener entre sus brazos al fruto del amor entre ella y su esposo. Se quedó dormida y sonó que era una niña pequeña, y sintió los arrumacos de su madre, ella se sentía protegida entre aquellos brazos fuertes y a la vez tiernos, era la protección de la dedicación, de la entrega, eran los brazos de su “madre”.
            Por la mañana muy temprano se hizo la prueba tan esperada, y la alegría invadió aquel hogar, ¡iban a ser padres!; en ochos meses llegaría a la casa una criatura. ¡Dios mío que alegría! Se sentían tan felices, ahora solo quedaba esperar  y llevar a cabo los preparativos del nacimiento de su hijito o hijita.
            El tiempo transcurrió lentamente para ellos, deseaban tanto que llegara el día tan esperado. Mientras tanto prepararon con sumo esmero todo lo necesario para recibir al nuevo ser. El vientre de la futura madre cada vez más abultado indicaba que ya  estaba próximo el momento del alumbramiento.
            Los dolores empezaron lentamente y poco a poco se fueron haciendo presente con más intensidad y frecuencia. ¡Por fin llegó el día! El futuro papá estaba muy nervioso, y ella con dolores intensos emprendieron el camino del hospital.
            ¡Es una niña, es una niña! Dijeron, y efectivamente era una niña preciosa, sus cabellos incipientes y de un color dorado adornaban la carita angelical de aquella criatura que había aterrizado a la vida, y en el seno de una familia que ya la querían con todo el alma. Los padres al mirarla mil sentimientos los invadían: amor, ternura, protección, desvelo, temor, cariño…
            Que felices están los padres, la niña crecía día a día, y como todos los niños del mundo, hay veces que se ponen enfermos, y se curan, y se vuelven a poner enfermos, es algo tan natural como la vida misma. Es verdad, pero los papás no desean nunca que sus hijos se pongan malitos y sufren infinitamente. Es una mezcla de miedo, dolor, inseguridad, y es inevitable, doy fe de ello; por los hijos siempre se siente miedo  a  que les ocurra algo negativo. Cuando son pequeños nos asustan las enfermedades, y cuando son mayores,  además existen otros miedos; especialmente nos asusta el que no sean felices. La vida es así, desde el momento que una madre siente a un nuevo ser dentro de ella, desde el momento que ese pequeño corazoncito late, la madre está pendiente de ese latido, no importa la edad; los hijos no tienen edad, solo son hijos, “El mayor tesoro de los padres” 
            No te aflijas amiga, ni te asustes, los pequeños se ponen enfermitos, pero también se curan.  Tu muñeca, dentro de nada estará como la flor más preciosa del jardín de tu hogar, el sustillo  habrá quedado en eso “en un mal rato” eso es otra de las cosas por la que tenemos que pasar los padres y vosotros tenéis matrícula de honor en lo de ser unos “buenos papás”

 

     Ceuta, 22 de Noviembre 2009    

  Fini Castillo Sempere.
           

 

                                      

                                           LA GENEROSIDAD

               “A todos aquellos que defienden la verdad”


              

    La vida nos enseña tantas cosas, y ahí está la capacidad de cada uno de nosotros de saber aprender la lección que día a día nos  muestra.  Cuantas veces habremos hecho juicios de valor sobre algo o peor aún sobre personas y sin conocerlas; cuantas veces habremos hablado mal de alguien, de una manera atroz, y ni siquiera sabíamos casi nada de ella; pensar y veréis que eso ocurre cada día, a cada hora, en cualquier lugar.
    Tengo que reconocer que como cualquier mortal he padecido esa fea costumbre, y he pronunciado a veces palabras indebidas; pero ahora con el razonamiento, he comprendido que nadie debe ser juez de nadie, y sobre todo que la “generosidad” es un bien que se debe cultivar como la perla más preciada; porque sin la “generosidad” el mundo se vuelve gris, oscuro, y el ser que no la ejerce queda sumida en el egocentrismo absoluto, y no es cosa peor que una persona que solo se mire su ombligo, sin importarle nada lo que ocurre a su alrededor.  
    Que sería de nosotros, si no entendiéramos a los demás y los demás  no nos entendieran a nosotros, que sería de nosotros si no fuéramos capaces de equivocarnos y tener la oportunidad de rectificar, y que sería de nosotros sin la comprensión de los demás;  estos actos tan simples y a la vez tan costosos a veces de llevar a cabo, se considera “la generosidad”
    Que palabra tan grandiosa, se me antoja de color blanco, tan blanca como la pureza, porque las personas generosas tienen un espíritu puro, no podría ser de otra manera. Existen tantas formas de ser generoso/a: una mirada de complicidad en un mal momento, un abrazo cuando alguien lo necesita, el tiempo que le dedicas sin mirar el reloj a un amigo/a, una palabra de aliento en un momento difícil,  el silencio en el momento justo…
    La vida nos enseña tantas cosas, solo hay que pararse  de vez en cuando y pensar, solo eso, pensar en nuestras acciones, en nuestros hechos y palabras. Hay que detenerse, hacer un parón y reflexionar; hacer una introspección y buscar en el fondo de nuestros corazones, mirar detenidamente, y allí siempre encontraremos las respuestas a tantas cosas; él nos hablará con la claridad que nosotros deseemos; con la verdad, porque el corazón nunca va a decir solo lo que queramos oír, él dejó el cinismo hace ya mucho rato.
    Cuantas veces nos habremos equivocado y habremos tenido opiniones erróneas, cuantas veces y quizás casi sin darnos cuentas habremos etiquetado a personas que una vez conocidas, nuestra opinión cambia 180 grados, cuantas veces habremos sido injustos con los que nos rodean;  y la grandeza de los “equivocados” está en reconocerlo y enmendar la plana, y si es preciso decir a los cuatro viento: “Un día me equivoqué y he aprendido la lección, jamás hablaré de nadie gratuitamente”.  


    Si, un día me equivoqué,
    y por ello, hoy pido perdón .
   El perdón es el bálsamo de la comprensión;
    la soberbia, es el veneno de la humanidad.
    Si, un día  me equivoqué,
    y por ello, hoy pido perdón...


                                                                                        
Ceuta, 12 de Diciembre 2009

                           
Fini Castillo Sempere.

 

   

  


                                
                                                        NAVIDADES PRETÉRITAS
                                                                                                                “A todos aquellos que creen en el espíritu navideño”

 

El día amaneció lluvioso, el cielo encapotado encerraba la ira del temporal que en breves momento se desencadenaría. Era Navidad, fecha  propia para pensar y recapacitar sobre muchas cosas; quizás inducida  por el espíritu navideño tan comentado en estos días, la realidad es que en estos momentos me encuentro más sensible y pensadora. Quizás porque para mi son fechas que en cierta manera me envuelve la pérdida, la ausencia, si, quizás el vacio que siento en mi alma en estos días, me haga recapacitar sobre el mundo, la vida, los amigos e incluso los que no son tan amigos, el hambre, el norte y el sur, la desesperanza de los hombres y mujeres que se encuentran en una situación insostenible de desempleo, en aquellos padres que perdieron a sus hijas a consecuencia de la violencia. En definitiva a reflexionar sobre nosotros mismos, ya que si el hombre pusiera medidas positivas y solidarias y se pensara más en aquellos que menos tienen y desapareciera el egoísmo del mundo, quizás seriamos más felices al comprobar  que cada uno  de los ocupantes del planeta Tierra tuviera  un techo, un trabajo y una vida más igualitaria, quizás…
Nuestras Navidades en el pasado eran humildes pero inmensamente felices, no faltaba en la mesa el “pollo al horno”, embadurnado de coñac y pimienta, el aroma que dejaba en mi casa, lo tengo tan presente que solo con cerrar los ojos, vuelvo a olerlo. Desde que formé mi nueva familia, en ella, el día de Noche Buena, no falta el pollo cocinado de esa forma; solo para que mi hogar huela a la Navidad de mi infancia, a la Navidad de mis padres, a la Navidad que impregnan mis recuerdo y así será hasta el final de mis días. Después de eso, cada uno de  mis hijos tendrán su propia navidad, pero segura estoy que llevará la pincelada de navidades pasadas de sus abuelos y padres.
Mi madre se esmeraba mucho en preparar una mesa repleta de manjares que solo ella sabía hacer, con la buena mano que la caracterizaba en la cocina, Mi padre era el encargado del casete. Ese día gravábamos nuestra alegría y canciones, y por supuesto también el mensaje de navidad que cada uno quisiéramos decir. Todo ello era como un ritual que se repetía año tras años; y ahora, al paso de los años, todavía quedan alguna de aquellas cintas, que guardaremos como el mayor de los tesoros, ¡ay que navidades aquellas tan entrañables! No había tantas cosas como ahora, pero la familia era la institución por antonomasia, y todos participábamos de los preparativos de la cena y la comida de Navidad. Ahora es distinto, los jóvenes y no tan jóvenes, salen el día 24 a la calle a celebrar  y llegan a casa a la hora de cenar con un cuerpecito muy perjudicado, de tantas copas; se sientan a la mesa obligado por la tradición, pero sin ganas de participar como se hacía antaño, formando los coros caseros para cantar los villancicos al niño Dios que va a nacer. Enseguida de terminar la cena, cogen nuevamente el abrigo, y a la calle, les espera la movida…
Antes, el día 24 quien salía, se tomaba un par de copas y a casa, había que hacer los preparativos de la cena, así , a la hora justa todo el mundo se sentaba a la mesa fresquito y con ganas de cantar los villancicos que tras generación y generación cantaban nuestros padres y los más jóvenes aprendíamos y cantábamos a toda voz, y con los instrumentos más rudimentarios: una botella de “ Anís el Mono” un  “almirez” sacado de la cocina, y unas panderetas embadurnadas de ajo fresco para que el sonido fuera más intenso, cualquier cosa que hiciera ruido servía para acompañar a los villancicos.  Realmente eran otros tiempos, la familia sentada  alrededor de la mesa, ¡que estampa tan bonita! Aquellos días quedaron atrás, muchos hijos  de padres separados tienen que dividirse; unos días con mamá y otros con papá, y a veces las circunstancias no son agradables ni para los padres ni  para los hijos, y este hecho influye notablemente en las celebraciones y en el entorno familiar.
También hay familias muy tradicionales, que siguen las celebraciones familiares intensamente, se reúnen, cantan y disfruta de estas fiestas entrañables, porque en definitiva, lo más importante del ser humano es contar con un entorno familiar adecuado. La familia es la pieza fundamental de la sociedad, es el anclaje perfecto para el desarrollo del ser humano, y se debe cuidar, y aún en estos tiempos que corren, las familias da igual el tipo familia que sea, porque el respeto y la diversidad es otro bien o principio que debe prevalecer por encima de todo, debe permanecer con unos valores claros de cariño y respeto, y no perder nunca las tradiciones y la identidad de la propia esencia de la misma.
Será que los años nos vuelven nostálgicos/as, que añoro tantas cosas de aquellos días de infancia. Días felices de villancicos y panderetas, de anís del mono, pestiños y polvorones; de tarjetas navideñas, de ropa nueva, comprada con el sacrificio de nuestros padres. De tantas cosas que hoy contadas a mis hijos, se quedan extrañados; normal, ellos ya viven otra época; quizás mejor que la nuestra, no lo sé, pero segura estoy que tan diferente. A ellos les ha tocado vivir otra historia, otro momento, el nuestro ya pasó, y solo queda en el recuerdo y quizás también en la nostalgia de nuestro pensamiento; y hoy por un instante la memoria evocativa  me ha hecho introducirme en mis Navidades pasadas, y allí al fondo de la mesa, he visto a mis abuelos, y a mi padre, y especialmente a él lo siento sonriente, contento de ver a su familia unida, donde prevalecen los valores que nos inculcó. Y ahora al paso del tiempo, ellos también comparten mi mesa en Navidad, porque están presentes en mi corazón.

 

      Ceuta, 29 de Diciembre 2009        

                                                              Fini Castillo Sempere.

 

 

  

                               

   HAITÍ, EL TERROR DE LO INCONCEBIBLE

 

    Hoy, no tengo más que sentir rabia, tristeza, desazón y mucha pena. Hoy en mi insomnio, y tras los pequeños auriculares del diminuto transistor que,  cada noche oigo hasta conseguir que el sueño me rinda, sentí que el corazón se me paralizaba al escuchar la terrible noticia del terremoto que acababa de ocurrir en Haití, en el país más pobre de América.
    No podía creer lo que estaba ocurriendo a miles de kilómetros de distancia, y  en la soledad de la noche yo escuchaba  aquel horror, en esos mismos momentos miles de personas estaban sufriendo, otras tantas perdiendo la vida; me sentí horrorizada, ¡Dios mío! ¿Por qué permites estas cosas? No es justo que seres inocentes sufran la ira de la tierra, ¿porqué pasan estas cosas, porqué?
    Después de una noche terrible, solo pensando en aquellas víctimas, unas que sus vidas había sido sesgada sin oportunidad alguna, y otras que sufrían el horror del momento en plena conciencia; mi pensamiento no podía apartarse de aquel lugar, me imaginaba situaciones horribles, sentía ganas de gritar y gritar, aunque de mi boca no salió ningún ruido; mis ojos se inundaban de lágrimas inútiles, mi impotencia se reflejaba en mis gestos, me sentía tan insignificante, no podía hacer nada por aquellas personas que sin conocerlas me sentía tan unida a ellas. 
    A lo largo del día, las noticias en los medios de comunicación daban las cifras aproximadas de las víctimas, los desaparecidos eran incalculables todavía, las imágenes que mostraba la televisión eran escalofriantes, me sentí incapaz de mirar aquellos cuerpos mutilados  y aplastados bajos los bloques de piedra de los edificios. ¡Dios mío! ¡Dios mío! No tengo palabras para describir ese horror. A través de la pequeña pantalla, vi a un niño herido caminando sin rumbo, ahí sentí la rabia, y me pregunté ¿Padre dónde estabas?, ¿porque no pudiste cuidar de tus hijos?, quizás te despistaste un rato, quizás…
    Tal vez no tenga autoridad para decir estas cosas, pero Padre, es lo que siento;  siento desaliento, tristeza y abandono. Esta noche he mirado al cielo, estaba cubierto por grandes nubarrones grises, y en mi atrevimiento, y quizás en mi tristeza, he sentido tu presencia allí arriba; tantas veces te he sentido en mi corazón, pero hoy he mirado al cielo, y te he hecho una pregunta, ¿Porqué padre? , ¿Porqué? Hasta el momento no he tenido respuesta, quizás  en tu omnipotencia, me hagas comprender el motivo de la sin razón, de la injusticia y en este caso no la de los hombres, este vez va más allá, quizás sea la injusticia de la naturaleza, del cosmos, o Dios sabe de quién,  Dios sabe… solo pido, Dios mío, un poco de bálsamo para todas aquellas personas que sufren, para aquellos padres que han perdido a sus hijos y aquellos hijos que han perdido a sus padres. Hoy, entre toda la desgracia, he presenciado un milagro, una sonrisa en un niño de dos años al ser entregado a su madre, de mano del bombero que lo rescató; llevaba dos días entre los escombros.

 

   La grandeza de los pueblos se mide por muchas cosas, pero una de  la más importante es la “Solidaridad”* y en estos momentos muchos países se están volcando en ofrecer  ayuda humanitaria, y estoy orgullosa de ello, especialmente de las buenas intenciones de mi país,  como no podía ser de otra manera, está colaborando en la medida de sus posibilidades y la solidaridad de los ciudadanos, en paliar aquella terrible situación que está sufriendo Haití.  
    Mis mejores deseos para la reconstrucción de Haití. Descansen en paz las víctimas y que haya pronta mejoría para los heridos y afectados.


      Ceuta, a 15 de Enero 2010   
                                                                                  Fini CastilloSempere.


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*   Han dicho en una emisora: «que se necesita más de 500 millones de dólares para afrontar la caótica situación en Haití, y mucha solidaridad del resto del mundo».

 

 

 

                                                      
                                    DE LA VIDA APRENDÍ…
                                                   “A todos los que quieran aprender la lección de la vida”

 

    Desde hace mucho rato doy vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, quisiera entrar en el país de los sueños por un rato más, pero no es posible, y aburrida y cansada de intentarlo me levanto un poco malhumorada por no haber conseguido esas horas de nirvana que mi cuerpo y mi mente necesita, así que como cada sábado desde hora muy temprana busco en mi ordenador la evasión de mis horas de insomnio.
    El día se ha despertado enfadado, esa es mi impresión al comprobar el impacto del viento y lluvia sobre mi ventana, es una melodía descompasada, diría casi un poco agresiva. Me asomo tras los cristales y compruebo el mar erizado a causa del viento que sopla indulgente causando  olas blanquecinas; el color predomínate hoy es el gris mezclado con nubarrones casi negros que penden del cielo, balanceándose al capricho del viento de levante. El mar, como siempre imita al techo divino, y se viste del color grisáceo que casi por decreto le ordena día a día el cielo. Y me pregunto yo ¿Algún día será al contrario?, ¿alguna vez se le antojará al cielo imitar al mar? ¿Por qué siempre está a la orden del viento en cuanto a su estado anímico y el color al capricho del cielo?
    En esta etapa de  mi vida, pienso en tantas cosas, cosas que antes no me preocupaban debido a la juventud;  la vida se veía tan diferente, no había cabida para las preocupaciones, ni siquiera para pensar en el futuro, porque el futuro era, y es el mejor regalo que tiene la juventud. Sin embargo ahora, en mi percepción, el tiempo cada vez se acorta más deprisa, los años ya no se miden como antaño, ahora se esfuman con la rapidez del viento. Cuando era niña, el camino de enero a diciembre se hacía eterno, en aquellos días medía el tiempo con el reloj del día de los Reyes de Oriente.  ¡Uf! Queda tanto tiempo para que vuelvan a visitarme, un año entero, con sus doces largos meses y sus trescientos sesenta y cinco días… Pensaba año tras año.  
    Cada día se aprende algo nuevo, eso es incuestionable, y yo a lo largo de mi vida he aprendido tanto;  he aprendido a escuchar, a no juzgar, a medir los tiempos, a estar cuando hay que estar,  huir en el momento preciso, a  callar cuando debía, a mirar a la cara de los que me hablan, a tender la mano en el momento justo, a estar al lado de los que quieren tenerme cerca; he aprendido a pedir perdón   y a perdonar; he aprendido a levantarme cuando he caído,  he aprendido tantas cosa.  También aprendí a saber de mis equivocaciones, y sobre todo a reconocerlas, para enmendarlas. Aprendí a amar a los animales intensamente, aprendí de ellos tantas cosas… Aprendí a querer incondicionalmente a mis amigos; aprendí, incluso,   de los que no eran mis amigos, aprendí tantas cosas… Aprendí a llevar como bandera la humildad, porque es un valor que dignifica; sí, realmente creo firmemente que la humildad dignifica a la persona. Aprendí que la solidaridad puede ser la llave que abra un mundo donde cupiéramos todos, norte y sur unidos con lazos de fraternidad.
    Hoy en la madurez, sigo aprendiendo lo feliz que puedo ser al contemplar el sol saliente, porque él me trasmite su luz y energía, y me dice: ten confianza en ti misma, mañana de nuevo alumbraré tu camino, y yo le creo, y confío en él. He aprendido también a  confiar en la amistad, porque sin esa premisa dejaría de ser amistad. He aprendido a que hay gente buena dispuesta a tender la mano de manera incondicional; también he aprendido que existe el egoísmo humano, digo humano porque los animales no conocen ese mal. También he aprendido a querer a la luna, porque sin ella, que sería de los enamorados que la esperan con ansia para perderse en su luz. He aprendido tantas cosas…

 

  Ceuta, a 23 de Enero 2010   
                                                                                  Fini CastilloSempere.

 

                                

    

                               NUEVAMENTE
                                                “Mi solidaridad con Haití, Chile y todos los pueblos damnificados”

 

     No sé qué está pasando, nuevamente la tierra tiembla, el mar sale de su equilibrio natural desafiando a la gravedad. Tendrá que ver estas situaciones con los comportamientos humanos -me pregunto-  algo grave debe de estar pasando; algo que se nos va de nuestros límites, de nuestros avances tecnológicos;  lo que sí es cierto, que el mundo está sufriendo un grave azote; quizás la naturaleza se está revelando, quizás está sacando sus armas terroríficas para defenderse de los abusos que la humanidad está cometiendo. En mi ignorante opinión hago una reflexión y así la plasmo. Me vuelvo a preguntar por qué se siguen talándose los árboles sin ningún control, porqué se construye tantas veces sin pensar en las consecuencias, porque se destruye deshumanamente y con la máxima crueldad  a especies animales, porqué se hacen tantas y tantas cosas que a corto, medio y largo plazo irán destruyendo el mundo.  
    De nuevo nos encontramos con las desgracias humanas y medioambientales, en la mayoría de los casos los damnificados pierden tantas cosas: madres, hijos, hermanos, familia en general.  Solo hay que mirar para algunos países y ver en qué estado han quedado después de los terremotos de los últimos días, y las consecuencias tan terribles que van dejando por tantos y tantos hogares. Estas  personas que han vivido en primera personas estas situaciones, sufren desmesuradamente el vacío de la pérdida absoluta, ellas que solo querían vivir felices y libres
 Nuestro país como el resto de países están padeciendo un invierno muy duro sin olvidar las consecuencias tan  dramáticas que están acaeciendo por los fenómenos atmosféricos de este invierno devastador. Desbordamiento de los ríos, inundaciones incontroladas que destroza todo lo que encuentra en el camino; pero lo más triste son las pérdidas humanas porque estas son insustituibles.  Las cosas materiales que sirven para desarrollar una vida digna, también son importantes, porque hay personas que pierden todo lo que poseen; quedando solo al amparo de las estrellas y la solidaridad de los hermanos del mundo, pero al menos les queda eso; al  contrario de los que pierden la vida, porque en ella se van las ilusiones, el amor, el ser, el estar, con la pérdida de la vida sabemos lo que se pierde, pero nunca sabremos lo que encontraremos en el camino de la eternidad, eso nunca lo sabremos.
    Ahora nos toca mirar hacia adelante, y tender la mano solidaria a todos aquellos que necesitan del resto de la humanidad; porque es la única esperanza que les queda, y ante estas situaciones, el mundo en general siempre se vuelca, porque sigo pensando que el ser  humano es generoso ante estos fenómenos,  porque siempre queda pensar ¿y si me hubiera pasado a mí? Es bueno siempre ponerse en el lugar del otro, porque así podremos entender de alguna manera el sufrimiento humano, y especialmente ante situaciones que no podemos controlar, que vienen  por decreto y afectan a todos; cuando la tierra  tiembla, tiembla y coge al que se le pone a tiro, sin más. Y sigo pensando… ¿Quién firmará ese dichos decreto? Mejor dejar estos pensamientos para más adelante, «cuando en mi jubilación a los 65», me toquen algunas horas para dedicarlas a estos menesteres.

 

    Ceuta, 27 de febrero  de 2010   

  Fini Castillo Sempere.

 

 

      

DÍA 8 DE MARZO, DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

 

     Soy una mujer de este siglo, siglo que nos envuelve todavía con incongruencias manifiestas en cuantos a los derechos entre hombres y mujeres. Las leyes nos protegen sobre el papel, nuestro ordenamiento jurídico así lo dice; pero cuantas veces somos testigos de discriminaciones laborales, cuantas veces nos enteramos que compañeras, mujeres que trabajan con ahínco  no son consideradas en las remuneraciones -desempeñando el  mismo trabajo-  como a los “compañeros hombres” cuantas veces nos enteramos de injusticias que todavía hoy se cometen.
   En estas fechas conmemorativas, donde se celebra el día Internacional de las “Mujeres trabajadoras”, no me cabe más que pensar el valor, la valentía y el sacrificio de todas aquellas mujeres que desde siglos atrás han luchado por conseguir la igualdad entre hombres y mujeres. Mujeres extraordinarias  y en la soledad de ser mujer, en este mundo de hombres, lucharon por una causa justa y en estas reivindicaciones sufrieron vejaciones, y otras tantas acciones intolerable; incluso algunas de ellas, perdieron la vida por luchar parar ser oídas, solo querían que su voces tuviera voz; solo querían  tener un papel participativo en la sociedad. Las mujeres tenían un rol impuesto también por esa sociedad encorsetada y dirigida por un poder machista, donde las mujeres no tenían los mismos derechos que ellos, e incluso todavía en muchas sociedades esta situación es el denominador común.
    En estas fechas no puedo dejar de pensar en aquellas mujeres que perdieron la vida un día 8 de Marzo de 1908 en  Nueva York. Ellas solo se manifestaban porque querían dejar de estar explotadas, y necesitaban  salarios justos para poder alimentar a sus hijos, hijos que casi no veían por el duro horario laboral; Ellas solo querían una mejor vida para su familia, solo reivindicaban lo justo, ¡solo eso!. A consecuencia de estas reivindicaciones murieron abrasadas, en la misma fábrica donde trabajaban; al negarse a salir y seguir la protesta. Los valientes que   no admitían que se manifestaran, les lanzaron bombas que produjeron un incendio, y allí ahogadas en humo y fuego quedaron los gritos reivindicativos de aquellas valientes mujeres.
    El final de esta lucha fue triste, pero ellas sin proponérselo han sido ICON0 a través del tiempo en el mundo entero. Las Naciones Unidas avaló el Día 8 de Marzo como día “Internacional de la Mujer Trabajadora”, en honor a su lucha y sacrificio, fecha que se celebra en casi todo el mundo, incluso en muchos países este día, lo han hecho fiesta nacional.
   Este reconocimiento no solo deben celebrarlo las mujeres, la sociedad en general debería hacerlo. Cuando se consiga la igualdad entre hombres y mujeres,  podremos hablar de una sociedad justa, libre y solidaria, entonces podremos hablar desde el respeto, y también podremos hablar de la dignidad de los pueblos, porque los pueblos se dignifican cuando las desigualdades por cualquier situación desaparecen.
    Todos y todas debemos conmemorar este día, y felicitarnos mutuamente por los logros y seguir reivindicando hasta llegar a la meta definitiva, y especialmente recordar a todas aquellas mujeres que con su sacrificio se han conseguido derechos fundamentales en sociedades democráticas, pero no podemos olvidar que todavía hay muchos países donde la mujer sufre terriblemente, y mientras esto ocurra en cualquier parte del mundo, no parará la lucha.


 
                                   RECOMENDACIONES

Mujer, mírate y reconócete como mujer,
Mujer, eres  igual que él.
Mujer sonríe, y no dudes de tu fuerza.
Mujer, mira a aquella otra mujer, que sufre solo por ser mujer.
Mujer no lo permitas, él no es más ni menos que tú.
Mujer mira atrás, y veras la fuerza de las que se fueron luchando.
Mujer, pisa fuerte, tu puedes igual que él.
Mujer, no consienta discriminaciones, por ser mujer.
Mujer sigue reivindicando una sociedad justa y paritaria.
Mujer, enseña a tus hijos por igual los colores.
Mujer el hogar no solo es nuestro, comparte.
Mujer, la mujer 10 no existe, no la busques.
Mujer la sociedad está conformada por hombres y mujeres.
Defiende, entonces, mujer, los mismos derechos, solo eso;
porque el hombre y la mujer físicamente son diferentes:
«Mujer, pertenece al género femenino,
Hombre, al género masculino,
sólo, pues,  en eso nos diferenciamos, sólo en eso…».

                                  
    Ceuta, 21 de Febrero 2010
     
                                                                                  Fini Castillo Sempere

 

                

            

            

                                  AGUACEROS, TERREMOTOS Y MÁS…
                                                                     “La solidaridad al igual que la fe, mueve montañas”

 

            Desde muy temprano y con los auriculares puesto del diminuto transistor, oigo las noticias, y  desde el calor de mi lecho, escucho narrar las vicisitudes que sufren  las personas afectadas por este tiempo bravo y cruel que ha azotado en estos últimos días a tantas ciudades del territorio nacional. Es terrible como los protagonistas, aun con el barro y fango en sus zapatos, cuentan la situación en la que se encuentran. Han perdido todas sus pertenencias; toda una vida de esfuerzos para poder tener una vivienda digna, sacrificándose para  acondicionar sus casas con lo más preciso, y en la angustia de la desesperación, todavía tienen unas palabras amables para los periodistas que a pie de calle les entrevistan para dar la noticia.
            Una mujer narraba la impotencia que sentía, no sabía qué hacer ante tanta destrucción; además tenían que esperar a que los peritos llegaran a valorar las pérdidas para poder solicitar alguna ayuda, que palie de alguna manera aquella situación. Algunas familias son reincidentes, porque hace unos días sus casas ya se habían anegado, y ahora de nuevo habían vuelto a sufrir en segunda vuelta; las inclemencias del tiempo, que como siempre, <me pregunto> por qué siempre afecta a los mismos;  en fin, será que por algún motivo, los que menos tienen siempre son los que más dan;  quizás alguien me pueda dar una respuesta a una pregunta tan simple. 
            Según voy escuchando las noticias, me incomoda mi situación de estar en una cama caliente y seca, así que sin pensarlo más me levanto, y sigo escuchando las noticias; ellos hoy son los protagonistas de su historia, una historia llena de sinsabores y desconfianza en un futuro próximo; pero aún así me admiro de la entereza de esas personas, que ante su desesperación,  todavía les quedan ganas de ofrecer un café caliente, hecho en un pequeño hornillo buscado para la ocasión, a los entrevistadores.  Uno de los damnificados manifestaba: “mientras haya un poco de café caliente” Me sigue admirando la calidad humada de las personas que ante la adversidad miran hacia el futuro con un atisbo de esperanza.
            Los vecinos se echan a la calle, y con palas, escobas y todo utensilios que pueda servir para achicar agua, se esmeran en ayudar, se hace una cadena de solidaridad, y hombro a hombro, se afanan en que la normalidad vuelva a sus casas, y es ahí cuando me doy cuenta que el ser humano es bueno por naturaleza, y ante situaciones de necesidad, la ayuda mutua surge sin más, hacen una causa común y “Todos a una Fuenteovejuna” como la obra teatral de Lope de Vega.
            Realmente, estamos viviendo días duros, este año ha iniciado su andadura con una rabia manifiesta, no sé si habrá algún motivo que se escapa a nuestra comprensión, pero lo que sí es real, es el terremoto que ha azotado Haití y Chile, y sus réplicas y las consecuencias; ha sido terrible, manifiestamente “DANTESCO” el horror que ha azotado el mundo en estos días, es incompresible para el razonamiento humano.
            Desde estas letras quiero reconocer el valor y la actitud encomiable de todos y cada uno de los voluntari@s que desinteresadamente han marchado desde sus países, o desde cualquier punto del mundo a un lugar donde solo había destrucción, dolor y más dolor, para ofrecer su ayuda, aún exponiendo sus vidas. Ante estos hombres y mujeres hay que quitarse el sombrero y decir: ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS! Porque con gente como vosotros el sufrimiento en el mundo se suaviza, sois un bálsamo de amor y solidaridad, que en malos momentos, es la mejor de las medicinas. ¡Gracias voluntarios del mundo por existir!        

    Ceuta, 7 de Marzo 2010-

Fini Castillo Sempere.

 

 

                                  UN DÍA EMPRENDIMOS EL CAMINO.
                                                                                   "A los hombres y mujeres del presente y futuro”

 

            Esta mañana, día ocho de marzo he sido testigo de numerosas acciones positivas a favor de la celebración del día de la Mujer Trabajadora, día de reivindicaciones y celebraciones a favor de la lucha que a lo largo de la historia las mujeres y una parte mínima de hombres, han llevado a cabo. El camino se inicio por parte de un grupo de mujeres que reivindicaban derechos  que les pertenecían porque ellas al igual que los hombres son seres humanos, con la única distinción: “EL SEXO” por lo tanto nadie es más ni menos que nadie, el hombre y la mujer, cada uno con sus características personales son susceptibles de los mismos derechos y obligaciones, porque ambos forman parte de la sociedad.
            Dicho así todo parece muy sencillo de entender, pero la realidad ha sido otra, hasta hace pocos años, la mujer casi era propiedad del hombre; en un principio pertenecía al poder del padre, para pasar una vez casada al amparo del marido. Quizás sea un poco exagerada la expresión de “Propiedad” pero la realidad era que la mujer no tenía derecho al voto, ni a disponer de su dinero, ni podía viajar sin el permiso paterno o del marido, no sé qué nombre más apropiado podríamos ponerle a estas situaciones; o mejor si, se podría conceptuar como discriminación por razón de sexo.
Nos trataban como a tontas, como si nosotras no pudiéramos disponer de nuestro destino; el hombre era el que   marcaba la pauta, el denominado “cabeza de familia” y ella siempre  al capricho, y con suerte si el carácter del susodicho era afable, era todo una suerte, porque si encima de la falta de derechos tenían  un marido violento, o de malas maneras, pobres de las mujeres, que  se encontraban con un  entorno familiar  que enmarcaba con el mayor de los secretismos cualquier circunstancia. ¡Claro! de las puertas para dentro, el hombre era el dueño y señor, la mujer bastante tenía con atender las tareas domésticas tareas que estaban hechas solo para ellas. Además, la mujer perfecta debía estar «en casa, con la pierna quebrada» era el estado ideal según decía, por supuesto, «la sociedad machista», mientras él se pasaba el rato en las tertulias con los amigos; ante esto pienso que poca cosa tendrían que hablar con las que se decían sus compañeras.  Pobre  del hombre que consideraba a la mujer de igual y se le ocurría compartir alguna tarea doméstica, porque de “calzonazos” no lo bajaban; así estaba marcada la sociedad de aquellos tiempos pretéritos, y aún así, habían  hombres con la cabeza bien amueblada, y mantenían su rol, sin abusos; hombres respetuosos dentro de una sociedad encorsetada y sin derechos para el género femenino.
            Vienen nuevos vientos favorables para la mujer, Se inicia el siglo veinte, y es a partir de los años treinta, cuando mujeres valientes y valerosas mantienen una lucha reivindicativa: Victoria kent y Clara Campoamor, entre otras proclamaban el derecho inalienable para la mujer. Cuanto ha llovido desde aquellos días, cuantas luchas hemos emprendido tantas y tantas mujeres; el camino se ha hecho interminable, se han conseguido avances importantes, pero todavía queda camino para llegar a la meta de la igualdad, algún día se conseguirá, claro que se conseguirá.
            La lucha de la mujer no es una lucha solo de la mujer, es la lucha de una sociedad democrática; donde debe prevalecer los derechos humanos, la dignidad de las personas y la justicia, por lo tanto todos somos responsables de conseguir la dignidad de hombre y mujeres que habitan en un país, yo diría más, que habitan en el mundo, hecho que se constata en la «Declaración Universal de los Derechos Humanos»
            Que difícil ha debido ser educar a los niños y niñas sin rosas y celestes, que difícil ha sido educar en la igualdad, ¿tan difícil es permitir que los niños jueguen con muñecos?,  algún día serán padres y deberán cambiar pañales junto a sus compañeras. ¿Tan difícil es dejar que afloren los sentimientos? y dejar de emplear una frase tan ridícula como: “los hombres no lloran” o “las niñas tienen que ser señoritas educadas” como si la educación no fuera un valor del ser humano. Cuantas cosas absurdas, cuantas discriminaciones encubiertas que tras generaciones y generaciones se han ido trasmitiendo, siempre en perjuicio del ser humano, porque el hombre debe llorar cuando así su corazón lo quiera; la represión de sentimientos no es buena compañera  y hace daño en lo más profundo del alma, porque tocan las fibras más sensibles del ser humano;  los sentimientos no tienen sexo ni género, son la esencia por antonomasia y   engrandecen el alma.
            Hoy día se educa en la diversidad, en lo diferente; los niños y niñas comparten aula, mesas, juegos, incluso los padres comparten horas de divertimento juntos a sus hijos y compañeros y compañeras del colegio. Los cumpleaños son de colores, de niños y niñas que comparten los deseos a la hora de apagar las velas; todo es tan diferente de aquellos años de mi infancia.  Vamos por el camino correcto, por la senda construida por hombre y mujeres que miramos al futuro con esperanza, con ilusión, y sobre todo por un mundo donde la igualdad sea la seña de identidad.

 

    En Ceuta 19 de Marzo 2010 
                    

Fina Castillo Sempere.

 

 

 

EL OCASO

 

    Paseaba un día claro de verano, mi caminar era pausado, quería descubrir esa tarde, lo que no había descubierto en tantos años; quería recrearme en  aquel atardecer, en el ocaso de la tarde; el poniente se tragaría irremediablemente la bola de fuego colgada en aquel cielo.  Cuantas veces habré visto sin ver, esta maravilla. Hoy, no sé porque razón he pensado en el sol, en el mar, en las montañas, en el ocaso, y no he podido remediar dirigirme a las murallas de la playa Rivera, y deleitarme con tanta beldad. En la casi tercera parte de mi vida, quiero impregnarme de tantas cosas; cosas insignificante por lo cotidiano, y a la vez con tanta perfección y belleza, que hay que pararse y verlas, mirarlas e integrarlas en nuestras células, como parte de nosotros mismos, porque en definitiva, nosotros somos la naturaleza, el cosmos, la energía. ¡Dios mío cuanta belleza! Mis ojos se impregnan de la mejor pintura nunca vista, y mis oídos escuchan la mejor melodía; el sonido de las olas del mar rompiendo en la orilla de nuestras playas.
    La arena está revuelta, signos del uso de los bañistas que hasta hace pocos minutos disfrutaban del mar y la arena, y especialmente del sol candente que ahora, es estos instantes se está recogiendo con la parsimonia que lo caracteriza, para encontrarse como cada día en el horizonte, en aquel punto mágico con su amada “la mar” La brisa de los vientos les sonríe, y hoy se le antoja al levante, pedirle paso al poniente, mañana quizás el poniente prevalezca en esta unión; quizás mañana.
    Sigo el camino. Se escucha los claxon de los coches al paso por la carretera, especialmente un vehículo viene a toda velocidad y con una melodía a toda voz; los ocupantes son cuatro jóvenes que ríen y alborotan poniendo en peligro su integridad y la de los demás. ¡Cosas de jóvenes! -pienso. A lo lejos veo venir un perro, no aprecio a su dueño, sigo caminando y cada vez la distancia es más corta. El animal se acerca a mí, está perdido o quizás abandonado a su suerte; me mira con unos ojos tristes, me quiere trasmitir algo que creo entender. Lo acaricio y el chucho mueve la cola en agradecimiento. No sé qué hacer con él;  mientras lo pienso, el perrito me sigue en mi paseo. Por un instante me siento protectora, este canino necesita mi atención; mi mente empieza a trabajar ¿Qué voy a hacer con él? ¿Y si no aparece el dueño? Enfrascada en estos pensamientos, observo en la distancia  a una joven; esta lanza un  silbido y de inmediato mi acompañante emprende una carrera hacía  ella. Al acercarse a mí, me explica que el perro se le ha escapado de la casa, y que llevaba varias horas buscándolo; se apreciaba su preocupación en el rostro. Yo la tranquilice, y le comenté que lo había encontrado perdido, y sin más me había acompañado en mi camino. El pequeño chucho, jadeaba y saltaba de alegría a ver a su dueña, también se acercaba a mí y me lamía la pierna. Al momento emprendieron el camino a su hogar, yo los miraba hasta perderlos en la lejanía.
    Miro hacía la arena de la playa del Chorrillo, y allí con la panza sobre la arena descansan las gaviotas el volar del día. Es un espectáculo curioso, me imaginaba a estas aves descansando sobre sus patas. Al amanecer emprenderán el vuelo en busca de su temprano desayuno en el mar. Los peces descansan sin saber el destino que el ciclo de la vida les tiene predestinado: unos viven y otros mueren. Me pongo a pensar en estas cosas y siento que la naturaleza a veces es implacable con los más débiles.
    Con tanta distracciones me olvidaba del objeto del paseo: deleitarme con el ocaso, allá por poniente. poco a poco se va produciendo el milagro; lenta muy lentamente la estrella naranja se introduce entre las montañas, y como el mayor de los misterios desaparece sin más; mañana, si Dios no lo remedia, se repetirá, y así mis hijos, mis nietos y los hijos de los hijos  por siempre, podrán comprobar el misterio de los montes que se trago al sol, y al día siguiente, allá en el cielo, como el mejor de los regalos, el Este nos lo devolverá.

 

    Ceuta,  a 7 de Junio 2009

        
Fini Castillo Sempere

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UN MUNDO DE ENSUEÑO

 

    Cuando paro y pienso en las cosas negativa de la vida, en el dolor propio y ajeno, en la miseria, en la ingratitud, en el hambre, en la destrucción, en el olvido, en la soledad, en la violencia, en la esclavitud, en los sufrimientos del ser humano; en las enfermedades, en el odio  que invade la tierra, en el pobre de espíritu y rico en posesiones y riquezas; en los enemigos, en la maldad y en tantas y tantas cosas que corroe el mundo;  me siento como un ser insignificante, porque no soy capaz de cambiar ninguna de estas circunstancias descritas.
    Hoy quiero soñar con un mundo distinto, lleno de luz y color, donde todos y todas tengamos un lugar preferente, donde no exista el odio ni el rencor, donde los pueblos del mundo no tengan fronteras, donde los colores sean iguales: el amarillo, el blanco y el negro, donde no exista discriminación porque las cuotas hace rato que desaparecieron; un mundo de hombres y mujeres en igualdad.
    Hoy quiero soñar que no existen guerras, que esa palabra desapareció del diccionario y solo está como testigo en algún museo para recordar que nunca más debe existir, porque estuvo a punto de destruir el mundo.  Quiero soñar que el odio se exterminó del ser humano, que el amor prevaleció, y el mundo se pinto de mil colores, porque la primavera invadió el planeta con sus flores y perfumó la tierra de olores diferentes: de madre selva, azahar, jazmines, damas de noche y tantas y tantas fragancias que embriagan al ser humano y lo hace diferente, más humanos; más amigo de sus amigos, más soñadores, más…
   Hoy quiero soñar que la inmigración desapareció, que los habitantes del planeta disfrutan de su tierra y allí engendran, paren y crían a sus hijos,  y todos tienen pan, agua y educación. Sueño que los niños y niñas son felices, porque tienen amor. Sueño en el arcoíris de la ilusión, ellos miran al cielo, entrelazan sus manos negras, blancas y amarillas y el sol como cada día les  irradia luz y calor, ellos cantan y ríen y el mundo goza de felicidad, porque ¿qué hay mejor que la sonrisa de un niño?
    Hoy quiero soñar que el Sur está en el Norte y viceversa, porque ya da igual, no existen las diferencias; lo único diferente que el ser humano tiene son los genes: unos son altos y otros bajos, otros gordos y delgados, otros con unos rasgos y otros con otros, pero da igual; porque el concepto de “guapo o feo” ha desaparecido, los seres humanos todos somos bellos, porque la verdadera belleza se lleva en el alma, y hoy quiero soñar porque se me antoja, que la maldad, el egoísmo, la falsedad, la hipocresía, la envidia, han desaparecido del mundo. Hoy quiero soñar que el hombre se asemeja a Dios, porque a mí me dijeron que “Dios nos creó a su imagen y semejanza”, por esa misma razón quiero soñar con ello.
    Hoy quiero soñar que la violencia se ha convertido en amor, quiero soñar que los animales son tratados con respeto, que no los exterminan en una plaza, a base de estoque y espada. Hoy quiero soñar que desaparecieron las peleas de animales contra animales; quiero soñar que no existen cadenas al cuello de perros inocentes;. quiero soñar que el ser humano se hace más humano y trata con amor a la especie animal; ellos sienten hambre, sueño, dolor, al igual que el humano; quiero soñar que han desaparecido las costumbres donde la seña de identidad es el maltrato en cualquier circunstancia.
    Deseo con todas mis fuerzas que este sueño, alguna vez se haga realidad, sería tan sencillo, solo costaría que de nuestros corazones desapareciera el rencor, odio, egoísmo, con solo eso el mundo se liberaría de lo malo, de lo negativo y sería un mundo de “ensueño”. Y hoy, de tal manera deseo un mundo mejor, que me ha sido imposible no dejaros unos sencillos  versos:

 
Hoy quiero soñar y sueño,
con las estrellas del universo,
con las olas de los mares,
con la brisa de los vientos,
con el sol y su calor,
con el cielo y el firmamento.
Hoy quiero soñar y sueño…

        

    Ceuta, a 21 de Marzo 2010                        

Fini Castillo Sempere.

 

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QUIZÁS ALGÚN DÍA ENTIENDA…


    Quizás algún día, en algún momento, o en algún lugar, pueda entender al ser humano, pueda comprender las cosas incomprensibles de la vida; las acciones sin sentido que perturban al mundo y a todos los que habitan en la tierra. Puede que por una inercia loca y sin sentido,  tal vez por las influencias de los astros, o por cualquier motivo, no  se puedan  controlar los comportamientos humanos  -que  a veces dictan mucho de ser humanos-, asemejándose más a comportamientos incomprensibles propios de seres  sin almas.
    Quizás algún día, entienda porqué el mundo se mueve por intereses, porqué el dinero es la base de las sociedades, y por qué se valora tanto el <tener sobre el ser>. Quizás algún día, se inviertan los términos y prevalezca el <ser sobre el tener>, quizás esté pensando en atopías, pero la esperanza nunca se pierde, quizás algún día ocurra...
    Cuantas cosas han pasado desde que la televisión invadió los hogares, ese instrumento, que se convirtió en una ventana abierta al mundo, pero a un mundo dirigido por las grandes cadenas televisivas. La caja tonta <como la llaman algunos> por si no es ni mala ni buena, ahora tengo mis dudas.  En estos años  ha cambiado la sociedad de una forma vertiginosa, no tiene nada que ver con la de mi niñez y adolescencia; pero nada que ver. Siento como si fueran dos mundos diferentes. Lo que antes estaba mal, ahora sin embargo está bien, y viceversa, es como una locura, especialmente para los y las de mi generación.
    Ahora tenemos libertad para decir lo que nos venga en gana, antes no, Ahora podemos vestir como nos guste, antes no. Antes no podíamos llegar más tarde de las diez de la noche, ahora se llega a la diez, pero de la mañana.  Antes una mujer no debía fumar porque estaba mal visto, sin importar la salud, ahora solo se habla de cáncer. Antes el padre marcaba la pauta, ahora eso ha quedado lejos; antes no manejábamos dinero, ni autos, ni podíamos ir de viajes solas, ahora  se tiene de todo, o de casi todo. “Antes y ahora”, cuantas diferencias en tan poco tiempo. Algunas personas piensan que la vida de antes era mejor, y otros piensan lo contrario, la controversia está servida, aunque la única verdad es que el mundo camina sin parar y lo pasado pasado está, lo de atrás solo queda para los nostálgicos, que haberlos ahílos.
    Me llega una melodía melosa desde el salón de mi casa, alguien ha puesto  la radio, y en el programa de Isabel Gemio, se escucha una canción de los años 70, una balada que me lleva a mis recuerdos de adolescentes; me embauco en la música y me veo con mis 15 años, llena de ilusiones y sin saber lo que la vida me depararía; hago un recorrido en mi memoria hasta llegar al punto donde me encuentro, y sin dudarlo doy gracias a Dios por haberme dado tanto. Si, realmente pienso que existe un abismo en el tiempo desde mi juventud a mi edad madura ¡Dios mío como ha cambiado todo! Todavía tengo la suerte de tener a mi madre a mi lado, cada arruga de su cara es un tiempo vivido, tiempo dedicado a su familia; tiempos de alegría y sufrimiento, de arrumacos, carantoñas, ilusiones y desilusiones, de despedidas y encuentros, de risas y llantos, de penas y alegrías. Ella casi sin saberlo ha sido un pilar muy fuerte, donde sus hijos se han apoyado y se han ido formando con unos valores básicos: La dedicación, entrega y sobre todo, sacrificio.
    Sigue sonando la radio, e Isabel Gemio, con su voz melosa, ella misma se escucha con regocijo  lo que dice, mejor diría recreándose en su buena labia; hace una crítica suave, pero certera, sobre ciertos programas, y en estos días que corren,  sobre temas de actualidad. Me gusta cuando camino los sábados y domingos oír la radio por las mañanas, y entre la ser y el programa de la Gemio, deleito mi caminar, escuchando a personajes que casi siempre son interesantes en sus manifestaciones, aunque a veces esté en desacuerdo  con sus opiniones; claro, depende de quien venga, como no podría ser de otra manera.
    Hoy es un día movido en el país, se han convocado manifestaciones en varias ciudades para apoyar al juez Garzón, es increíble que este juez defensor de tantas causas justas, esté sentado en el banquillo por… No sabría cómo definirlo, todo es tan surrealista, no puedo entender lo que está pasando;  solo  se desea que los difuntos descansen en paz, tengan sus responsos y una tumba donde sus seres queridos puedan ir a rezarle o llevarles unas flores, solo eso; porque ya la vida<que nunca debió quitársela a nadie> no se puede devolver, pero si la “dignidad” de aquellos que murieron por una sin razón. Y yo pregunto: ¿Es pedir tanto?

   Ceuta, 24 de Abril 201



Fini Castillo Sempere

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ENTRE DOS CIUDADES

    Siempre he pensado que mi tierra, Ceuta, era un lugar privilegiado por su belleza, por su historia y por su mezcolanza, Cuando joven, y en edad de estudiar una carrera, me marché a la península durante unos años, y en aquel lugar añoraba el olor a mar, la puesta de sol  donde el mar atrae con su magia a la estrella incandescente que nos regala luz y calor y así seguirá por los siglos de los siglos; es tal la belleza de ese momento, es el clímax máximo de una unión perfecta entre dos continente, es el encuentro entre la estrella y el mar. Aquel lugar  nuevo para mí, no entendía de los vientos de mi tierra, ni de marejadas, no sabía cómo sonaba las olas del mar al estrellarse en la orilla de nuestras playas, no sabía del repique de las campanas cada domingo de la iglesia Nª Sra. de África, donde se encuentra nuestra Patrona,  nuestra Virgen morena y guapa.
 
    Echaba de menos al levante y al poniente, allí no los reconocía, no sentía su impronta, ello me hacía sentirme a veces nostálgica de mi tierra, de mis gentes, y aún con el calor sofocante del nuevo hogar, las tarde cuando pensaba en mi tierra, se volvían tristes como si una patina gris hubiese emborronado mis pensamientos. Me sentía como gata que le hubieran cortado los bigotes y anduviera desorientada. La ilusión de salir a otros lugares, conocer a gente nueva me atraía; pero también es verdad las lágrimas de añoranzas que derramé al leer las cartas que me enviaba mi padre, manifestándome todo lo que me echaban de menos y haciéndome mil recomendaciones.

     Cuando se acercaba la hora de volver a casa en vacaciones, mi nerviosismo era mayúsculo, esa noche casi no podía dormir, me levantaba a las cinco de la mañana, me acicalaba, cogía la maleta y tirando de ella me dirigía a la estación de autobuses que estaba a escasos metros de mi casa; a la seis de la mañana ya estaba montando en el vehículo camino de mis raíces, cerraba los ojos y me imaginaba ya en mi ciudad, con mis padre, amigos y especialmente con mi amor, que por aquel tiempo ya lo tenía, ahora que lo pienso ese amor ha crecido conmigo, era tan joven,   y ya ha pasado toda una vida. . .

    Las vacaciones se terminaban en un abrir y cerrar de ojos, y otra vez volvía a mi vida en otra ciudad que no era la mía, una vida llena de nuevas ilusiones, pero añorando el olor a mar, mi monte Hacho, mis playas, la Mujer Muerta en las tardes, con su belleza; añoraba tantas cosas… En honor a la verdad reconozco que la nueva ciudad, día a día la fui haciendo un poco mía, ella  me envolvió, aprendí a quererla, a abstraerme con su belleza, con sus jardines, con su río Guadalquivir, con sus noches estrelladas y su cielo oscuro y profundo en las noches de primavera, en sus olores que desprendían las miles y miles de flores de sus jardines; el ir y venir de los carruajes tirados por lindos caballos que al trote orgullosos enseñaban a los turistas su bonita ciudad. La Giralda, campanario de la Catedral de Santa María que rompía el cielo con sus puntiagudas torres. ¡Dios mío, que ciudad tan bonita! Realmente Sevilla, es la ciudad de las mil maravillas, de Iglesias y Catedrales, de romeros y azahares, ciudad de historia y de alcázares.

    Con el tiempo volví a mi tierra, me marché por unos años y de nuevo volví, y aquí me siento feliz, orgullosa de ser caballa, adoro mis playas, mis montes, mi cielo, mis gentes, pero algunas noches sueño con aquella ciudad de colores, de jardines y flores, ciudad preciosa y hermosa, ciudad que he aprendido a quererla y que como un tesoro guardo su recuerdo en mi corazón.


    Ceuta, 8 de mayo de 2010


                                                                                                  Fini Castillo Sempere

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COMIENZO DE SEMANA
                                                                                                            “A todos los que creen que el alma no tiene edad”

    Como cada inicio de semana, el lunes se despierta obligado por el rin, rin, del despertador, sonido desagradable por antonomasia, ¡es la hora! dice con su ruido lleno de sorna, creo que es el aparato más odiado de la humanidad;  rompe con los sueños  de aquellos que aprovechan los últimos momentos del descanso. Hoy, no sé porque el día ha empezado con mal pie,  y eso ha distorsionado notablemente mi situación anímica; razones, pueda que haya, pero también puede que no.
    Que complicado es todo, el día a día, hay veces  que sin saber porque, te ves envuelta en una guerra que no es tuya, y vienen tiros de un lado y del otro, y al final siempre se pierde, aunque no hayas tenido nada que ver, puede salir herida. Hoy ha sido un día de esos; escuche el despertador estando despierta, solo quería el permiso  de aquel aparatejo que siempre se encuentra en la mesita, al lado de mi cama, para empezar con la rutina diaria. Todavía recuerdo el viejo despertador que había en casa de mis padres, su tic, tac hacía un ruido ensordecedor que llegaba hasta mi dormitorio y ahora pienso en él con cierta nostalgia, cuantas veces despertaría a mi padre, avisándole que ya era la hora para ir a trabajar.
    Los años pasan y pasan para todo el mundo, miro a mí alrededor y soy consciente de que la vejez está a la vuelta de la esquina, está acechando cualquier descuido para introducirse en la piel disfrazada de arrugas. Algunos dicen que las arrugas son bonitas, y yo discrepo, no son bonitas por si, son bonitas cuando el ser humano las sabe llevar con dignidad, es ahí cuando una cara arrugada queda embellecida.  Los años generalmente impregnan “el alma” con el bálsamo de la madurez y la sensatez; se llena de experiencia y de ella se nutren, solo hay que mirar los ojos cansados de los mayores, para ver, a veces perdidos en la senectud, la profundidad de esa mirada clara y limpia, es tan hermoso penetrar en ese abismo, en la esencia de  una piel arrugada, que puede ser  la clave para descubrir la verdadera razón del ser humano, a veces tan perdidos en la soledad de la incomprensión, de los no tan jóvenes.
    Como me duele la soledad de aquellos que tuvieron una vida y un día, sin darse cuente se encuentran que los amigos, los de su época casi ya no existen, que emprendieron el camino, unos antes y otros después, y me digo: «Que tristeza, mirar para un lado y otro y comprender que el tiempo se agota, se acaba irremediablemente». Si, es triste, tristísimo diría yo, vivenciar a costa de voluntades, unas comprensivas y otras sin caridad, el comportamiento hacía nuestros mayores, ellos que son la voz de la experiencia, ellos que construyeron un mundo para las generaciones venideras, ellos que cuidaron a sus hijos, incluso nietos con todo su amor, ellos merecen  un final del camino lleno de amor, dedicación y comprensión.
    Supongo que cuando el camino se acorta no importa llegar primero a la meta, porque la meta es otra, es mantener la vida y  llegar con la máxima   lentitud que la  salud  permita.
    Como siento la tristeza de aquellas caras tristes, sin sueños, porque se quedaron anclados en aquellas fotografías amarillas en cualquier repisa de cualquier habitación de una solitaria casa o de alguna institución generalmente compartida por algún compañero, hasta que la circunstancia así lo decida,  y de nuevo  la cama quede  ocupada con un nuevo acompañante. Cuanta tristeza rezuman aquellas paredes; cuantos lamentos, y cuantas incomprensiones al final del camino; injusticias de la vida para aquellos que no cuenta con una familia que los pueda atender, y aún peor, teniéndola  no se hacen cargo de ellos. Y el ciclo de la vida sigue,  el sol cada día sale por el este, y la lluvia envuelve el invierno y la lumbre calienta  los hogares, y la risa adorna las caritas inocentes de los niños, y los ancianos prenden en sus cabellos la escarcha de las mañanas heladas de las montañas…Y el tic, tac del despertador sueña cada mañana despertando los sueños de los soñadores…

                  SUEÑOS DE SOÑADORES…

            Sueño de soñadores anclados en la lejanía,
            de la niñez, de la juventud, de aquellos días.
            De los primeros besos, de amores tempranos.
            Sueño de soles, de estrellas y de lunas llenas…
            Besos robados, en aquella calle, al doblar la esquina,
            caricias que de tus manos venían y mi piel enloquecía.
            Versos cantados y mi corazón se blandía,
            anhelos y deseos, de cuando me querías.

            Sueños de soñadores, atracados en el puerto de mi agonía.   
            Mi piel se hizo vieja, mis ojos se nublan,
            mis sienes llena de nieve y plata, ¡cuánta nostalgia!
            Mis deseos ya no los recuerdos, se perdían…
            El sol se torna frío, la luna casi no alumbra;
            las caricias ya no existen, mi piel se entristecía.
            Recuerdos, solo recuerdos de aquellos días,
            de ilusiones de toda una vida, que hoy ya está vivida. 




                       

                 Ceuta, 22 de Mayo 2010
                                                                                              Fini Castillo Sempere. 
   
                                  

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EL TIEMPO
                                                                              “El tiempo, solo el tiempo calma las heridas”


    Qué verdad es que el tiempo pone a cada uno en su sitio.  Recuerdo tantos malos momentos, también se me viene a la memoria a  algunas personas tan ambiciosas que da miedo pensar hasta donde pudieran  llegar para conseguir cualquier objetivo; recuerdo los días largos de sin sabores, de noches de insomnio, de ansiedades provocadas  por la ambición humana.  Recuerdo tantas cosas, que quisiera  por siempre olvidar; porque, ¿para qué sirven esos recuerdos?, esos fantasmas que lo único que hacen es herir al alma. El tiempo me ha dado el bálsamo del olvido, y con el he ungido las antiguas heridas, y hoy para mi tranquilidad solo queda una leve línea, una cicatriz casi imperceptible, que índica que algo muy negativo paso tiempo atrás.  Si, irremediablemente el tiempo se convierte en muchas ocasiones en la sabiduría, en la verdad y coloca en su sitio lo que por situaciones incomprensibles se trastoca sin el menor pudor.
    La vida es tan sencilla, y a la vez tan complicada; nosotros mismos la hacemos así, hoy hay tantas cosas materiales que se quieren conseguir a toda costa, sin pensar el daño que pueda ocasionar, y si se piensa, se obvia, y yo me pregunto ¿merece la pena? Lo que verdaderamente merece la pena es mirarse al espejo cada mañana y ver reflejado en él no solo una cara o un rostro, sino algo más, ver reflejado en ese cristal el alma.
    A veces pienso como era la vida cuando era pequeña y es tan diferente: “El hoy y el ayer”. Viene a mi memoria mi barrio, mis juegos infantiles, mis amigas de la infancia; todas teníamos un objetivo común, salir a jugar a la calle después de la merienda de las cinco de la tarde, una vez que se acababa el colegio. En aquellos días los pequeños no tenían clases particulares, ni inglés, ni baile,  ni actividades extra-escolares; teníamos la tarde para nosotros, para correr y saltar, teníamos tiempo para ser niños…Ahora sin embargo, observo como los pequeños no tienen tiempo para jugar con sus amigos en la libertad de la calle, sus horas las dedican para ir de clase en clase, el colegio es insuficiente y deben llenar los minutos y segundos en actividades extraescolares. Cuando miro a los pequeños del hoy, no puedo remediar pensar en todo lo que se pierden, y de igual manera me pregunto ¿estarán en un futuro más preparados que los niños del ayer? Y sin darme cuenta en mi rostro se dibuja una triste sonrisa…
   La vida sin duda es el mejor de los regalos que nuestros padres nos obsequiaron, ellos que han sido el cordón umbilical de nuestras vidas, aún fuera del vientre materno. La vida nos trae cosas buenas y otras no tan buenas; así es para todos, de lo contrario no sería este mundo. Lo bueno es saber salir adelante cuando la corriente no viene de nuestra parte; hay que saber nadar con toda la fuerza que nuestro cuerpo aguante. En el caminar de la vida nos encontramos a personas entrañables, que no se sabe porque conectas con ellas, y sin saber el motivo entran en tu vida y empieza una amistad, y si realmente es desinteresada, has encontrado un tesoro, porque soy de la opinión que un buen amigo o amiga es tan difícil de conseguir, y si alguien lo encuentra que lo valore, lo cuide, y lo mantenga para siempre.
  Como no podía ser de otra manera recuerdo a aquellas personas que siempre han creído en el buen hacer; en personas que como seña de identidad valoran más el “SER” que el “TENER”, personas que  están  ahí cuando se las necesita de forma desinteresada, aquellas que comprenden las situaciones y te dan incondicionalmente su apoyo. Ellas  existen y son de carne y hueso, son personas de almas buenas, yo las califico como buenas persona; solo hay que encontrarlas, y cuando ello ocurra te das cuenta que la amistad no tiene que estar condicionada por nada, solo por el cariño y el respeto.  

       La vida, solo es tiempo en el reloj del alma.
       Las horas, la esencia que nos trae la calma.
       Cada mañana, se regala una nueva esperanza
       de vivir una vida dulce y sosegada,
       ligera de espinas y amplia de añoranzas.

       Senderos de plata encontré aquella mañana,
       allí esperándome, la amistad temprana,
       de aquellas personas, que entregan su alma,
       amistades verdaderas llenas de esperanzas,
       mis manos extendidas cada día al alba…

 

           Ceuta, 26 de Mayo 2010 

                  
                                                                                              Fini Castillo Sempere
 

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 SAN ANTONIO

                                                                                            “San Antonio Bendito, ¡Ay, San Antonio!”       

        

    Irremediablemente Ceuta está intrínsecamente unida en muchas cosas con Portugal. Hoy  13 de Junio la ciudad se viste de Romería, se celebra el día del Santo  nacido en Lisboa y fallecido en Padua un día 13 de Junio de siglos atrás.
    Hoy Ceuta se despierta de Domingo, doble fiesta; los romeros se preparan para subir a venerar al Santo y como no podía ser de otra manera pedirle alguna petición, especialmente y según la tradición aquellas mujeres que deseen encontrar novio, y busca la ayuda de San Antonio en tan ardua tarea.
    Desde muy temprano  las bateas que subirán al monte a los romeros están preparándose para a lo largo de la mañana emprender el camino a la Ermita. La Gran Vía está ambientada esta mañana; muchos mayores de esta tierra vestidos acorde a la festividad, lucen sus trajes rocieros, se forman grupos y ya se escuchan las sevillanas. Palmas, castañuelas y pasos acompasados de estos hombres y mujeres que siempre ponen su alegría y su contento a los actos organizados por la Ciudad. Son ellos los que siempre están presentes. Las bateas se van llenado de romeras adornando el ambiente con sus coloridas batas rocieras, las canciones brotan de sus gargantas, acompasadas por las palmas y el sonido de unas castañuelas que prende de las manos de una de ellas.
    El presidente de la ciudad y la consejera del área se acoplan  a la comitiva, subiéndose en una de las bateas y junto a los mayores emprende el camino hacia la ermita donde se encuentra el Santo franciscano y portugués. El camino se hace lento pero gratificante, los viandantes saludan y recíprocamente los romeros agitan sus manos, mostrando la alegría de la festividad. La perspectiva es inigualable, el monte respira fragancia, frescor, es una maravilla, y una mujer se arranca de repente y dedica unas lindas palabras a su tierra, a su monte venerado al “Monte Hacho” ¡Qué bonita es mi tierra, como Ceuta no hay ná! -dice- y los demás cómplices del comentario, la aplauden.

    El cielo azul, entremezclado con nubes blanca y grises, advirtiendo que quizás  la lluvia acompañe al día en algún momento, ahora no pensaremos en ello, y sí en llegar con el cielo clemente en un día como el de hoy, la positividad va dirigida a mantener el agua en las nubes por un buen rato.
    Se inicia la Eucaristía, las voces de los romeros se escuchan, y los presentes oyen con devoción la Santa Misa. Una vez finalizada se procesiona al Santo por los alrededores de la Ermita. La cola cada vez más larga para conseguir las viandas y refrescos que la consejería de festejo ofrece. Los mayores no pierden esfuerzos y se agrupan, van organizando mesas improvisadas y sobre ellas depositan las tortillas, ensaladilla rusa, patatas fritas embutidos, aceitunas, ¡y a comer! Y todo bien regado con el vinillo fresquito de la bota, que pasan de Mano en mano, teniendo la suerte de caer en las mías,  pudiendo saborear tan delicioso néctar. Agradecí el gesto y como siempre los mayores nos enseñan tantas cosas, ellos saben disfrutar de las pequeñas cosas que la vida nos ofrece.
    El coro del Rocío nos deleita nuevamente con sus canciones animando el ambiente, la gente se agolpa en otra cola, esta vez para conseguir los panecillo bendecidos, y guardarlos en el hogar para que lo proteja, una vez conseguido este panecillo, se reemplaza por el del   año anterior. Sn Antonio de nuevo está recogido en su Ermita. Los romeros distendido en charlas agradables, y de pronto unas gotas caen del cielo, incrementándose la lluvia con rabia por un momento;  circunstancia que hace que la romería de este año se dé por finalizada, pero con la sensación de que el objetivo se ha cumplido porque la Eucaristía ha finalizado sin contratiempos ya que se ha realizado al aire libre. San Antonio hoy en el aniversario de su muerte, muchos ceutíes han estado con él, ha salido en procesión y se le ha venerado con fervor y los romeros han disfrutado de la romería.  El año que viene Dios dirá.



ORACIÓN A SAN ANTONIO

    Ampárame en esta hora
¡Oh San Antonio amado!
Bajo tu acción bienhechora,
halla alivio el desgraciado.
El enfermo y el desvalido
y el que en la cárcel se ve
son por ti favorecidos
cuando te invocan con fe.
Yo, con toda confianza,
te invoco en esta ocasión,
y vivo con la esperanza
de obtener tu protección.


Ceuta, 13 de Junio 2010  
          
                                                     
                                                                                    Fini Castillo Sempere

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                                            LUNA LLENA

                                                                                           “Mirar a la señora, allá está en cualquier cielo”


     Noche de luna llena, de historias increíbles, de sueños, noche mágica al mirar al cielo y en lo más alto está ella, su plenitud, su estampa, su soberanía me intimida pero a la vez me da fuerza, y la miro con fascinación.
      La noche se ha embutido ya en el día, es casi media noche, me asomo a la ventana y veo el mar donde descansa mi mirada, veo un rio plateado entre la espesura del mar negro de noche. Alzo la vista y es ella la que proyecta con su luz esa línea ancha de color de las estrellas, es un rio mágico- pienso-  y me pregunto: se habrán convertido de plata los peces, al menos por esta noche, mientras dure el embrujo de la luna llena.
    Pienso en los poetas que han rellenado cuartillas hablando de ella, la imagino como una mujer misteriosa e inaccesible, llena de pasión. Cuantas cosas bellas han escrito de ella y de sus enamorados. Eres fuerza, temperamento, eres luz y calor, eres tantas cosas… Desde mi ventana cierro los ojos y te sigo viendo resplandeciente y dorada. Imagino que extiendo la mano y te alcanzo, abro los ojos y hago el ademan de alcanzarte y lo consigo; ahora te tengo entre mis manos, llego incluso a acariciarte, es un efecto óptico, pero sueño que es real; que pequeñita te siento entre mis dedos, soplo mis manos y te dejo ir lentamente a tu cielo.
    Cuantas historias has protagonizados, eres la luna de las brujas que pasean con su escoba tu silueta, ellas que se nutren de tu misterio y magia;  que serían de ellas sin ti, luna llena. Los lobos te cantan su canción de libertad, te la cantan a ti, solo a ti, por ello te debes sentir la reina de la noche, porque tú eres la noche. Bajo tu manto se aman los enamorados, se duermen los pequeños y acompañas a los marinos en sus guardias en los puentes de mando.
    La noche te envuelve, eres la luna, la reina, aquella que mire donde mire te encuentro, contigo me siento cerca de mis gentes, porque a la vez que te veo, ellos te sienten, y a la vez que te siento ellos te tienen. La mañana te llevará más allá de las montañas; esperaré la noche para de nuevo tenerte, luna vuelve, no nos deje, que la noche sin ti se muere…



                       

                 Ceuta, 22 de Mayo 2010
                                                                                              Fini Castillo Sempere. 
  

 

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¡VIVA LA ROJA!
                                         “España con la Roja”


    Muchas miradas incrédulas tras los cristales de las casas, ¿Cómo es posible que el primer fin de semana del mes de  Julio esté regado con agua de los cielos? El sábado nace nublado, y así se queda casi todo el día, la ilusión de pasar un día de playa queda ahogada con el fuerte chaparrón; otro día será, hoy desde luego ha ganado nuevamente los fenómenos meteorológicos.
    El verano de vez en cuando nos trae esa mala pasada, pero lo que más fastidia es que sea en fin de semana, es el tiempo del divertimento para todos especialmente para aquellos y aquellas que tienen un horario laboral que les impiden disfrutar del mar en los días de labor.
    La tarde abre el cielo lentamente, el calor se hace pesado en este día, los ventiladores mueven el aire de las casas intentando refrescar el ambiente, y lo único que hacen es mover el aire de un lado a otro, casi sin conseguir el objetivo; el calor es demasiado sofocante. Me imagino que en los trópicos donde predomina el calor y la lluvia debe haber un ambiente similar al día de hoy en esta ciudad.
    El Ayuntamiento ha decidido montar una pantalla gigante en la playa la “Ribera”, para seguir a “La Roja” en los Mundiales que se celebran en Sudáfrica.  El equipo se enfrenta en la semifinal con Paraguay; el ambiente está caldeado y si el tiempo lo permite, serán muchos, especialmente jóvenes los que se han emplazados a través de Internet en la playa, para ver y animar al equipo de España. Nuestros deseos de hoy han volado muy lejos, con la ilusión de trasmitir mucha fuerza a la selección española y ganen el partido.
    El futbol mueve el mundo, muchas veces me pregunto por este fenómeno, moviliza multitud de personas, recursos, dinero, es increíble el poder de convocatoria, y pensando en ello, hago una reflexión: ¿Por qué no se moviliza el mundo de igual manera ante  injusticias  como por ejemplo la explotación infantil, los malos tratos, el paro, la hambruna…?  No es comparable la respuesta del mundo ante estos fenómenos, y sin embargo ante una competición deportiva el planeta se pone boca abajo. Año tras año sigo haciéndome la misma pregunta ¿porqué el futbol mueve tantas pasiones? Y llego a la misma conclusión: <algo especial tendrá, cuando la realidad es esta> y no puedo dejar de pensar <si tuviéramos tanta pasión para defender las injusticias, el mundo estaría de otra manera> En fin son las mismas reflexiones de siempre.  Ahora estamos pendientes al reloj, dentro de una hora juega España, y aquí todos  apoyaremos  a la “Roja”
    Hoy España se viste de Rojo y Gualda, hombres, mujeres, niños y niñas visten la equipación que representa nuestro país; los bares con sus grandes pantallas acogen a numerosas personas con la ilusión de ver a su equipo ganar; otros se reúnen en casa con los amigos. Hoy a las ocho y media de la tarde se paraliza el país, realmente es un acontecimiento importante: “Los Mundiales de Futbol”, donde nuestro país ya ha llegado alto, y ojalá ganemos, ojalá, porque ya es hora que nos llevemos a casa ese trofeo tan ansiado. ¡Viva La Roja!


    Ceuta, 3 de Julio 2010


Fini Castillo Sempere.

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                                        EL SECRETO
                                                                                “A todos los que creen en el poder de la atracción
                                                                                  y en especial a mi  sobrina YASMINA” .

 

  En estos días se habla mucho de un libro que hace ya tiempo cayó en mis manos antes de tener tanta popularidad; el libro me pareció interesante, especialmente a mí que me gustan este tipo de lecturas, porque siempre he creído en las energías positiva y en irradiar actitudes asertivas, también he sido persona de creer con todas mis fuerzas en mis propios deseos y he luchado por conseguirlos. El libro se llama el Secreto, escrito por una mujer australiana llamada Rhoda Byme,
     Según he comprobado al paso del tiempo, el éxito del libro ha traspasado fronteras, y pienso que la escritora debió visualizar en repetidas ocasiones la gran acogida de este enigmático libro, y si ha sido así, es la prueba más tangible del poder de la imaginación,  la trasmisión de la positividad, y la fuerza de la atracción.
    El libro prácticamente es un manual donde se instruye a los lectores del método a seguir para alcanzar los deseos, para llegar a “ser como se desea ser”.y “tener lo que se desea tener” Es como si pudiéramos dirigir en todo momento nuestro destino, solo hay que positivizar nuestros deseos repetidamente hasta llegar a la consecución del objetivo marcado. Todo parece muy fácil en teoría, aunque creo que conseguir el “SECRETO” debe ser más complicado, o solo para unos pocos privilegiados dotados con características especiales.
    Al parecer y según la autora, “El Secreto”  solo lo habían poseído personas privilegiadas, como Platón, Newton, Beethoven, Einstein, Shakespeare, y otros personajes que han conseguido el éxito rotundo en la vida,  a mi me quedan mis dudas sobre este particular, o quizás no es tan fácil conseguir realmente el método para alcanzar lo que se desea solo con desearlo. Mi  curiosidad seguro que me llevará al menos a intentarlo, otra cosa será que lo consiga o no, como he dicho anteriormente soy persona de desear las cosas con mucha intensidad.
    La Ley de Atracción según el libro, consiste en que las personas atraemos las cosas buenas y malas que vivimos. A continuación uno de los párrafos centrales del libro “El secreto”: «Todo lo que está llegando a tu vida, tu lo estás atrayendo a tu vida y lo estás atrayendo hacia ti por virtud de las imágenes que mantienes en tu mente. Es lo que estás pensando. Cualquier cosa que esté en tu mente la estás atrayendo hacia ti».
    Si creemos en este método, si llegamos a alcanzar el secreto, nuestra vida estará marcada por nuestros deseos,  y yo me pregunto ¿será tan fácil como lo pintan? O quizás sea que la FE mueve montañas. De todas formas siempre es bueno atraer a través de nuestros pensamientos cosas positivas, porque seguro que eso nos hará más feliz, y especialmente las personas que nos rodean notaran esa positividad, que actualmente se denomina”buen rollo”
    Os recomiendo la lectura de este interesante libro, y una vez leído que cada cual deje volar su imaginación, seguro que sacareis algo positivo. Siempre se ha dicho si se desea algo negativo para otros, se pone a funcionar la fuerza del búmeran, y si los deseos son buenos, siempre llegan las fuerzas buenas a nuestras vidas.

 

    Ceuta 4 de Julio 2010


Fini Castillo Sempere

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                                           HELEN LIEBERMAN
                                                                        “Sus voces te cantan una linda canción”

               
    Cuando llega a mis oídos la palabra apartheid, no dejo de pensar en las injusticias humanas entre blancos y negros, aquellos blancos colonizadores ingleses que un día llegaron a un continente  donde la primacía era la raza negra, quisieron imponer su ley sobre aquellas gentes, segregarlos sin dudar en humillarlos, maltratarlos con acciones deleznables, no importó que eran hijo de aquella madre tierra Quisieron que el denominador común allí implantado fuera el sometimiento de una raza sobre otra.  Injusticias que el mundo al cabo de los años debe reconocer, porque los seres humanos deben nacer con los mismos derechos civiles y sociales; las diferencias no lo marca el color de la piel, ni se es mejor ni peor  por ser blanco o negro. Las personas solo nos diferenciamos por las acciones, nunca por tener más o menos riquezas, el ser humano está por encima de colores, poder y otras circunstancias.
    Ella, aquella mujer blanca, viviendo un mundo de blancos en aquellos días, en un continente donde los seres humanos eran gente buena, solo había una diferencia: el color de la piel. Aquella mujer, esposa de un acomodado abogado, importante y aceptado en aquel lugar; no pudo soportar el racismo, ni la discriminación. Se reveló con una sociedad que distinguía a las personas solo por ser blanco o negro,  se creían superiores y no tuvieron otra cosa que hacer que crear el “APARTHEID” acciones racistas enmarcadas en ley.
    Sudáfrica sufre, los nativos no son reconocidos ni tratados como debieran, y Helen Lieberman no está dispuesta a dejar a su suerte a las personas de color que la necesitan, comienza su lucha en Ciudad del Cabo, ciudad donde vive con su esposo. Ella sola visita los barrios más necesitados donde los negros no tienen recursos para casi alimentar a sus hijos, tampoco tienen dinero para comprar medicinas. Helen se dedica de lleno a la ayuda desinteresada de aquellas personas. A partir de entonces su obra va creciendo, en un principio crea una ONG llamada Ikamva Labantu, y desde ella comienza el reparto de medicinas, ropa  y alimentos. Hoy en día la aventura solidaria de esta mujer blanca es imparable, ha creado multitud de guarderías, residencias de ancianos, escuelas, centros de rehabilitación, centros para invidentes, y toda clase de recursos para favorecer la vida de los necesitados. Los enfermos de Sida han encontrado en esta mujer una gran aliada, creando centros para atender a estas personas enfermas.
    Ha sido y es tan grande su obra y su dedicación que la llaman la “Madre Teresa de Sudáfrica” es un ejemplo a seguir, lo ha dado todo, ha dedicado su vida a los que la necesitaban, sin pedir nada a cambio, solo la alegría de haber servido y atendido a más de un millón de sudafricanos y los que atenderá su obra cuando ella ya no esté, porque ha iniciado un camino imparable.
    Hay veces que las casualidades o quizás la causalidad ha querido que este verano  hable doblemente de Sudáfrica.  A la vez que los mundiales de futbol se celebran allí, se concede el premio Convivencia a una mujer que desde hace 25 años ha dedicado su vida a la lucha por la igualdad, por los más necesitados; Sudáfrica ha sido protagonista de dos grandes acontecimientos, quizás la causalidad o tal vez la casualidad hayan hecho posible que el mundo entero se entere de quien es Helen Lieberman
    Felicito al jurado que ha acertado en conceder El Premio Convivencia ciudad autónoma de Ceuta Internacional a esta mujer, ejemplo para el mundo por su lucha en contra del racismo.
 
    
    Ceuta, 4 de Julio 2010

                                                   
                                                                                     Fini Castillo Sempere

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   MIEDO

 

   El miedo me abrumaba, no quería abrir los ojos, sentía que mi pequeño cuerpecillo titiritaba y precisamente no era de frio, y sí de miedo.  Me desperté con un sobresalto debido a un trueno, ahora lo pienso y me rio, pero en aquellos momentos solo sentía miedo. Aquella  tarde  mis amigas y yo habíamos estado contando historias de miedo, recuerdo especialmente una de un fantasma que se presentaba enfundado en una sabana por los dormitorios de las niñas.
    Creo que el cansancio acabó con mi conciencia y entré en un sueño profundo y agitado , mi madre según me contó, se acercó a mi cama y como cada noche me tapó y depositó un cariñoso beso en mi mejilla  De pequeña fui muy asustona; quizás debido al mundo interior tan mágico que tenía, tanto era así que me llamaban de manera cariñosa entre otros calificativos “La fantástica” creía a pie juntillas en el mundo de la fantasía: brujas, fantasmas, duendecillos. Según iba creciendo desaparecía aquel mundo mágico que yo había amparado en mi mente. Hoy todavía me queda un poco de esa fantasía, especialmente cuando quiero evadirme de la realidad que a veces no me gusta demasiado; porque observo tantas injusticias, tantas sin razones que en cierta manera tener un escape de vez en cuando viene bien para apaciguar el alma.
    Hay veces que me paro, hago una reflexión y llego a la conclusión de que estamos aquí de paso; que nos queremos comer el mundo, como vulgarmente se dice. Creemos que el mundo no funcionaría sin nosotros, que gira solo a nuestro alrededor y nos equivocamos rotundamente. Si queréis, hacer  un ejercicio que os voy a decir: intentar ver el mundo como si vosotros no fuerais protagonistas, mirad alrededor y pensar ¿si yo no estuviera aquí hoy, todo seguiría igual?, ¿el bar de enfrente de mi casa abrirá como todos los días?, ¿ los niños irán al colegio?, ¿ los enamorados seguirán amándose?, ¿el domingo retrasmitirán el partido de futbol?, ¿ el reloj seguirá marcando las horas incluso los segundos?, ¿el sol saldrá cada mañana por el este?, ¿el gallo cantará al alba?. Así podría ir enumerando acciones y más acciones que el mundo llevará a cabo aún sin nuestra existencia. Todos y cada uno de nosotros quizás seamos importantes en algún momento, pero de lo que estoy segura es que el mundo seguirá rodando pese a cualquier circunstancia.
   Esta reflexión me lleva a pensar que disfrutemos de la vida, que vivamos mirando al cielo, a las estrellas, que la vida es un regalo, que tenemos al alcance de la mano el ser feliz si vivimos con optimismo y alegría nuestra historia presente y futura; que cuando más generosos seamos más dichosos seremos, que las cosas materiales son solo “eso”, y que las dejaremos aquí,  y que el día señalado  solo podremos llevar nuestras obras, sean buenas o malas, o quizás ni siquiera eso. 
    A mis años la vida me ha enseñado muchas cosas, he aprendido a saber que no soy imprescindible, y ello me hace feliz, porque sería terrible para los que quiero que no fuera así; estoy segura que el vacío sería muy grande, pero la vida siempre sigue irremediablemente, porque no podría ser de otra manera. Nadie, nadie es imprescindible,  y así debe ser aunque la ausencia parta el alma de quien la sufre.
    El ser humano posee el don del raciocinio, y es lo que nos hace diferentes al resto del mundo animal.  Hago alguna que otra reflexión y me pregunto ¿Serían los animales capaces de hacer lo mismo que hacemos nosotros con ellos si tuvieran este  don? Tengo mis dudas, tengo tantas, que a veces siento en mi lecho el mismo miedo que sentía de niña cuando pensaba en la oscuridad de la noche que vendría a visitarme un fantasma. Hay tantas cosas que me asustan: me asustan  las barbaridades que se hacen  a lo que se considera  diferente; me asusta la violencia, me asusta la explotación infantil, me asusta la ablación genital,   me asustan las corridas de toros, me asusta el maltrato animal, me asustan las dictaduras, me asusta la lapidación, me asustan las injusticias en cualquiera de sus formas, me asusta el egoísmo humano; me asustan tantas y tantas cosas, que muchas veces me siento como aquella niña que temblaba bajo las mantas temiendo a un fantasma inexistente en la noche.
   

    Ceuta, 10 de julio 2010


Fini Castillo Sempere

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                                              EL VERANO SE AGOTA


                                                                      
    El verano se agota, se va muriendo lentamente y en su agonía deja todo el calor posible con una rabia propia del último coletazo de su existencia; él sabe que irremediablemente se tiene que retirar por tres estaciones, y en su rebeldía se resiste luchando en su agonía como hace el toro bravo en cualquier plaza.  
    Verano de jazmines blancos que adornas el cabello de muchachas casaderas en busca de sus amados. Verano de olores a madre selva, perfume de jardines y parques bajo la luz de la luna; verano de canciones melodiosas, de amaneceres en las playas donde los jóvenes viven sus ilusiones y bajo el amparo de la luna despiden a la noche en su retirada. Verano de amores y desamores, de fiestas y alegrías manifiestas en los rostros de los que te aman.
    El verano se agota, y con él el descanso de los privilegiados que han disfrutado de vacaciones, otros, ni el estío les trae ese regalo. Las playas se entristecen, se quedan solas; el invierno les trae la soledad, solo cuentan en este estadio con las olas del mar, las gaviotas revoloteando por la arena y algún que otro pescador que busca la paz en el mar; ahora solo le queda la espera del ciclo estacional.
    El cielo se entristece cuando el verano se despide, ahora su vestido cambia de color; las espesas nubes salen de su encierro y lo adornan cada día; los relámpagos y truenos se van preparando para su puesta en escena; ellos han disfrutado ya de su tiempo vacacional, ahora toca trabajar.
    Si, el verano se agota, y en su agotamiento el otoño retoma fuerza y espera que del todo desfallezca. El verano no quiere marchar, aún no, todavía le queda alegría y ganas de hacer feliz a mucha gente; el verano se resiste, no desea entrar en la inexistencia, no quiere esperar la tres estaciones que le toca esperar, se resiste, no quiere irse.
    En breve nos envolverá la melancolía del otoño, sus cielos grises serán el denominador común en esta estación, así lo decreta el Hacedor desde siglos inmemorables, la armonía es perfecta; los ciclos estacionales no se equivocan nunca. Según dicen, el otoño mueve muchos sentimientos en las personas y especialmente el de la tristeza y melancolía,  ¿será verdad? A mi sin embargo me da vida, después del largo verano me embeleso con los atardeceres otoñales cuando el viento sopla sobre el mar levantado rizos de espuma blanquecinas;  sobre mi piel ejerce frescor agradable erizando los vellos de mi cuerpo; ya es tiempo de cubrirnos  para protegernos del frío.
     Me gusta la estampa otoñal que diviso desde mi ventana, los grises predominan en cielo y mar recomponiendo el mejor cuadro del mejor pintor. El verano se agota y nos deja en su partir los recuerdos vividos en las cálidas noches de su existencia. El verano se agota irremediablemente e irremediablemente volverán las hogueras de San Juan con su embrujo, volverán las playas repletas de gentes, volverán las noches de luna llena y miles de estrellas bailando a su alrededor, volverán tantas cosas, solo hay que esperar tres estaciones…
    El verano se agota, y en su último suspiro desfallece, ahora  solo quedará su recuerdo prendido en aquellos corazones que lo hayan vivido intensamente.
    El verano se muere…

    Ceuta, 30 de agosto de 2010

                                                                 
                                      
                                                                                       Fini Castillo Sempere

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                                                           HAY VECES…

    Hay veces que el día a día se convierte en monotonía, en una monotonía empalagosa que se adhiere a la piel y cuando uno se quiere dar cuenta ya forma parte de tu vida, y sin ella, cuesta trabajo seguir viviendo. Otras veces y sin razón o porque las estrellas marcan irremediablemente el sino de las personas, ocurre algo importante o dramático que cambia el sentido de la vida que hasta el momento se vivía, y todo en un pis paz.
  Alguna vez  he sentido el miedo, un miedo intenso que me ha doblegado, que ha hecho temblar los cimientes de mi cuerpo, he sentido el frió calado en mis sienes, la impotencia y el dolor profundo. He sentido los ojos llorosos de mis hijos clavados en mi corazón; he sentido tantas cosa, sensaciones indescriptibles de angustia, una angustia perversa que en breves minutos ha corroído como un ácido vivo la alegría de mis ojos; he sentido la pérdida y aún peor, he sentido la ausencia de un ser muy querido. He sentido sensaciones de felicidad, especialmente al estar rodeada de los míos, de mi sangre. He sentido la vida en su propia esencia al mirar a la luna y verla en su esplendor de luna llena; ella, con su sutileza  ha conseguido embriagarme con su embrujo convirtiéndome en un ser vulnerable a su encanto. ¡Oh luna de agosto! Que cada noche me acompañas y te introduces en mis sentidos oliéndote, saboreándote, viéndote y palpándote simplemente con mis ojos; ¡Oh luna de agosto! Luna de ensueños, de cuentos encantados y de enamorados…
    El amor es algo tan hermoso, da igual que tipo de amor, el amor es solo amor, y eso ya basta El amor es el bien más preciado del mundo; irradia calor donde existe el frió, ofrece frescor donde existe calor.  El amor es algo grandioso; es la medicina del mundo, de las personas cuando lo sienten. Si alguna vez llegara  a todos los rincones de la tierra, puede que este mundo injusto cambiar; puede que algún día prevalezca sobre las cosas un sentimiento tan simple y a la vez tan complicado; el amor es solo eso, amor, amor, amor de mil amores, amor de hombres y mujeres, amor hacía lo creado. Amor solo amor, da igual a qué y para qué, solo amor, amor de padres e hijos, amor de enamorados, amor a la amistad; amor solo amor, ¿es tan complicado?
    Amanece, el día trae nuevas ilusiones, el sol desde muy temprano irradia el calor necesario para albergar tranquilidad donde había desasosiego; ¡bendito sol! Sol de agosto, sol radiante que tuesta las pieles de todos los que te buscan en el rincón del verano. La noche despierta sin remisión, torbellino de estrellas juguetonas que brillan en lo más alto del cielo oscuro. La noche se convierte en misteriosa; solo hay que mirar hacia arriba, al cielo, y descubrir el lenguaje de las estrellas, ellas siempre hablan; ¡prestar atención y preguntarles por vuestros deseos! y en la magia de la noche ellas hablaran, creer en ello, creer….
    Ahora pienso en la “abejilla” que hace unas horas salve de su agonía en las cristalinas aguas de una piscina. Al introducir mi mano y rescatarla prendió el vuelo, quizás en su lenguaje me dio las gracias, quizás…Yo sentí la satisfacción de haber hecho una buena obra, porque en definitiva salve del ahogamiento a un ser vivo, aún en la insignificancia de su pequeño cuerpecillo, y pensando, pensé, valga la redundancia < ¿Y a quien le hubiera importado esa vida? > ¡Pues a mí!, en la soledad de una tarde de agosto y en el silencio de hora de siesta, me importó; miré al cielo hasta que aquella himenóptera con sus alas traslucidas desapareció para siempre.  
    El miedo a lo desconocido, a cualquier cosa que no se controle, sustos son, y cuando pasan ya solo quedan en el recuerdo, y a veces, en el corazón como un tatuaje  gravado para siempre. La normalidad sigue, y de nuevo el día a día que va marcando nuestra historia, una historia que muere con nosotros mismos, porque no podría ser de otra manera. Solo quedan  en las historias de los pueblos los “grandes”, y me refiero a los grandes poetas, escritores, pintores, e incluso algunos políticos, pero del resto de los humanos solo queda unos recuerdos durante un escaso periodo de tiempo, mientras quedemos en la mente y el corazón de los que aquí se quedan, así es la vida…

    Ceuta, 28 de Agosto 2010

                                                             
                                                                                           Fini Castillo Sempere.

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                                             EL ANTES Y EL DESPUÉS                                                   
                                                                                                                “Mi solidaridad con todos aquellos/as que sufren"

 

    La vida nos hace pasar a veces muy malas pasadas, es injusta y bastante cruel para algunas personas. Ella que alcanzó su sueño, una ilusión deseada con todo su ser, está pasando por momentos muy duros, durísimos. A la vez tiene en sus brazos a su pequeño hijo, nacido del amor y por  circunstancias no ha podido disfrutar de la dicha plena, porque parte de su corazón está en estos momentos en un hospital, a la cabecera de la cama de su madre. ¿Se puede sentir más felicidad que estrechar entre los brazos a un hijo querido?, y  sentir  la tristeza y el dolor de tener a una  madre en la UCI de un hospital luchando contra la  enfermedad. Incongruencias del destino que marcan como un hierro candente los corazones de quienes la sufren.
    ¿Qué  sentimientos pueden sentir unos padres con la responsabilidad de atender a sus hijos y encontrarse en situación de paro, y no poder disponer de medios para afrontar tal obligación? ¿Qué puede sentir aquellos jóvenes sin perspectivas de trabajo que no pueden iniciar una familia y ven como van cumpliendo años y en el mejor de los casos obtienen un contrato basura? ¿Qué pueden sentir aquellos que tras años de estudios y sacrificios de sus padres no consiguen salir de las estadísticas de parados? ¿Qué pueden sentir…? Sentimientos, carencias, necesidad, desilusión, inestabilidad. ¿A quién le importa? El tren de la vida pasa, pasa tan rápido que casi es imposible subir a él, cuantos corazones heridos se han quedado en el andén, con la esperanza de la segunda oportunidad que quizás nunca llegue.
    Estamos viviendo unos momentos duros, durísimos en  muchos sentidos, el mundo parece que se hubiera invertido incluso en la climatología, solo hay que oír a los más mayores; ellos que son la voz de la experiencia. Antes, los padres tenían autoridad sobre los hijos, hoy los hijos tienen autoridad sobre los padres. Antes los docentes impartían conocimientos y bien es verdad que también  disciplina;  hoy, bonito es el que se atreve a hacer lo segundo y no verse las caras  con los progenitores; antes los titulados salían de la universidad con trabajos dignos, hoy la palabra trabajo ha desaparecido de su lenguaje, antes…
    Creo que realmente  los momentos, los tiempos, e incluso los límites en cada época son irrepetibles, o quizás  me ha tocado vivir dos mundo distintos, quizás solo sea eso. Recuerdo tantas cosas de mi infancia y juventud que ahora serían impensable llevarlas a cabo. A veces medito sobre esto, y ni yo misma me aclaro, puede que sea demasiado crítica y eso me lleve a confusión, o quizás no entienda algunas cosas y pienso: ¿y si a mí me hubiera tocado vivir esta época con 18 años?  Y sin dudarlo respondo: pues viviría mi juventud al igual que lo          viven los jóvenes de hoy.  En estos pensamientos sin querer me traslado a aquellos días fantásticos cuyas vivencias llevo en lo más profundo de mi alma. Realmente que diferentes son a las de ahora. Antes existían tantos prejuicios inútiles que encorsetaban a las personas de tal manera que la vida la vivían a costa de lo que pensara el resto del mundo; hoy es tan diferente…
    Antes se medían a las personas por su color, por su sexualidad, por sus posesiones, existían las clases sociales muy marcadas; hoy afortunadamente esos prejuicios están casi extinguidos. En algunas sociedades todavía se mantienen creyendo que es más importante el “TENER” que el “SER” pero en la nuestra afortunadamente todos y todas somos iguales ante la ley, como lo marca la Carta Magna. Si, realmente vivimos en una sociedad avanzada y demócrata; antes en mi país durante un largo periodo de tiempo, ¡demasiado! no existía la democracia; Hoy, y desde hace varias décadas nuestra sociedad cambió de sistema, y es cuando por fin despierta de su letargo obligado la democracia, cuyo objetivo es entre otras cosas reconocer los derechos inalienables del ser humano; vivir en una sociedad donde la libertad de las personas se reconozcan,  es suficiente para sentirnos libres.
    Ahora comprendo lo difícil que es educar a los hijos y no equivocarse, cuantas  veces en silencio me he revelado con mis padres porque no me gustaban sus limitaciones, y ahora solo tengo agradecimientos para ellos, porque supieron aún en la dificultad de educar, trasmitirme unos valores que han sido mi referente. Los límites son necesario, aunque cueste trabajo marcarlos, en el futuro siempre se reconocerán como algo positivo, de lo contrario quién sabe las consecuencias; quizás se esté fomentando una sociedad de jóvenes con un índice muy bajo a la frustración, hecho que puede derivar en algunos casos a situaciones no deseadas para la salud de lo más jóvenes.  Educar correctamente es tan difícil…pero no imposible.
    El ayer, el hoy y el mañana seguirán marcando los pasos a las personas que vivirán sus vidas según deseen o el destino les trace. Ahora nos queda vivir el presente, porque el pasado pasado está y el futuro Dios sabe que nos traerá.

   Ceuta, 11 de septiembre de 2010
   
                                                              

                                                                                   Fini Castillo Sempere.

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                                                     AUSENCIA
                                                             “Su vuelo alcanzará la paz eterna”


    Ausencia, terrible ausencia que recorre el alma lentamente produciendo un terrible vacio; solo queda en el ambiente un suspiro, un quejido, unas lágrimas de los suyos. Cuantas historias pasan por las cabezas en solo unos segundos, cuantas cosas se recuerdan en solo un instante, toda una vida….
    Su mirada era clara, trasparente, mirada de una buena mujer, y aún la enfermedad terrible que la hizo vulnerable no pudo perturbar su esencia, aún era una mujer buena, convertida en una niña aún mejor.
    Siempre me ha parecido una persona tan dulce, tan generosa, tan sencilla que he sentido su partida, aún a sabiendas que ella partiría en paz, en busca de su amado, que allá en algún lugar la estaría esperando; hoy   pasearan su amor por el jardín de la eternidad… Si querida Gabi, como dijiste ella se ha marchado feliz, sin sufrimientos, esperando despertar en el mejor lugar, allá en el cielo.
    Ausencia, terrible ausencia que se clava en lo más profundo del corazón en el momento de la despedida final; gemidos, llantos y silencios…  pena, cuanta tristeza se siente en el último adiós. Mañana será otro día y en él veréis la conformidad de la pérdida, veréis que el recuerdo positivo siempre será el bálsamo de la ausencia; siempre estará tan cerca como deseéis, solo hay que quererlo.
    Recuerdos de toda una vida de madre y abuela, que quedaran tatuados en lo más profundo de la piel de sus descendiente; en ellos quedara su vida, su historia, su mirada cristalina, en ellos vivirá aunque se haya ido. En el libro de vuestra historia ella estará presente en casi todos los capítulos.
    Su alma voló mientras dormía su último sueño, sueño dulce de una mujer buena, de una madre ejemplar y de una amante esposa. Allá donde esté cuidará a los suyos, solo hay que creer en ello.
               

    Ceuta, 25 de septiembre 2010             
                                                               
                                                                                           Fini Castillo Sempere

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                                         TE PIENSO
                                                        “El nuevo amanecer siempre traerá los deseos que nacen de la esperanza”


    Te pienso, nos encontraremos en el próximo amanecer” Dios mío, que frase tan profunda llena de sentimientos, me he atrevido a tomarla prestada de alguien que en lo más profundo de su corazón se la dedicó a un amor muy especial. Al leerla comprendí el significado, la espera manifiesta en la esperanza de encontrarse con su madre en un nuevo amanecer más allá de las estrellas.
    Que sentimientos tan puros, tan fraternales, sentimientos de hijo que ama a su sangre más allá de la inmensidad del mar y el cielo. Seguro que allá, en algún lugar ella velará tus sueños, tus ilusiones y tus ansias; Ella como madre también te piensa, te protege y como no podría ser de otra manera guiará tus anhelos  desde la eternidad, y allá en lo más alto te cantará una nana.
    Piensa en aquellos momentos inolvidables de tu infancia, cuando en cuerpo te cuidaba, ahora también lo hace, solo tienes que sentirlo, siéntela porque ella a tu lado en sentimientos está; sus ojos de madre posados en tus recuerdos en lo más profundo de tu alma.
    El sonido del viento rozando las hojas de los arboles te traerá su voz disfrazada de melodía, el rumor del mar te cantará su nana, la que de chiquitito ella te cantara. La luz de las estrella te enviará para que  en tu camino a  ti, te alumbrara.  Sueña tu sueño de niño y de hombre, ella a tu lado siempre su mano a ti te alcanzara; Sueña niño, sueña tu hazaña, que mañana contigo y con tus hijos ella desde el cielo  cantará tu nana, para que duermas y no veas fantasmas.
    Noches y días vividos en aquella casa, llena de amor y de nostalgia de sus  pequeños que añoran a su madre amada. No aflijáis vuestros corazones porque ella es esencia de vuestra  alma, desde  el cielo ella os aclama, como sus hijos que sois, hijos del alma; no os aflijáis  que ella cada mañana al alba, con su mirada os envía un poquito de su alma….
    Tu padre la mira allá en las montañas, y de la mano al cielo se van hasta la próxima mañana;  los dos muy juntos al alba, con sus miradas os enviarán como el mejor regalo, un pedacito de sus almas…


    Ceuta, 4 de octubre 2010 
                            
                                                                               Fini Castillo Sempere

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                                          VIENTOS Y HURACANES
                                                               “Las buenas acciones enriquecen el alma de quien las prodiga, y de quien las recibe”


     Cuando pienso en todos aquellos gestos de amistad, gestos que salen del corazón y penetran como un bálsamo en los corazones de quien lo recibe. Otros gestos no son agradables y seguro que no salen de la parte bondadosa de los humanos. La vida a veces nos enseña tanto, las acciones de las personas que nos rodean pueden ser positivas o negativas hacía nosotros; las circunstancias de cada uno  pueden influir en ciertos actos que a veces no se comprenden y, todo en esta vida tiene su explicación acertada o no.
    Hay personas que son como un gran océano y, depende del viento que sople en ese momento, sus aguas pueden estar tranquilas o revueltas, es muy difícil encontrar el mar siempre en calma;  yo diría que imposible… También existen los huracanes que con todo el furor de los vientos no solo revuelven el mar, sino que destruyen todo lo que encuentran a su paso, da igual si es bonito, incluso pueden destruir  una amistad;  y haciendo un símil existen personas que en algún momento de su vida, quizás por diversas circunstancias actúan como huracanes, sin pensar que con ello pueden destruir algo bueno,  o hermoso. Lo triste que estas actuaciones negativas siempre pasan facturas al que las realiza; al menos así lo creo, y en el fondo es penoso, porque no vale la pena. La amistad y compañerismo son valores que deberían estar tatuados en los corazones del ser humano, así debería ser… …
    Siempre doy gracias a Dios por encontrar en mi camino a gente buena, porque las pequeñas piedras que siempre aparecen en algún que otro sendero, Él me da fuerzas para apartarlas y me dejen seguir caminando hasta mi meta; poco  a poco las cosas siempre vuelven a su sitio, no podría ser de otra manera, porque siempre hay que creer en la verdad, o al menos en la verdad que uno cree de corazón.
  Cuando miro a mí alrededor me entristezco, hay tantas cosas que no me gustan, no me gusta la pérdida de valores, no todo vale, ¿qué valores le estamos enseñando a nuestros hijos? No me gusta las faltas de respeto, sea a quién sea, y menos aún me gusta que se justifiquen. No me gusta que no se respete la democracia por personas que se llaman demócratas; No me gusta que no se respete la intimidad de las personas, aunque sean famosas ¿Y qué?  ¿Eso da derecho a todo?. Qué tristeza comprobar que el mundo solo se mueve por intereses económicos y de poder, ¡sálvese quien pueda! 
    No me gusta que se tomen como propia las cosas que son de todos, mi bandera es de todos y cada uno de los españoles: ¡Viva la Roja! Mis himnos, son de todo/as, y mi religión es de quien la profese, a buen entendedor pocas palabras basta…¡Viva la democracia y el respeto!
    Ahora que lo pienso, hay muchas, muchísimas cosas que me gustan: me gusta la sonrisa de mis hijos, la mirada tierna de mi madre, el te quiero de mi marido, los besos de mis nietos. Me gusta despertarme al alba;  mirar a las estrellas y pedirles un deseo, me gusta el olor a jazmines, me gustan mis recuerdos de infancia, y me gusta mirar la foto de mi padre cada noche al acostarme; ¡me gustan tantas cosas!...
                                                                                                                                                                           

   Ceuta, 17 de Octubre 2010

                                                               Fini Castillo Sempere.


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                             LAESPERANZA
                                                “Esta flor para todos aquellos que creen en la verdad, y su mirada es limpia”

                                  
    Cuantas veces la desesperanza se adueña de nosotros y cuantas veces la esperanza abre al igual que una llave nuestro corazón. La vida está llena de desilusiones, desengaños, malas artes, traiciones y tantas y tantas cosas negativas que enturbian por unos instantes nuestras vidas; pero eso, solo un instante, porque la vida es tan corta… Sí, realmente es tan corta como un suspiro, y no nos podemos parar demasiado tiempo en las malas, o incluso en las inocentes intenciones de algun@s, que sin el menor pudor intentan tirar por tierra las ilusiones y los anhelos de otr@s.
     La tenacidad es un don que alguna fuerza superior regala a algunas personas, y precisamente por ser un obsequio casi divino, quien lo posee debe luchar siempre por mantenerlo y agradecer  de corazón el regalo. No todo el mundo posee ese don, y sin embargo poseen otras actitudes que difieren mucho, quizás por ese motivo no aprecian, o no saben reconocer el esfuerzo de los demás.
    La  desilusión respecto a las actitudes humanas a veces es tan  grande, especialmente cuando las acciones vienen de gentes cercanas a nosotros por algún motivo; pero disculpo en cierta medida el hacer de algunas personas, quizás porque desconocen la realidad, o el esfuerzo, o tal vez porque no son consciente del daño profundo que pueden ocasionar, quiero pensar eso, porque de lo contrario no entendería nada, y siempre intento disculpar los comportamientos de los demás, porque en el fondo creo que tendrán sus razones que pueden ser acertadas o no.
    La confianza, la verdad y la comunicación son valores que se deben considerar muy positivamente, sobre todo en este mundo deshumanizado que nos toca vivir; y ahí he notado un gran déficit en las relaciones humanas,  quizás no deba buscar responsables, quizás nos  confiemos demasiado, o creamos en una realidad ficticia; quizás no sepamos leer entre líneas, o quizás nos  equivoquemos rotundamente. Mañana se intentará remediar, lo que todavía es remediable. La esperanza debe germinar en nuestros corazones, y buscar en los desiertos del   alma de los incrédulos un vestigio de vida.
    Algunas veces, pienso que el camino que emprendemos desde que nacemos está lleno de escollos, y tenemos que ir superando uno a uno, hasta llegar a la meta final; ahí está nuestra capacidad de superación, a veces cuesta mucho trabajo; incluso la vida misma, pero es así. ¡Todo cuesta tanto!, aunque para algunos, “quizás lo que no cuesta trabajo conseguir no se valore de verdad” y no se den cuenta que son privilegiados,  si no, que se lo pregunten a todos aquellos que cada día engordan las listas del paro, y luchan incansablemente por conseguir un trabajo, casi siempre mal pagado; porque son tiempos malos, muy malos para todos aquellos que no pueden tener una vida normalizada, para todos aquellos que no pueden emprender una vida en pareja porque no se pueden independizar de sus progenitores, por las circunstancias de crisis que les ha tocado vivir.
    Las reivindicaciones de cualquier tipo, siempre que sean justas son esenciales y comparto y respeto profundamente todas y cada una de ellas. El objetivo es que todos y cada uno de los ciudadanos estén en las máximas condiciones de bienestar, porque eso es lo justo, y por ello hay que luchar, pero Roma no se construyó en un día, hay que ir alcanzando objetivos y eso cuesta, quizás demasiado, pero las cosas muchas veces no son como uno quisiera que fueran, eso sería perfecto, y mis ansias serían  que se consiguiera lo mejor para todos, vivir en un mundo justo, donde la equidad prevalezca como uno de los valores fundamentales en nuestra sociedad.
     Cuantas vicisitudes, cuantos enfrentamientos, cuantos sin sabores nos encontramos en el largo recorrido de la existencia. El cielo se viste de nubarrones negros tantas veces, pero lo importante es dejarlos pasar  con la máxima rapidez, para que llegue  la calidez del sol,  que de nuevo alumbrará nuestros corazones, que estarán preparados para volver a iniciar el proceso de la ilusión con más ganas aún que antes, solo  hay que confiar en los demás y en nosotros mismos, es tan simple como eso. La vida, nos traerá cosas buenas y otras no tan buenas, y  en nosotros está sentir la confianza en nosotros mismos, mirarnos  en el espejo de nuestra propia alma, y seguir adelante, mirando a la vida de cara, y si caemos tener fuerza para levantarnos, y si son otros los que nos hacen caer, mirarlos a los ojos fijamente y quizás bajen la mirada avergonzados de sus acciones, quizás en esa mirada encuentren el camino hacía su corazón.

                       
    Ceuta, 9 de Noviembre 2010                              
                                                                     Fini Castillo Sempere.

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                                                 LA NIÑA CRECIÓ                                                                                          
                                                               “Equivocado quien crea que no somos un instante en el universo”

                                                                  
  
  Aquella niña creció, su cuerpo pasó por todas y cada una de las etapas propia de la evolución de niña a mujer. Su intelecto se fue formando hasta llegar a la madurez, la vida   la fue modelando con sus cosas buenas y malas; fue aprendiendo poco a poco, y en el aprendizaje encontró muchos escollos, también se topó con sorpresas, unas desagradables y otras que le endulzaron la vida. 
    Los años pasan irremediablemente para todas las personas, el viaje es tan corto, que casi no  nos damos cuenta que en cualquier momento, en cualquier estación nos podemos apear  del tren de la vida, aun sin quererlo; porque ello no depende de nosotros.  A veces no da tiempo a despedidas, ni  arrepentimientos, ni siquiera a decir a las personas indicadas un “te quiero”, o a  otras, mirar a sus  ojos y decir  “lo siento”. Quizás no nos creamos que en este mundo, en el momento que nos toca vivir, solo seamos un suspiro, un granito de arena en el desierto, o una gota de agua de un océano. Quizás no nos demos cuenta que cuando partamos, a Dios sabe dónde, el sol alumbrará al día siguiente, los ríos seguirán su camino hacia el mar, el viento soplará a las nubes y ellas seguirán su caminar allá en los cielos, y en el mejor de los casos, nos recordarán por un tiempo. Si nos diéramos cuenta de que solo somos un instante en la tierra, quizás nuestras acciones serían distintas. Quizás…
    Hoy valoro la vida de otra manera, mis sentidos se impregnan  de colores, de sabores, de melodías, hoy me paro a oler el aroma del mar, siento las caricias de mis hijos, me llenan de amor los besos de mis nietos, hoy puedo saborear lo que de pequeña no me gustaba; puedo oler la fragancia de  los jazmines que están prendidos en mi memoria, aquellos que pendían del jazmín que crecía debajo de la ventana de mi casa. Hoy puedo sentir el calor de mi hogar, aún sin la presencia física de mi padre;  a él lo siento tan cerca de mi corazón, y lo visualizo en los ojos de mi memoria. Hoy he crecido, y mis cabellos se vuelven blancos, sin embargo mi “yo”, rejuvenece cada día.
    La edad, da sabiduría;  la vida se ve de otra manera,  y la madurez se hace presente casi sin darnos cuenta, y con ella en cierta manera la sensatez, todo se analiza más, la impronta de la juventud queda ya relegada para dejar paso a la templanza de la edad, y así será por los siglos de los siglos…
    Irremediablemente aquella niña creció, no solo en su físico, creció como persona, e intentó día a día alcanzar sus objetivos, luchó para ello y seguirá luchando hasta el final del camino. La vida, solo es un suspiro, un momento, un hasta siempre…

   14 de Noviembre 2010

                                                               Fini Castillo Sempere.


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                                    ESTRELLA FUGAZ
                                                             “El lenguaje de las estrella nos enseñará a descubrir nuestra alma”
 

   La noche envuelve  como solo lo sabe hacer ella, siento el peso de las estrellas cuando miro al cielo, quiero introducirme en la inmensidad profunda del firmamento y solo consigo angustiarme, mis pensamientos vuelan, vuelan tan alto que mi existencia se desvanece por un instante y mi mente como timón de mi ser, pierde el rumbo; me encuentro desprotegida, solo soy un momento, una circunstancia en un mundo milenario. Me pregunto: ¿Quién soy? Quizás una milésima de segundo en un acto de amor.
    La vida que cada uno vive es tan diferente, depende del lugar, de la familia, del momento y de tantas cosas; ya por si, la vida que toca vivir, unos con respecto a otros, es injusta, porque todo depende de la casualidad; y este hecho hace diferente a las personas, las oportunidades  no son iguales para todos;  unos nacen ricos y otros pobres; en el sur y en el norte, con una familia normalizada y otros viven la desestructuración familiar desde el vientre materno. ¿Donde está la igualdad?
    Últimamente se habla de igualdad de oportunidades, y yo me pregunto ¿de qué? Si es entre hombres y mujeres, yo defiendo esta tesis con todas  mis fuerzas; pero cuando miro hacia atrás y siento el sufrimiento de todas aquellas mujeres ancladas en sociedades patriarcales, donde prevalece la imposición  machista, el corazón se me arruga como papel en manos cerradas. Siento en lo más profundo de mi ser, los gritos desgarrados de todas aquellas mujeres que sufren los malos tratos de manos de los que deben quererlas, ¡que incongruencia de la vida! 
    Miro al cielo, me embeleso, miles de estrellas parpadean, me hablan, me cuentan todas las cosas que deseo oír; presto toda la atención que puedo y me doy cuenta que la realidad no es lo que se  desea; les abro mi corazón con cierto recelo, temo que descubran mis inquietudes, mis anhelos, quizás no estoy preparada todavía para mirar en mi propio espejo; quizás deba esperar algo más. Ensimismada en mis pensamientos, me distrae una estrella fugaz que cruza el firmamento a toda velocidad, y en ese preciso momento siento que la vida es eso, el trazo que deja una estrella fugaz en el firmamento; y siento que ya es el momento de desnudar el alma. La noche me envuelve nuevamente como solo lo sabe hacer Ella.


    Ceuta8 de Diciembre 2010                                                   

                                               Fini Castillo  Sempere

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                                           SENTIMIENTOS ENTRELAZADOS
                                               “La historia es la vivencias de muchos, los recuerdos hablan por sí                                                              solos, porque gracias a ellos, las personas permanecen en el tiempo”

   
     Poco a poco, paso a paso, suspiro a suspiro se llega al final de la ilusión perseguida durante tanto tiempo. En un momento mágico se culminan los anhelos, y en ese mismo instante se desea con todo el alma que el momento perdure, que el clímax alcanzado dure eternamente. Los segundos pasan tan rápidamente que casi sin darnos cuenta, la realidad vuelve tan veloz como la ola al mar, dejando la huella húmeda en la arena; la diferencia está en que en nuestros corazones este momento perdurará siempre, no desdibujándose las emociones de ese día.
   Así es la vida, llena de buenos y malos momentos, aunque los primeros pasan a la velocidad del rayo y los segundos son tan lentos, lentísimos, casi interminables en nuestra conciencia. Con los años la vida se ve de diferentes formas; es como si la visualizáramos con diferentes cristales, el de la niñez, adolescencias, madurez y el más oscuro de todos el de la vejez, aunque a veces pienso que en ese estadio de la vida, es cuando las cosas se ven con más realismo, con la crueldad absoluta  de una realidad que ya no tiene vuelta; sin remisión el camino está prácticamente hecho, solo queda esperar con la máxima resignación posible, y mirar más allá de las estrellas esperando alcanzarlas en un espacio breve de tiempo. Tal vez allí esté lo que tanto se busca en la tierra.
    Hay veces que las palabras brotan como torbellinos de aire fresco y otras veces que cuesta la misma vida escribir un solo párrafo, hay tantos sentimientos entrelazados que cuesta trabajo saber desliarlos y ponerlos en orden. Mis sentimientos están como aquellos collares que cuando te los quieres poner es imposible en ese momento porque están todos liados entre sí, y se necesita un tiempo y paciencia para poder ir desliándolos, y con suerte que no se rompan en el intento; la cuestión es que cuando te lo quieres endosar en el cuello para lucirlos, no puedes hasta tenerlos bien organizados. En estos últimos días he vivido situaciones delicadas y otras muy agradables.  He sentido el sufrimiento ajeno que me ha tocado, me ha dejado herida, he sentido pena, rabia, desconsuelo porque a veces las cosas no son como la realidad las pintan; las equivocaciones existen, ¿Quién no se ha equivocado alguna vez? Seguro que todos y cada uno de los mortales muchas veces, por ello también existen las disculpas, el perdón y la generosidad-
   En mi ser se mezcla la alegría de sentir de nuevo mi infancia, he sentido el perfume embriagador de aquellas pequeñas flores blancas del jazminero de mi madre, he sentido la nostalgia rozar mi corazón, he sentido el orgullo de ser quien soy, he sentido mi identidad como miembro de una familia unida. He sentido la felicidad de mi hermano, he sentido el apoyo de muchas personas entrañables y otras muy queridas por mí. He sentido la sonrisa de mi padre posarse sobre mi hermano, he sentido su presencia; si, la he sentido, como no podía ser de otra manera. He sentido la alegría de mi madre en su mirada de ojos cansados, he visto en cada arruga de su cara una historia impresa en el libro escrito por su hijo. He sentido la emoción  dibujada en algunos rostros al oír la lectura del autor del libro, he sentido en lo más profundo de mi alma la comunión del momento y algunas lágrimas evocando la nostalgia de aquellos días de necesidad y alegría.  He sentido que la vida merece la pena por estas pequeñas cosas que engrandecen el alma de quienes las vivencias. He sentido que todos y cada uno de los protagonistas de un libro, escrito en algún lugar de algún sitio, siempre quedaran vivos, vivos en los recuerdos de los pueblos, en su historia porque como dijo una persona  “Los pueblos sin historias no tienen alma”
    Ceuta, mi tierra, un lugar donde el sol cada día nos regala su calor, donde el poniente y el levante batallan por su predominio; un lugar donde los olores y sabores se entremezclan. Un lugar  donde debe prevalecer el equilibrio, como no podría ser de otra manera. Ceuta tierra de todos y cada uno de los ceutíes, y los foráneos que amen a esta tierra y a sus gentes; de hombres y mujeres que quieren vivir la vida, el día a día con alegría y a la vez con la nostalgia que caracteriza a los pueblos con historia. Ceuta necesita de aquellos que un día se fueron de sus entrañas pero que siguen irremediablemente en su alma, porque ellos la llevan en sus recuerdos de hijos de una buena tierra, y la añoran; añoran sus gentes, sus montes, sus playas, sus calles y aquellos patios que aún no estando vivos a causa de la modernidad, están en los recuerdos más profundos de los no tan jóvenes, pero la literatura es magia y gracias a ella y al buen hacer de los que escriben nuestra historia, la de aquellos patios y aquella buena gente perdurará a lo largo de los tiempos, si a bien lo tienen los responsables  de esta área conservar este libro (“Ceuta mi niñez perdida”) y todos aquellos que en sus capítulos hablen  de la historia de nuestro pueblo.
    Gracias, Manuel, por haber hecho posible que después de los años, nuestra historia, la de todos y cada uno de los protagonistas, en definitiva la historia de nuestro pueblo por aquellos años, no quede en el olvido.

    Ceuta, 6 de marzo 2011-    

                                                Fini Castillo Sempere

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                                              COMPORTAMIENTOS HUMANOS

 
   Los comportamientos humanos a veces son tan imprevisibles, que cuando se reflexionan sobre ellos quedamos perplejos y sin saber a ciencia cierta porque se actúa de una manera o de otra. Cuantas veces se llevan a cabo acciones y no se calibra realmente las consecuencias, pudiendo desembocar en situaciones  muy duras, y en la mayoría de las circunstancias se hacen gratuitamente o bien motivadas por algo insignificante, convirtiéndose los resultados de los actos humanos en situaciones desmedidas  sobre el hecho que provocó la acción.
    Cada día que pasa y según mi cabello se vuelve cada vez más plateado, me doy cuenta que este mundo terrenal  es una verdadera selva, donde los intereses que mueven el mundo, o mejor dicho  que mueven a las personas son cada vez mayores, y eso no es malo, lo que me preocupa y me enervan son las formas para la consecución del objetivo.
    Mi experiencia,  me habla de traiciones, injusticias, y no sé cuantas cosas más. También me habla de personas que valen mucho la pena, personas con principios y con una calidad humana extraordinaria, personas que sin pedir nada a cambio están ahí ofreciendo su amistad incondicional. 
    Realmente el mundo está lleno de claros y oscuros, de malas y buenas cosas, de ambiciones, de sufrimiento, de alegrías, de injusticias, de cosas grandiosas e insignificantes,  está llena de ilusión y desilusión. La vida es simplemente lo que queramos que sea, especialmente lo que quieren los poderosos, que son ellos los que manejan el mundo, el resto somos actores de primera, segunda o tercera, más o menos manejables.
    El saber rectificar siempre es una acción encomiable, ¿Cuántas veces nos podemos equivocar en nuestra vida? ¿Cuántas veces habremos errado en la toma de decisiones? ¿Cuántas veces habremos metido la pata, una, dos, tres, mil…? La grandeza de las personas es saber de sus actos, ya sean buenos o malos, es reconocer que la vida está para vivirla lo mejor que se pueda, y sobre todo vivirla con ilusión y dejar atrás los rencores, las envidias, y especialmente las venganzas, porque estas cosas solo ennegrecen el alma.
    A pesar de los claros y oscuro de la vida, siempre apuesto por la generosidad de las personas, por el amor, por el respeto a lo distinto, a lo diferente, apuesto por la compresión, la lealtad, en definitiva apuesto por la grandeza del  ser humano.

    Ceuta,  a 5 de Junio  de 2011

                                                      Fini Castillo Sempere.
                         

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                                                              MI TIERRA

              
      Hace tanto tiempo que no encuentro tiempo, valga la redundancia, para escribir una sola línea, quizás porque las circunstancias ha dado lugar a dejar aparcada la necesidad de rellenar algunas cuartillas con reflexiones, relatos o poemas  que poco a poco han ido llenando mi sitio en un rincón de nuestra página; dedicada a una ciudad bella, mágica, anclada en una orilla del estrecho. Una ciudad llena de encanto, donde culturas diferentes hacen el día a día la historia de un pueblo, que aun con las dificultades propias que surgen, este pueblo sabio vivirá por muchos años  y entre todos conseguiremos una armonía de paz y convivencia por el bien de todos y especialmente de nuestros descendientes.
      Hoy  como tantos días he encendido el ordenador para ver los correos  y he sentido la sensación  de que había abandonado una de mis aficiones favoritas, escribir;  me he sentido vacía de contenido, como si no fuera capaz de expresar mis sentimientos, y me he preguntado: ¿será verdad lo de la inspiración?,  y reflexionando esta pregunta he llegado a la conclusión que la inspiración siempre está latente, solo hay que despertarla cuando uno lo cree oportuno, o cuando el momento es propicio para ello.
       Tantas veces pienso que he sido una afortunada por haber nacido en esta pequeña ciudad, una ciudad llena de luz, rodeada por el mar casi en su totalidad, excepto por la lengua terrestre que nos une con el país vecino: Marruecos. La vida está llena de causalidades y casualidades, me explico; mis padres desde niños tuvieron que venir a Ceuta, ellos tuvieron el desarraigo, y así lo vivieron durante toda su vida, aunque esta tierra la hicieron suya, las raíces y los primeros años de vida, marcan para siempre, por ello, siempre estuvieron con el corazón partido entre sus raíces y una vida entera en un lugar extraño que convirtieron en su patria y amaron con todas las fuerzas que fueron capaces.
     Muchas veces me pregunto  que de donde soy realmente, porque mi  la familia paterna de una tierra de olivos y andaluces por muchas generaciones y la familia materna de un pueblecito de Alicante, y yo nacida en esta bella ciudad española, anclada en el norte de África, y mi respuesta es siempre la misma, ¡soy caballa!, caballa y orgullosa de serlo, soy el Monte Hacho, La Ribera y el Chorrillo, Benítez, Calamocarro y el desnarigado; también soy las plazas y jardines; soy el levante y el poniente, las largas tardes de verano reflejada en la Mujer Muerta; soy los olores del pescado azul secándose en las "volaeras". ¡Oh, Ceuta!... Cuantos recuerdos: la niñez, la adolescencia, el primer amor, mis hijos… Irremediablemente me siento parte de la historia de mi pueblo.

       Ceuta, 2 de Octubre 2011

                                                       Fini Castillo Sempere

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                                         LA VIDA,  LA TRISTEZA...
                                                                                                     
                                                           "Sentir la tristeza, surca los caminos del alma"

   
     Hoy, el color gris invade  el paisaje, toma el tono grisáceo del carboncillo en los lienzos dibujados en manos de aquellos que se atreven a plasmar sus ilusiones de principiantes. Mi ventana, como un cuadro refleja los rayos del sol casi impenetrables en las gruesas nubes ancladas en un cielo en movimiento, o quizás sean ellas mismas la que se deslizan incontroladas, desafiando al enérgico viento que sopla sobre nuestra ciudad. El tintineo de los cristales resistiendo el furor de la ventisca, hace que me estremezca en el calor que me regala el edredón de plumas que cubre mi cuerpo. Que tristeza siento y lo más seguro es que tenga motivos para ello, o quizás no; la cuestión es que el día acompaña a ese sentimiento  que se percibe en un lugar del alma, o en un rinconcito del corazón, y sin saber porqué ocurre y casi siempre en los grises días de cualquier invierno; esos días en que las golondrinas se esconden en sus escondrijos temiendo perder su bello vuelo. Pequeñas avecillas, regocijaos en vuestros nidos, que la pátina grisácea que invade vuestros desasosiegos, se desvanecerá en el tiempo, y volaréis libres, como los sueños de los enamorados.
      Mi curiosidad me obliga a mirar a través del cristal turbio e impregnado de gotitas de agua de lluvia, que se han adherido  al gélido material para detener  el incansable recorrido obligado por el viento. Con el dedo índice recorro una a una las lagrimitas de agua, cuyo símil evoca las lágrimas de la desesperanza, sin evitar sentir nuevamente en mi alma el invierno.
      Los sentimientos nos hacen más humanos, más sensibles, y quizás más vulnerables ante situaciones, lo ideal sería canalizarlos en su justa medida, así se  dulcificaría algunos como la tristeza; sentimiento que a veces hiere gravemente y difícilmente, se encuentre la medicina en alguna botica, sólo el tiempo, la humanización   y la esperanza pueden  ser el bálsamo ideal como antídoto.
      Si; que  tristeza se siente al despedir para siempre a aquellas personas que de una forma u otra han rozado el corazón, dejando en él un sentimiento, una huella, un respeto o un reconocimiento. Irremediablemente la tristeza se hace presente como no podría ser de otra manera, y orgullosa estoy de sentirla, ello es el reconocimiento de poner en valor la esencia de aquellos que se retiran a descansar allá en lo más alto, donde las estrellas se pueden tocar con las manos, donde nos pueden proteger si así lo deseamos, donde algún día nos reencontráremos para vivir la vida celestial y soñar  el sueño eterno.
     Como no sentir tristeza al ver el día a día de los jóvenes, aquellos que tienen el sueño de trabajar, ejercer sus profesiones que con tanto trabajo han conseguido, y cuando hablo de jóvenes no sólo me refiero a los de  hasta los 30 años, también a los de 31, 32, 33... Y me pregunto a partir de los 31 donde los encasillamos... Hay que ser coherentes.
      Tristeza reflejan los rostros ajados por el tiempo de aquellos que, olvidados en un lugar, ven pasar las horas sin otra compañía que sus recuerdos, leyendo hora a hora, minuto a minuto, el libro de sus vivencias; ellos que han sido el sostén de muchos, hoy se encuentran esperando sin futuro, sin personas que les escuchen sus hazañas, el momento de su retirada. Si, tristeza de unos ojos impasibles ante tanta soledad.
      Tristeza, tristeza, tristeza, hay tantos motivos "HOY" para estar triste, quizás el calor del verano evapore las gotitas de lluvia de los cristales y veamos el futuro con más claridad.

      
       Ceuta, 19 de enero 2013.  

                                                      Fini Castillo Sempere.

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                         EL RELOJ DE LA ESTACIÓN DEL TREN
                                                      "Las horas, los minutos, pasan por nuestra vidas irremediablemente"

     Que difícil es volver a tiempos pasados, es  imposible, solo se puede volver buscando en la historia de nuestras vidas, es una forma de volver al pretérito un poco pintoresca, porque lo vivido vivido está, y ya nada volverá a ser lo mismo. Tampoco podemos echar el ancla y quedar presos de la nostalgia, anclados en años vividos; la vida sigue, cada etapa empieza cuando la anterior termina, es el ciclo de la vida, hay que ir superando renglones de nuestra vida para poder escribir nuevos capítulos, al final conseguiremos el libro de nuestra historia. Los hombres y mujeres somos el reflejo de cada ciclo de nuestro desarrollo evolutivo, de nuestras vivencias, y del entorno en el cual nos desarrollamos.
     Hoy, sentada en una estación de tren, me pregunto: ¿qué hago yo aquí ? Quizás tenga varias respuestas a esta pregunta, pero ahora no me voy a ocupar de ello. Miro el reloj de la sala de espera, cuelga en un rincón; un reloj redondo, el fondo blanco como la leche, clásico en esos lugares de encuentros y desencuentros, cuyas manecillas en un negro profundo, marcan esas horas tristes y alegres, acompañadas de sus minutos. Las gentes miran implacablemente la máquina del tiempo, unos por el ansia de recorrer su camino, y otros,  por la desesperanza de dejar en aquella estación sus deseos, sus amores y por que no decirlo,  su vida olvidada en aquel lugar.
      Todavía quedan dos largas horas para subir al tren, se me antoja que el tiempo lo contaré minuto a minuto, miro mi entorno y me rodea la soledad; ella será mi compañera de viaje, me encojo de hombros y la acepto como el mar acepta a las olas; no queda otro remedio, viajaré con ella. Tengo que reconocer que a veces es la mejor de las amigas, porque ella hace que piense, que eche de menos a personas que quiero, que ponga en orden tantas cosas que a veces se descolocan y nunca es el momento de parar y ordenarlas; hay tanto bullicio en nuestras vidas, que es difícil  pensar en ella, puede que lo evitemos por miedo a vernos a nosotros mismos, tal como somos. Gracias soledad por ser mi fiel compañera de viaje.
     Hay pocas personas en la estación, quizás porque es pronto, o por que ahora se viaja menos, tendrá que ver en este hecho, la crisis- me pregunto-. Voy al final de la sala para estar más en soledad, dirijo la mirada por toda la estancia y compruebo que sólo hay ocupado dos asientos por una pareja mayor. Observo que el lugar que tendría que ser cafetería está desmantelado, imposible en este lugar tomar un bocadillo, refresco o un mal café; vuelvo a pensar-"que mal servicio para los ciudadanos, alguna vez pensarán en nosotros" saco mi móvil y miro si tengo algún mensaje, me entretengo un rato. Me distraen de mis pensamientos un grupo de cinco jóvenes de color que se dirigen hacia  mi y ocupan los asientos libres, hablan entre ellos un idioma que desconozco, y me hago de nuevo otra pregunta: ¿cómo vivirán estos jóvenes la vida, tan alejados de sus raíces y familias en un país tan extraño para ellos?, y a veces con la incomprensión de aquellos que no creen en la igualdad de los seres humanos; también me pregunto: ¿por qué? ¿Por qué de tantas cosas injustas? Me quedo con las sonrisas esbozadas en los rostros de estos jóvenes, en su alegría aparente en busca de su destino, de una vida que les ofrezca un vivir en un mundo nuevo, diferente, ¡ojalá alcancen sus sueños!
      Miro de nuevo el redondo reloj, ya ha pasado una hora desde que llegué,  esbozo una sonrisa y me digo: ya queda menos; sigo trasteando el móvil y compruebo que tengo varios mensajes, los contesto y vuelvo a observar la estación; ahora hay más gente, se nota que se va acercando la hora de salida del tren para la capital, aunque el número de viajeros es reducido, se observa ya un ir y venir, la tranquila estación vuelve a su normalidad, el reloj como en una carrera de fondo, sigue marcando las horas, los minutos...
      Sentada en el vacío vagón, donde sólo hay tres personas, me siento cómoda, tengo todo el asiento para mi sola, ello hará que viaje más cómoda. El tren arranca a la hora en punto, me gusta la puntualidad, sobre todo en los transportes, porque la espera se hace eterna. El largo tren se pone en movimiento y delante de mi, las casas, los árboles, el paisaje corre desesperado,  y no es verdad, ellos están impasibles en el mismo lugar, la que corro soy yo, el tren es el alocado que ha emprendido el camino a su destino. Destino de muchos viajeros y, yo me pregunto: ¿qué será de la vida de cada pasajero, qué historia tendrán? Y la respuesta es incógnita, Dios sabrá de la vida de cada cual, ello sólo les concierne a cada uno, cómo no puede ser de otra manera.
      El tren hace parada en Jerez, se suben dos personas en este vagón, y por manos del destino un señor se dirige a mi asiento, y me dice que el mío es el contiguo, así que irremediablemente me levanto, le cedo al buen señor mi asiento y, quedo arrinconada en el de al lado, vaya malaje -pienso- con todos los asientos que hay libres. Aquí estoy escribiendo estas líneas, medio doblada para guardar la intimidad, cosas que pasan, esto es el día a día de un viaje en tren.
     A pesar de todo, me encanta viajar en este medio de locomoción, el traqueteo me adormece y embellecer mis pupilas con el paisaje me deleita; ver el verde de los campos, adornados con el amarillo de las vinagretas, margaritas, girasoles y con el rojo de las amapolas, y tantas florecitas silvestres, es un espectáculo grandioso; ahora en primavera, es el lienzo perfecto que pueda salir de las manos del mejor pintor. Cuanta belleza, belleza innata de esta tierra, campos andaluces y Castellanos, ambos labrados por esos hombres y mujeres de estos lares, de cánticos y saetas, de flamenco, de bulerias y seguidillas y  otras artes, ¡ole y ole mi tierra! ¡y ole en el mes de mayo!, mes de las flores y de las Cruces, mes de la Virgen, María Madre.
      Hoy ha sido un día perfecto, he viajado acompañado de mi soledad, he recorrido los campos, he visto correr las nubes tras de mí, a la velocidad del rayo; me he parado a pensar, he impregnado mis pupilas de mil colores diferentes. El reloj de la estación ameniza la espera con su tic, tic, tic. Indiscutiblemente hoy ha sido un día diferente.

                                   Ceuta, 7 de Mayo 2013. 

                                                                           Fini castillo Sempere.

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